La temporada estival en los destinos cordilleranos enamora, no solo por sus agradables temperaturas, sino también por el colorido de las montañas que, con la vegetación en su máximo esplendor, se convierten en un lugar privilegiado para caminar por los senderos de la región, visitar refugios o realizar largos paseos.

Esta región, que se encuentra recostada sobre la Cordillera de los Andes, conforma uno de los lugares preferidos por quienes buscan vivir infinitas aventuras en contacto permanente con la naturaleza. Sus paisajes, mágicos e imponentes, están conformados por bosques milenarios e impetuosos cursos de agua, que se complementan con una amplia y destacada infraestructura turística.

Caminatas por la montaña: una propuesta imperdible

Durante el verano en Bariloche, el clima invita a disfrutar de un sinfín de actividades por los distintos senderos que se clasifican según su intensidad y duración. Hay desde caminatas cortas por distintos puntos de la ciudad hasta travesías épicas de varios días compuestas por una sumatoria de senderos que implican un mayor nivel de preparación.

Entre las propuestas más conocidas y aptas para principiantes se encuentra el Sendero Lago Escondido dentro del Parque Municipal Llao Llao, una alternativa ideal para realizar con niños y niñas ya que es corta y no presenta desniveles. El punto de llegada es Bahía de los Troncos o Playa Palitos.

En el mismo parque se encuentra el Sendero Arrayanes que alberga una pequeña formación boscosa en la que predominan los árboles que le dan su nombre. Este camino permite llegar a la costa del Lago Moreno desde donde es posible observar los Cerros López y Goye y la Isla de los Conejos.

Otras de las vistas dignas de ser fotografiadas son las que se permite apreciar el Sendero Cerro Campanario, dentro del Circuito Chico, al que se llega por un camino irregular y algo empinado. Una vez en la cumbre se pueden visualizar a simple vista los lagos Nahuel Huapi y Moreno, la laguna El Trébol, la península San Pedro, Isla Victoria, los cerros Otto, López, Goye, Bella Vista, Catedral y Capilla, el Hotel Llao Llao y las arboledas de Colonia Suiza.

También existe la posibilidad de llegar caminando al mirador del Lago Gutiérrez para apreciar una de las vistas más maravillosas que tiene la ciudad sobre el mismísimo curso de agua y los cerros circundantes. Una postal imborrable que cautiva a miles de turistas que registran la maravillosa vista en sus cámaras o dispositivos móviles, ¡épico!.

Además están los senderos Puente Romano y Mirador de Bahía Tacul, Mirador Brazo Tristeza y el que va al Cerro Llao Llao; el Piedra de Habsburgo en el Cerro Otto; el Puerto Blest-Puerto Cántaros y Puerto Cántaros-Lago Cántaros; el Pampa Linda – Saltillo Las Nalcas e Isla Victoria – Puerto Anchorenas, entre otros imponentes recorridos.

Para conocer más sobre los senderos, características, temporada y requisitos ingresar en https://www.barilochetrekking.com/caminatas-cortas/.

El Bolsón: Trekking al Cerro Piltriquitrón

A 11 kilómetros del centro de El Bolsón se encuentra el Cerro Piltriquitrón, una imponente montaña que llama a sentirla y descubrir cada uno de sus rincones, en un recorrido a pie que invita a conocer la impresionante vegetación patagónica, conformada especialmente por cipreses y coihues característicos de la región.

El trayecto permite acceder al Bosque Tallado, un sensacional sitio inmerso en la naturaleza donde yacen decenas de obras de distintos escultores nacionales y locales que fueron talladas sobre árboles caídos y secos, conformando un paseo que homenajea a la Madre Tierra.

Unos 300 metros más arriba se encuentra el refugio, donde un espléndido mirador ofrece la posibilidad de contemplar el paisaje y ver desde una posición maravillosa Cerro Lindo, El Hoyo, Lago Puelo, una punta del Lago Epuyén y el Cerro Tres Picos. Además, si la visibilidad lo permite, es posible contemplar el Cerro Tronador y el Volcán Osorno, en Chile.

Los más aventureros podrán continuar el recorrido en busca de la fantástica experiencia de conquistar la montaña y apreciar desde la cima la mejor vista panorámica de la región.

Una experiencia inolvidable

Quienes visiten la zona, no deberán perderse la posibilidad de conocer el Cajón del río Azul en El Bolsón. Se trata de un recorrido moderado de 17.4 kilómetros en el que se atraviesa el río Azul y un valle soñado rodeado de bosques, montañas y majestuosos paisajes antes de llegar a destino.

En el camino existen varios refugios de montaña, donde los visitantes podrán hacer paradas técnicas y acceder a los servicios básicos, así como también aquellos que deseen podrán pernoctar en alguno de ellos: La Tronconada, El Retamal, Casa de Campo, El Conde, Hielo Azul, Los Laguitos.

Cajón del Azul: ¿Cómo llegar?

El recorrido a pie requiere unas cuatro horas de ida y tres horas de vuelta. Empieza en un paraje al pie del cerro, la Chacra de Wharton. El circuito se encuentra señalizado con cintas rojas y amarillas amarradas a los árboles y piedras, además de los carteles que indican la llegada a los diferentes refugios.

La excursión puede ser realizada durante el día desde temprano para poder disfrutar con más tranquilidad de cada parada, en el primer refugio “La Playita” o el siguiente en el Cajón del Azul, ofrecen un refugio para pernoctar o espacio para acampar. En ese lugar se puede degustar de las exquisitas cervezas artesanales, y la gastronomía típica del lugar. Algunos de los visitantes deciden pasar allí la noche y salir temprano hacia el refugio Hielo Azul que se encuentra más cercano al glaciar.