La representante de la Federación participó activamente y tuvo un rol destacado en la 113ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), organizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra.
En esta nota, se comparte el discurso de Verónica Sanchez, quien fue elegida Representante del Sector Empleador de Argentina en la Sesión Plenaria de la 113ª Conferencia.
El 12 de junio de 2015, la conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo adoptó la Recomendación Nro. 204. Dicho instrumento tuvo por fin abordar la informalidad como un problema estructural de los países y transversal, en mayor o medida, a todos ellos estableciendo políticas y enfoques integrales que permitieran promover la Transición de la Economía Informal a la Economía Formal.
Diez años pasaron desde su adopción y, sin embargo, esta problemática -que está tan o más vigente que entonces- vuelve a convocar a gobiernos, trabajadores y empleadores del mundo, ocupando un lugar central en la agenda de esta conferencia.
¿Qué paso entonces durante esta década?
Pasó de todo y todo pasó muy rápido, a una velocidad impensada que se nos hace hasta difícil recordar cómo eran nuestras vidas y nuestros trabajos en aquel momento. Guerras, revolución tecnológica, hasta nos pasó una pandemia. Sin embargo, los nieles de informalidad continúan siendo inaceptables, perjudicando y afectando la vida de las personas y el entramado productivo
Queda claro que lo que se hizo no resulto, y es necesario cambiar el enfoque. Las soluciones no son mágicas, ni pueden venir de un solo sector. No podemos seguir luchando contra este flagelo, basándonos únicamente en la elaboración de diagnósticos. Ese camino está claro no conduce a ningún lugar. Tampoco podemos seguir profundizando las mismas medidas que hasta aquí se implementaron, ya que la situación actual y las estadísticas demuestran que todas ellas fracasaron.
Ya está todo dicho, ahora lo se requiere es una fase de implementación efectiva, con un enfoque innovador de políticas y estrategias integradas. Un llamamiento a la acción. Está claro que no se puede combatir a la informalidad con más regulaciones, y normas regidas, aplicando un régimen de control y sancionatorio contra las empresas, que más bien parece provocar el efecto contrario.
Debemos terminar con los pensamientos obsoletos y estereotipos. Debemos ser resilientes. Se necesita un entorno propicio para el crecimiento, empresas fuertes, productivas y competitivas, políticas atractivas de formalización, simplificación registral, incentivos, políticas diferenciadas para las pequeñas y medianas empresas, promover la educación prestando atención a los sectores más vulnerables. Solo de ese modo lograremos iniciar el camino que nos permita el tránsito hacia la formalidad para llegar a la meta que todos nos propusimos: ” trabajo decente, productivo y libremente elegido”.