Se iniciaron negociaciones con una empresa que busca que el emblemático sitio pueda reabrir sus puertas con una propuesta moderna que respete y rescate la infraestructura original de la obra.
El Ente Tucumán Turismo evalúa diferentes proyectos (uno de ellos en la foto) para conservar la estructura original.
El entorno majestuoso de la Primera Confitería, de San Javier, podría volver a maravillar a los tucumanos y los turistas que eligen la provincia, con una propuesta gastronómica moderna, y un proyecto que respete y conserve su infraestructura original.
El Ente Autárquico Tucumán Turismo (EATT) se encuentra en conversaciones con un potencial inversor del sector privado, y abierto a escuchar otras propuestas con el objetivo de volver a poner en valor este sitio, uno de los bienes integrantes del patrimonio cultural de la provincia. Por ese motivo, el trabajo se realiza conjuntamente con la Dirección de Patrimonio Cultural del Ente Cultural de Tucmán.
Esta semana se comenzaron tareas de desmalezamiento en la propiedad, patrimonio de la provincia.
“Este lugar está lleno de recuerdos para los tucumanos. Tenemos ahora la oportunidad de rescatar su historia y ofrecer a las nuevas generaciones una nueva propuesta”, remarcó el presidente del EATT, Sebastián Giobellina.“Estamos evaluando la propuesta de un empresario para volver poner en valor este edificio histórico y hacerlo nuevamente una parada obligada para quienes visitan el cerro”, agregó.
Un poco de historia
Emplazada en la ladera este del cerro San Javier, la Primera Confitería fue históricamente un lugar emblemático que llenó de orgullos y anécdotas a los tucumanos. Fue inaugurada el 22 de mayo de 1938 y actualmente se encuentra sumamente deteriorada.
Desde su apertura estuvo a cargo de distintas concesiones que garantizaron su funcionamiento hasta fines de la década del 80. Durante los 90, el predio comenzó a perder su encanto y hubo un último intento de renovar su concesión a mediados del 2.000,sin éxito.Cerrado por aquellos años, el lugar fue posteriormente vandalizado en reiteradas ocasiones. Además, la acción del ambiente causó daños en su infraestructura.
La Primera Confitería fue inaugurada en 1938. Los tucumanos guardan gratos recuerdos de este lugar.
Esta nueva iniciativa busca rescatar su encanto y ampliar la oferta gastronómica, cultural y turística de nuestra provincia.