Lo aseguró el director del Hospital Zonal de Bariloche, Leonardo Gil, quien destacó que las medidas que tomó la Provincia frente a la pandemia «se hicieron en el momento justo, hicieron bajar los casos, superar momentos muy duros y de tensión en la terapia intensiva, y esas decisiones dieron resultados».
“Hoy estamos bajo los 900 casos en Bariloche, con un descenso real y visible de personas que vienen al hospital, y una baja más lenta de la internación en terapia intensiva y camas generales, lo que muestra la gravedad y agresión que tiene este virus”, agregó el médico.
Expresó su alegría por estos resultados y felicitó “a la población porque todos acatamos y respondimos a los lineamientos de las autoridades”, instando a seguir respetando los cuidados básicos de la pandemia y las medidas dispuestas.
Advirtió que aún es preocupante la mayor agresividad que tiene el COVID en esta segunda ola y con nuevas cepas, y explicó que en estos meses la gente entra al hospital ya con neumonía bilateral y dificultad respiratoria.
Además destacó que bajó la media de edad de los pacientes graves que deben internarse, que este año es de 54 y el año pasado era de 60.
“Fallece gente joven, los partes hablan de 26, 34 años, y sabemos que detrás hay familias con mucho dolor, esto es lo que queremos evitar cuando salimos todos los días a pedir que se cuiden”, afirmó.
Gran descenso de casos
Las estadísticas oficiales de la evolución del COVID en Río Negro muestran claramente que las restricciones decretadas por la gobernadora Arabela Carreras el 28 de abril para Bariloche, sumadas al respeto y esfuerzo de los vecinos, forzaron drásticamente a la baja los contagios, que pasaron del pico de 176 casos positivos del día anterior a los menos de 50 de los últimos días.
Promediando mayo, con la curva en franco descenso, el DNU de Nación del sábado 22 –con vigencia desde el lunes 24- mantuvo el ritmo de caída de contagios en el mismo nivel, ya que para Bariloche las medidas provinciales ya eran muy restrictivas.
La Gobernadora había anticipado las medidas de su último decreto porque la suba de contagios era preocupante: el 25 de abril hubo 98 casos positivos. El 26 saltaron a 126. El 27 fueron 271. Y el 29 llegaron al récord de este año de 176 nuevos contagios.
En los totales de casos activos (resultado de restar las altas médicas de pacientes) Bariloche registraba 1.885 el 29 de abril y 950 el 12 de junio. Una baja en la curva de más de 900 activos en poco más de un mes, fundamental para aliviar al sistema de salud, al límite hasta hace 10 días.
A la par, los promedios semanales subieron y bajaron menos dramáticamente: la media móvil de 7 días pasó de 100 a mediados de abril a 161 a finales de mes; para iniciar la caída por debajo de 70 al inicio de junio y a 42 el 12 de este mes.
l mayor alivio se produjo el domingo 6 de junio, cuando se registraron 25 positivos, aunque la estadística se ve favorecida por el día no laborable, cuando caen los testeos y concurrencia al hospital o clínicas. Ese día el promedio semanal marcó 49,7, también registro alentador.
El DNU presidencial mantuvo su vigencia hasta el 30 de mayo, por lo que las medidas se retrotrajeron a antes del 22, que ubicaba el conglomerado de Bariloche y Dina Huapi en fase DISPO (sin aislamiento).
Y el Gobierno de Río Negro estableció algunas aperturas, dispuestas en base al progreso de la situación epidemiológica, en especial en la presencialidad en las clases de Preescolar, Primaria y Especial, alentadas por datos estadísticos que demuestran que los contagios no se producen en el ámbito educativo.