Con las nuevas disposiciones, los gobiernos locales pueden impoer sus propias restricciones. El país superó en los últimos tres días los 10.000 contagios diarios por primera vez desde el inicio de la pandemia.
Tras cinco días con récords de casos de coronavirus, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, decretó nuevas medidas «urgentes» para contener la enfermedad, incluyendo que los Gobiernos locales impongan sus propias restricciones y la habilitación a que las secundarias dicten clases a distancia «en caso de particulares riesgos» de contagios.
Luego de un fin de semana con más de 10.900 casos diarios, Conte agregó anoche una nueva batería de medidas a las ya anunciadas la semana pasada y estableció que bares y restaurantes puedan abrir solo de 5 a 24, con un máximo de seis personas por mesa en todo el país, y que luego de las 18 solo puedan servir en las mesas y no en barra.
Este lunes, en el primer día de vigencia de las nuevas medidas, el ministerio de Salud informó de todos modos 9.338 contagios, una fuerte baja frente los 11.705 anunciados ayer.
Con el nuevo decreto, los alcaldes pueden disponer «el cierre al público, pasadas las 21 horas, de calles o plazas de núcleos urbanos, donde se puedan crear situaciones de aglomeración, sin perjuicio de la posibilidad de acceso y salida a comercios legítimos y domicilios particulares».
Sin embargo, algunos alcaldes, como el jefe comunal de la norteña Bérgamo, Giorgio Gori, criticaron la disposición porque delega la responsabilidad de establecer zonas rojas en los Gobierno locales.
«Para cerrar una plaza con cinco vías de acceso necesito al menos 10 policías. ¿Quién me los va a mandar? ¿Cómo hago para controlar al mismo tiempo la apertura de los negocios? Esa norma es inaplicable», criticó Gori.
Bérgamo fue una de las ciudades más golpeadas durante la primera ola de la pandemia en Europa, y alcanzó relevancia mundial cuando camiones del Ejército debieron llevarse cuerpos de víctimas que no tenían lugar en los abarrotados cementerios de la zona.
Desde la sureña Bari, el alcalde Antonio Decaro criticó que el Gobierno haya querido «descargar la responsabilidad de los cierres a los alcaldes: no es posible que los alcaldes cierren las plazas y las calles de la vida nocturna: no podemos controlar», planteó en declaraciones radiales.
En ese marco, el subsecretario del Interior Achille Variati aclaró que «el Estado no abandona a las comunas, sino que los alcaldes, que son las autoridades sanitarias locales, podrán decidir los cierres junto a los prefectos» de las fuerzas de seguridad.
Con las nuevas disposiciones vigentes desde hoy, las escuelas se mantienen abiertas y se posibilitan las entradas «escalonadas» con turnos vespertinos para evitar las aglomeraciones de estudiantes en los establecimientos.
De todos modos, las escuelas secundarias podrán volver a la modalidad de enseñanza por Internet en caso de riesgo elevado de contagios.
El nuevo decreto, vigente hasta el 13 de noviembre, dispone además la prohibición de organizar congresos, ferias y fiestas locales, y solo permite la realización de los encuentros con carácter nacional o internacional.
«El país no puede permitirse una nueva cuarentena que terminaría por comprometer a todo el tejido económico», justificó Conte al anunciar las nuevas medidas, que se suman al uso obligatorio de barbijo en todo el país.
Entre el viernes y el domingo, Italia superó cada día, y por primera vez, los 10.000 contagios diarios por coronavirus, luego de que los casos fueran aumentando sin pausa tras ubicarse en un 2.500 al día a inicios de octubre.
Conte no ha descartado que el país deba afrontar en Navidad una nueva cuarentena total, como tuvo entre marzo y mayo.
Hasta el momento, 36.616 personas murieron por coronavirus en Italia, incluidas 73 en las últimas 24 horas.
Fuente: Télam