Uno de los principales efectos de la decisión que tomó este martes el gobierno de estados Unidos, al degradar la categoría de 1 a 2 sobre la supervisión gubernamental que hace México de la aviación, es que las aerolíneas mexicanas no podrán abrir nuevas rutas hacia Estados Unidos, ni aumentar las frecuencias ya existentes, hasta nuevo aviso.
La Administración Federal de Aviación (FAA) dictaminó que el gobierno mexicano no cumple con los protocolos de seguridad que establece la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
En ese sentido un comunicado de la FAA explica que «si bien la nueva calificación permite a las compañías aéreas mexicanas continuar sus servicios existentes a Estados Unidos, prohíbe cualquier nuevo servicio y rutas».
Además, y sumando otra consecuencia que provoca la medida, es que las aerolíneas estadounidenses asociadas con mexicanas -como Delta Airlines y Aeroméxico– ya no podrán vender boletos de las rutas operadas por sus socios.
Foto: gentileza Gobierno de México