Se apuesta por impulsar un espíritu de resiliencia, fomentar el trabajo conjunto con el gobierno de cada país y coordinar acciones con organizaciones de la sociedad civil
La COVID-19 ha revelado los problemas estructurales de la normalidad social que se ha venido construyendo en una dimensión global. Las desigualdades e inequidades estructurales, y otras fragilidades se develaron en una inmensa magnitud
Saadia Sánchez
La inesperada crisis de la COVID19 y el confinamiento global sacudió al mundo entero en unos pocos meses y ocasionó especial estragos en aquellas comunidades que se enmarcan dentro de un esquema de cercanía, comercios de proximidad y entornos reducidos. Ese modelo prima, mayoritariamente, en los geoparques, aquellos territorios que se desarrollan desde la promoción turística de sus espacios en una economía a escala local.
Frente a un escenario adverso acentuado por una desanimada proyección a futuro, el programa de Geoparques de la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe convocó un ciclo de webinars para impulsar un desafío a nivel regional enlazado con el concepto de resiliencia: ¿cómo pueden estos territorios adaptarse a los nuevos retos que surgen en la actualidad?, se cuestionó. La respuesta que surgió fue la de fomentar un cambio de paradigma.
Durante dos encuentros virtuales, con más de 120 participantes provenientes de diversas localidades de América Latina y El Caribe, distintos referentes de los geoparques regionales compartieron el trabajo que realizaron en sus territorios durante la pandemia y expusieron, también, las diferentes acciones que adoptaron por y para la resiliencia de los territorios y sus comunidades autóctonas, contemplando, a su vez, la diversidad cultural y social que identifica a cada uno de los países representados en la red de Geoparques latinoamericana presentes en el webinario.
Los Geoparques son nuestros museos al aire libre y es necesario entender el rol que cumplen en y para sus comunidades, demostrando su capacidad de trabajo resiliente mediante su poder de adaptación a las nuevas circunstancias y su continuo esfuerzo por lograr un futuro mejor para ellos y las poblaciones locales
Lidia Brito
Para enfrentar la nueva normalidad, la mayor coincidencia fue que cada territorio pueda activar internamente un nuevo paradigma colaborativo de contención entre sus actores, enlazado, además, con una red de organismos gubernamentales de cada país, asociaciones de la sociedad civil e instituciones educativas. Se compartió, en esa línea, el resultado exitoso que arrojaron determinadas acciones vinculadas con esa sinergia, que activaron el compromiso de trabajo conjunto con el objetivo de salvaguardar, proteger y fortalecer los sectores sociales más vulnerables.
La tecnología, en este nuevo esquema, asume un rol preponderante y se implementa como una herramienta fundamental para reforzar la resiliencia y fomentar la comunicación entre el geoparque y la comunidad, al exterior e interior de la organización de cada territorio.
De acuerdo a las diferentes exposiciones, el turismo y comercio local y las pequeñas y medianas empresas fueron las áreas de trabajo más afectadas por la crisis y donde se debió focalizar la mayoría de los esfuerzos para mantener encendida la actividad dentro de cada geoparque. Se replantearon el modelo turístico convencional y se trabajó con el patrimonio cultural tangible e intangible, entre otros aspectos destacados durante el coloquio.
Ambos eventos contaron con la participación de jerarquías de la UNESCO: Lidia Brito, directora de la Oficina de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe, con sede en Montevideo, y Saadia Sanchez, Directora de la oficina UNESCO en Quito y Representante para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela.
Fuente: UNESCO