A los 93 años murió un actor fundamental para la cultura argentina: el gran Pepe Soriano. Nacido el 25 de septiembre de 1929 fue actor, autor y director con una destacada trayectoria en cine, radio, teatro y televisión.
Se inició en el teatro independiente de la Facultad de Derecho y debutó con Sueño de una noche de verano en el Teatro Colón en 1953. Trabajó con los mejores directores de teatro y de cine.
Interpretó personajes emblemáticos como el alemán Schultz en La Patagonia Rebelde, Lisandro de la Torre en Asesinato en el Senado de la Nación o La Nona. Realizó 60 películas, entre las cuales figuran Juan Lamaglia y Sra., Pubis angelical, Lugares comunes, Espérame en el cielo, El brindis, El último tren, Nocturna, Una sombra ya pronto serás.
Participó en el mítico Teatro Abierto y en obras como Lisandro, El Padre, El Violinista en el Tejado, Mi bella dama, Visitando al Señor Green, entre muchas otras.
En televisión formó parte de ciclos como Club de novios, Matrimonio feliz se necesita y Yo soy porteño.
Durante seis años se exilió en España escapando de la dictadura cívico militar de Argentina. Su calidad interpretativa le abrió muchas puertas en Madrid, y tras retornar a la Argentina, volvió de nuevo a Madrid para participar en series como Miguel Servet, la sangre y la ceniza y La huella del crimen.
Recibió varios y merecidos premios y reconocimientos como el María Guerrero, el Fondo Nacional de las Artes, el ACE , el Martín Fierro, el Estrella de Mar, el Cóndor de Plata y el Premio Konex, entre otros.
En 2021, en la 36º edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata el actor recibió el Premio «Astor Piazzolla» a la trayectoria artística.
Una de sus últimas apariciones en público fue este año en el Centro Cultural Kirchner cuando el Ministerio de Cultura le realizó un homenaje por su trayectoria al actor Héctor Alterio. Una ovación de pie aplaudió su ingreso a la sala. Meses después, el ministro de Cultura, Tristán Bauer, mantuvo un encuentro con él en su casa.
Fue un gran defensor de los derechos de actores y actrices. Se desempeñó como secretario de Cultura de la Asociación de Actores y fue presidente de SAGAI.
Fue un maravilloso actor y un hombre comprometido con su país y su tiempo. Deja un gran vacío en la cultura pero también un legado que perdurará.