Son áreas protegidas andino-patagónicas que conservan más de un millón de hectáreas hacia la frontera con Chile e incluyen valiosos bosques nativos, glaciares y lagos.

Este 11 de mayo los Parques Nacionales Lanín, Los Alerces, Lago Puelo, Los Glaciares y Perito Moreno celebraron su 85° aniversario, en conmemoración de la firma en 1937 del decreto nacional que las declaró reservas con destino a convertirse en Parques Nacionales.

De esta manera, a través del Decreto Nº 105.433, el Estado Nacional proyectaba más de un millón de hectáreas protegidas hasta la frontera con Chile, en los territorios lejanos e inaccesibles al oeste de las provincias de Neuquén, Chubut y Santa Cruz, abarcando en esta superficie bosques andino-patagónicos, glaciares y lagos.

Estos inmensos bosques nativos albergan grandes reservas de agua potable y son un componente esencial de los delicados ecosistemas que benefician a cientos de actividades económicas vinculadas a la calidad de este recurso vital.

Declarado Sitio de Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1981. Preserva una extensa área de hielos continentales y glaciares, de bosque andino-patagónico austral y sectores de la estepa patagónica. Es el más extenso de los Parques Nacionales argentinos.

El glaciar Perito Moreno adquiere relevancia turística debido a su fácil acceso, su imponente belleza y un singular evento natural: el periódico proceso de ruptura de su frente. El paisaje se completa con la presencia de lagunas y ríos de deshielo, lagos y cerros imponentes como el Chaltén o Fitz Roy y el Torre.

La especie emblema de este Parque es el huemul, un ciervo robusto y de patas cortas, muy útiles para trepar por las laderas montañosas. Está considerado en peligro, por lo que fue declarada Monumento Natural Nacional en 1996.

Es el Parque más agreste de la Patagonia andina. Paraíso del caminante, este Parque cuenta con una moderna red de senderos y refugios para pasearse entre sus espectaculares paisajes.

En la estepa, los arbustales y pastizales de coirón dominan el paisaje en el que se han formado una serie de lagunas. Allí se refugian patos, cauquenes y flamencos. En los bosques patagónicos, la lenga es la principal especie arbórea, acompañada por el ñire.

El área contiene además importantes evidencias de antiguas ocupaciones humanas en forma de aleros con pinturas rupestres y otros restos arqueológicos.

Fue declarado Sitio de Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2017. El Parque contiene el sector de selva valdiviana de mayores proporciones en suelo argentino. En sus frondosos y añosos bosques se encuentran los representantes más australes de caña coligüe, arrayán, coihue y alerce.

Entre los animales se destacan mamíferos como el pudú o venadito, el gato huiña, algunas de las principales poblaciones de huemul; aves como el pato de los torrentes y la paloma araucana; y anfibios como la ranita grácil y la rana Batrachyla fitzroya, exclusiva del lago Menéndez, donde fue recientemente descubierta.

Se puede visitar durante todo el año, aunque es recomendable hacerlo a fines de primavera, en verano y a principios de otoño. Entre las actividades que se pueden hacer en el Parque destacan senderismo y trekking, travesías en kayak, pesca deportiva, cabalgatas y excursiones lacustres.

El área protegida debe su nombre al principal cuerpo de agua que contiene, el lago Puelo, que desagua hacia el Pacífico. Allí se halla uno de los puntos más bajos de la Cordillera, a 200 metros sobre el nivel del mar.

La variedad de plantas es muy particular y única en la Argentina: allí crecen el avellano, el ulmo, el tique u olivillo y el lingue. Además, posee bosques puros de pitra o patagua y también extensos cipresales. Entre los animales habitan aves como el picaflor rubí y el pato de los torrentes; mamíferos como el huemul y el monito de monte, particular marsupial, y anfibios como la rana verde-dorada.

En el Parque pueden desarrollarse actividades como senderismo y trekking, pesca deportiva, cabalgatas, excursiones lacustres y, para quienes tengan un entrenamiento medio, paseos en bicicleta.

Además del emblemático volcán Lanín, que con sus 3.776 metros sobre el nivel del mar domina el paisaje, el área protegida incluye unos 24 lagos. Aquí se conserva una importante muestra del Bosque Patagónico y cuenta con 770 especies de flora, de las cuales 73 son exclusivas.

El lago Lolog es el punto de partida para realizar caminatas y cabalgatas, que, junto con otras actividades, unen a los espejos de agua que se suceden hacia el sur de San Martín de los Andes: los lagos Lácar, Nonthué, Hermoso, Meliquina y Filo Hua Hum.

En cada estación del año, los diversos ambientes ofrecen múltiples alternativas para conectarse con la naturaleza, cultura e historia de la región.