Esta semana, en el Ciclo de Encuentros virtuales, organizado por el Departamento de Capacitación y Formación Profesional, a cargo de Ana María Miñones, se desarrolló una capacitación imprescindible para quiénes están en contacto directo con huéspedes y clientes. En dos jornadas, se sumaron más de 400 empresarios y profesionales de todo el país.
ctor de primeros auxilios, formador de formadores, ex director general de Socorros de la asociación.
Durante las dos jornadas, subrayó que es importante tomar conciencia sobre el valor de la prevención y la necesidad de ofrecer una respuesta solidaria y responsable, ante el sufrimiento ajeno. Recibió muchas consultas sobre casos puntuales que pueden ocurrir tanto en establecimientos hoteleros como gastronómicos. Enfatizó en la recomendación de capacitar al personal para que puedan socorrer con seguridad a huéspedes o clientes.
Revisar
¿Cuáles son los pasos para hacer primeros auxilios? Revisar, llamar y atender. El especialista explicó: “Se debe revisar el lugar de la emergencia, la escena, prestando atención a los sentidos, a través de lo que veo, huelo, escucho, percibo. Y automáticamente vamos a saber si podemos ofrecer esta ayuda. Mucha gente tiene ganas de ayudar y no evalúa la situación, y puede transformarse en otra víctima. La escena tiene que estar segura para la persona que ayuda”. Hay que revisar qué tipo de peligro existe, qué pasó, cuántas personas están afectadas, si hay algún peligro inmediato, si alguien más puede ayudar…
El segundo paso es revisar cómo está la víctima: “¿Qué me puede mostrar con solo observar o escuchar? Si habla o se mueve, le funcionan dos órganos vitales, el corazón y los pulmones. Si no se mueve, hay que acercarse y tener en cuenta la bioseguridad”. Hay que evaluar el estado de conciencia. “Se puede tocar en los hombros suavemente a la persona y hablarle, observar si responde a estos dos estímulos, ser empático, presentarse, consultarle qué le pasó, cómo perdió la conciencia y mantenerla en el piso. No permitimos que la víctima se mueva ni la vamos a mover”, informó, y agregó: “Si está inconsciente, está en riesgo de vida, se trata de una emergencia. Es preciso ver si respira, si lo hace con dificultad, si sufre sangrado”. Para corroborar que está respirando, se puede poner una mano sobre el abdomen de la víctima. Además, si está inconsciente, es preciso poner a la persona de costado para que no se ahogue ni se asfixie. “De esta forma se evitan obstrucciones respiratorias. Lo más importante es que continúe respirando. Por otra parte, si está inconsciente o pierde la inconciencia delante nuestro, hay que tomar el tiempo o pedirle a alguien que lo haga. También podemos ponerle ropa encima, porque generalmente tienen frío y, además, si están los músculos relajados pueden no controlar esfínteres, y de esta forma estamos salvaguardando el pudor de la víctima”. A su vez, a la hora de ayudar, aconsejó utilizar guantes descartables.
Llamar
El segundo paso es llamar a emergencia. “En los establecimientos, se puede poner en marcha un protocolo interno para activar en estos casos, que debe ser conocido por todo el equipo. Se deben tener a mano los números de teléfono de emergencia y del servicio de emergencia privada”. Para recordar: el 107 es emergencia a nivel nacional, y se complementa con el 911, que es un call center, recibe llamados y deriva. En este caso, dijo que hay que considerar que, en los primeros auxilios, el tiempo cuenta. Con el 100, en cualquier parte del país, se llama a los Bomberos; mientras que el 101 comunica con el comando radioeléctrico de la Policía. Dijo que, ante una emergencia, es recomendable llamar a todos los números disponibles: “El primero que llega, atiende”. Y destacó la diferencia entre emergencia, cuando hay riesgo de vida, y urgencia. La persona que llama al servicio de emergencia debe darle detalles de la situación de la víctima: “Si le decimos que está inconsciente, ya deducen que es un caso de alta prioridad. Cuando llega el médico, hay que ofrecerle toda la información que pudimos observar o recabar, ya que le va a servir para reforzar el diagnóstico”. Agregó que la palabra “inconsciente” es la correcta para definir la emergencia (no se usa desmayo ni otro sinónimo).
Atender
El tercer paso es realizar una evaluación secundaria: “Mientras esperamos al servicio de emergencia, podemos obtener más datos sobre el estado de la víctima. Comenzamos tocando la cabeza con las manos, que debemos observar inmediatamente para ver si hay sangre. Y así recorro todo el cuerpo, dejando los brazos para el final. Estamos buscando lesiones. Hay que estar alerta por si se mueve o se queja cuando tocamos alguna parte, quiere decir que puede haber alguna lesión”.
Otras emergencias
• Hemorragia: Toda salida de sangre es una hemorragia. Para controlar una hemorragia activa, rápidamente se debe hacer presión directa en el lugar donde sale sangre, con la mano sobre un vendaje estéril o un apósito limpio preferentemente. Si el apósito se llena de sangre, se debe poner otro arriba. Nunca se saca el primer apósito colocado porque funciona como tapón. También se puede improvisar un vendaje compresivo con ropa, por ejemplo. Cuando hay elementos clavados se dejan, ya que al retirarlo se puede ocasionar mayor lesión o destapar la herida. Si el elemento es largo, hay que contenerlo para que no se mueva, pero nunca retirarlo.
• Obstrucciones de vía aérea por cuerpo extraño: Cuando alguien se atraganta, el organismo reacciona tosiendo. No hay mejor mecanismo para desobstruir que la tos. Si está tosiendo respira, por eso, hay que motivar a que tosa. Si deja de toser y se lleva una o las dos manos al cuello, es síntoma que no puede respirar, y puede entrar en pánico. En este caso, la maniobra es inclinar a la persona hacia adelante, sostener del pecho con un brazo y dar 5 golpes fuertes en la espalda. Al comprimirse el tórax y los pulmones con el golpe, permite que el elemento salga. Si este método no da resultados, hay que hacer otra maniobra: se rodea a la persona por detrás con los brazos a la altura de la cintura; se ubica el ombligo con una mano y se coloca el otro puño cerrado contra el abdomen; se sujeta el propio puño, y se hace una serie de 5 presiones hacia adentro y hacia arriba. Y se repite hasta que el objeto salga. En el caso de bebés, se puede dar 5 golpes en la espalda, con el cuerpo en plano inclinado con la cabeza más baja. Cuando lo elimina, el bebé comienza a llorar. No hay que incorporarlo rápidamente, para que termine de eliminar todo. Si no da resultado, con dos dedos se hacen 5 compresiones en el pecho, la otra mano hay que ubicarla fija en la espalda. Si la persona pierde el conocimiento, porque no respira, se hacen maniobras de reanimación.
• Paro cardiorrespiratorio: Si la víctima está inconsciente y respira, hay activar servicio de emergencia. Si la víctima está inconsciente y no respira o dudo que respira, aviso al servicio de emergencia y hago maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP). Se debe realizar compresiones toráxicas -en el centro del pecho-, fuerte y rápido, hasta que llegue el servicio de emergencia. Se bombea para que la sangre circule, a un ritmo de 100 compresiones por minuto. En caso de cansancio de la persona que ayuda, debe ser reemplazado por otra persona hasta que se inicie la respiración o llegue el médico. En caso de contar con Desfibrilador, hay que encenderlo y seguir sus instrucciones. La victima tiene que estar apoyada en una superficie dura, en el piso.
• Convulsiones: Hay que mantener la calma y pedir ayuda. Proteger de posibles lesiones. Jamás introducir objetos en la boca. Poner debajo de la cabeza una almohada o ropa para evitar que se golpee. Observar los detalles de la crisis para ofrercele información al médico.
• Fiebre alta: Significa que algo funciona mal. No automedicar a menos que los padres tengan instrucciones previas de su pediatra. Se pueden poner paño de agua a temperatura del cuerpo o tibia, en la nuca, las axilas o las ingles, que es donde pasan los sensores de temperatura del cuerpo. Si la temperatura desaparece, igual hay que consultar al médico. Si no se pude controlar la fiebre, los niños podrían tener convulsiones. En caso de adultos, no sufren convulsiones, sino alucinaciones o delirios. Hay que activar servicio de emergencia o ir a una guardia médica.
• Mordeduras: Hay que limpiar la herida con agua potable. Si hay colgajos, se limpia y se vuelve a colocar en la posiciona anatómica, se venda y se va a una guardia médica. Si en el destino existen animales ponzoñosos, hay que informar al huésped para que tome recaudos. Si se produce la mordedura, no hay que hacer torniquete ni succión, ya que el veneno ya está en el torrente sanguíneo. Se debe limpiar la zona, mantener a la víctima en reposo y llamar a emergencia o trasladarla al centro especializado o a la guardia médica, que tienen el suero antiofídico. En caso de picaduras de arañas o alacranes, es preciso ir a la guardia para que se evalué el caso.
• Quemaduras. El agua de la canilla es lo óptimo para disipar el calor, debe dejarse por 10 minutos. No se deben tocar las ampollas. Después de enfriar, hay que cubrir la herida y trasladar a emergencia, para que el médico diagnostique y medique.
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