Con profesionales reconocidos en el mundo, una infraestructura altamente desarrollada y, en especial, una distinguida calidez en la atención posicionan al país dentro del Top Five en América Latina. Aquí, te contamos las razones.
Tres Premio Nobel relacionados con la medicina, como Bernardo Houssay (1947) -primer latinoamericano premiado en el área de las ciencias-, Luis Leloir (Química en 1970) y César Milstein (1984), universidades de prestigio internacional, reconocidos hospitales y clínicas y, fundamentalmente, la dedicación y el cuidado de los profesionales con sus pacientes son, quizás, las características más importantes que distinguen a la República Argentina a la hora de hablar de las ciencias médicas.
Si a esto se le suma la capacidad receptiva de un pueblo acostumbrado a recibir inmigrantes, más la accesibilidad en términos económicos, el combo resulta perfecto para el desarrollo del Turismo Médico.
“Desde que asumimos en INPROTUR, nos propusimos impulsar los diferentes productos turísticos de Argentina, que creemos tiene un enorme potencial. Uno de ellos es el Turismo Médico. A lo largo de su historia, nuestro país ha estado en la vanguardia de la medicina en la región y así nos lo hacen notar los y las turistas que confían en Argentina para realizarse alguna intervención o simplemente consultar a nuestros profesionales”, destaca el Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional de Promoción Turística (INPROTUR), Ricardo Sosa.
Producto valioso
“El Turismo Medico es la práctica de viajar a otro país con el objetivo de recibir algún tipo de prestación, tratamiento o atención médica curativa, estética, preventiva y de bienestar. Es una exportación de servicios de salud, pacientes que salen de sus países de origen para recibir atención médica”, explica el titular de la Cámara Argentina de Turismo Médico (CATM), Miguel Cané.
Cabe señalar que en 2019, antes de la pandemia, arribaban al país alrededor de mil turistas médicos por mes con estadías promedio 4 o 5 veces mayores a las de un Turista Convencional -entre 3 y 6 semanas- dependiendo del tipo de intervención, con un ingreso anual de 200 a 250 millones de dólares promedio.
Por otra parte, es importante añadir que en la cadena de este producto turístico, una larga lista de actores participa, como instituciones médicas, hotelería, agencias de turismo, facilitadores médicos, corporaciones auto aseguradas, derivadores médicos, aseguradores de salud, entre otros.
“Cuando comenzamos a trabajar en 2010, Argentina no estaba ranqueada en Turismo Médico. En 2015 ya estábamos en el Top Five de Latinoamérica. Hoy existen a nivel mundial mediciones con un ‘índice de Competitividad’, que mide: Ambiente país, Industria de Turismo Médico e Infraestructura y Servicios, y hemos escalado ya al cuarto lugar”, agrega Cané, quien mostró su agradecimiento al ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, INPROTUR, la Cámara Argentina de Turismo (CAT) , Cancillería, ministerio de Economía, Provincias y ciudades del país por el apoyo a su promoción y desarrollo.
Quiénes y para qué
Hasta antes de la pandemia, el origen de los pacientes que llegaban al país eran en su mayoría de América Latina (47%), seguidos por los de Estados Unidos y Canadá (24%) y Europa (22%).
La medicina curativa (48%) era la más solicitada a la hora de buscar servicios médicos en nuestro país. En segundo lugar, las estéticas (34%) y la Preventiva y Bienestar (18%) más atrás. Otras prácticas muy solicitadas tienen que ver con la traumatología, cardio, liposucción y wellness, entre otras.
La privilegiada geografía argentina, con su enorme variedad de recursos, bellezas paisajísticas y sus climas confortables también son incentivos para los pacientes que, a su vez, buscan lugares apropiados para que la recuperación sea ideal.
“La seguridad sanitaria, comidas saludables, agua potable, atención médica de urgencia las 24hs, un país cuyas catástrofes naturales están minimizadas, precios muy competitivos, un menú muy completo de prestaciones médicas, calidad y complejidad de las mismas y no tener listas de espera como algunos países de Europa o Norteamérica también nos distinguen”, completa Cané.