En el marco de las celebraciones que se están realizando durante toda la semana por el 119º Aniversario de Sierra Grande, la ministra de Turismo y Deporte de Río Negro, Martha Vélez, visitó la locación del Parque Nacional Islote Lobos y participó de la inauguración del nuevo cartel identificatorio que permitirá iniciar el proceso de infraestructura y posterior desarrollo.
El descubrimiento de la cartelería se realizó con un emotivo evento en el cual, además de la responsable de la cartera turística rionegrina, participó el intendente de Sierra Grand, Renzo Tamburrini; funcionarios nacionales del Área de Parques Nacionales; autoridades del Ministerio de Turismo y Deporte de Río Negro; concejales de la ciudad y prestadores turísticos serranos junto a la comunidad.
En este sentido, la ministra Vélez, declaró que “es un orgullo para quienes habitamos Río Negro, contar con dos Parques Nacionales, lo que demuestra el compromiso del cuidado del ambiente que habitan miles de especies de flora y fauna. En el caso de esta provincia, el Estado lleva adelante una planificación constante en materia de ambiente y el uso público de estos espacios naturales, que cautivan a miles de turistas anualmente y nos compromete a trabajar sinérgicamente en las políticas de cuidado y preservación de estos valiosos ecosistemas».
Mientras que el director de Uso Público de Parques Nacionales de Nación, Matías Poltorak, expresó que “el establecimiento de un nuevo Parque Nacional siempre es sumamente positivo en términos de cuidado del ambiente y de desarrollo turístico sostenible, ya que estos forman parte de la idiosincrasia y cultura de los argentinos, y para un destino emergente como lo es Sierra Grande, es un enorme beneficio tener la marca Parques Nacionales en uno de sus atractivos”.
A su vez, el funcionario nacional también indicó que “tenemos la esperanza y el optimismo de que el año que viene ya se comenzaría a emplazar la primera infraestructura y en simultáneo, comenzar a abrir de forma paulatina el Parque al uso público, para que poco a poco se comience a generar actividad y que sea conocido por aquel turista que piensa visitar Río Negro, porque creemos que esa es la mejor forma de cuidar ambientalmente una zona, que la gente lo conozca”.
Un Parque Nacional con una historia y geografía única
El Complejo Islote Lobos se estableció como Área Natural Protegida en el año 1977, quedando bajo la administración del Gobierno de Río Negro, con el objetivo de proteger a las especies que año a año, eligen la zona como su lugar de reproducción, ya que estás constituyen una riqueza natural de enorme importancia científica, económica y estética.
En el año 2020, la Legislatura de Río Negro aprobó la Ley Provincial 22.351, mediante la cual se ceden las tierras del Área Natural Protegida al Gobierno Nacional, para que se convierta en el segundo Parque Nacional en el territorio rionegrino, luego del Nahuel Huapi en Bariloche. Este nuevo Parque se terminó de establecer este año, mediante la Ley Nacional 27.670, mediante la cual Nación se compromete a “conservar las extraordinarias bellezas en flora y fauna autóctona para investigaciones científicas, educación y goce de las presentes y futuras generaciones”. A su vez, también se comprometen en “conservar el patrimonio cultural, arqueológico, paleontológico, evitando la pérdida y su deterioro”.
El Parque se ubica sobre la costa del Golfo San Matías, a unos 50 kilómetros de Sierra Grande, y tiene una extensión de unos 35 kilómetros entre dos líneas paralelas que se emplazan, una a 1.000 metros tierra adentro y otra a 4.000 mar afuera de la máxima marea, totalizando una superficie que supera las 20.000 hectáreas.
El complejo está formado por seis promontorios que afloran a pocos metros de la costa, los cuales son los islotes Lobos, que le da nombre al Parque Nacional; La Pastosa, Redondo, Ortiz Norte, Ortiz Sur y de los Pájaros. En este sentido, el Islote Lobos es el más septentrional del archipiélago, en tanto que La Pastosa es el de mayor superficie. En dirección sudeste se encuentra el islote Redondo, y luego los tres restantes. A su vez, el islote Lobos es exclusivamente rocoso y sin vegetación, en tanto que los demás están cubiertos por material sedimentario más reciente, incluyendo arena, conchilla y guano, con vegetación arbustiva alta y densa.
Otro accidente geográfico destacado del área lo constituye la Punta Pozos. Se trata de una estrecha lengua rocosa de 1 kilómetro de longitud, cubierta por sedimentos más recientes y parches de abundante vegetación xerófila. Dicha punta se adentra en el mar, y aún durante las pleamares queda conectada al continente por una lengua de rocas y grava.
Una gran diversidad de especies que llaman hogar al Islote Lobos
El Parque Nacional Islote Lobos destaca por la importante concentración de colonias reproductivas de diferentes especies en un área reducida. En el islote Lobos se reproduce el lobo marino de un pelo, mientras que en los islotes La Pastosa, Redondo, Isla de los Pájaros y Ortiz existen colonias mixtas de aves marinas y costeras, incluyendo la colonia de pingüinos de Magallanes más septentrional de la especie en el mundo.
Por su riqueza ornitológica el archipiélago forma parte de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves de Argentina (AICAS), debido a que sus características permiten poblaciones importantes de especies marinas y de humedal. En la zona nidifican el gaviotín real, el gaviotín pico amarillo y el sudamericano, la gaviota cocinera, biguás, varios tipos de garzas como las brujas, las moras y las blancas, el ostrero común y el negro, entre otras. Además, se pueden observar también gaviotas capucho café, flamencos australes y patos crestones.
Así también, la diversidad de avifauna en los montes cercanos a la costa incluye al jote cabeza negra, al jote cabeza colorada y al chimango, además de varias especies de pájaros cantores, incluyendo al cardenal amarillo, declarado en peligro de extinción. A su vez, en la zona de planicie y meseta relativamente alejada de la línea de marea se encuentran guanacos, zorros de la pampa, peludos, cuises, tortugas terrestres y zorrinos.
Gracias a ese ensamble de características naturales, el Parque Nacional Islote Lobos constituye un paisaje de importancia científica, económica y de alto valor estético, que a la vez conforma un sitio de extrema vulnerabilidad que merece ser manejado adecuadamente.