En el marco del Día de la Patria, el pasado 25 de mayo, el Faro Río Negro cumplió un nuevo año custodiando las costas del balneario El Cóndor y consolidándose como patrimonio histórico ya que mantiene su luz encendida desde 1887, convirtiéndolo en el más antiguo de los faros en servicio de la Argentina y el más longevo de la Patagonia.
Se trata de una estructura de gran porte que yace a tan solo 32 kilómetros de Viedma y nace sobre el acantilado a 45 metros sobre el nivel del mar, permitiendo apreciar desde su entorno un increíble paisaje donde el cielo y el mar se fusionan e invitan a poner en juego los cinco sentidos.
El faro, que permite visualizar a simple vista la maravillosa confluencia del Océano Atlántico y el río Negro, se encuentra ubicado en un sitio completamente estratégico, ya que esta vía fue considerada uno de los puntos imprescindibles a fines del siglo XIX para la expansión territorial de la Nación.
Actualmente, esta maravilla arquitectónica es uno de grandes atractivos que resguarda el Camino de la Costa en su recorrido a lo largo de la Ruta Provincial N° 1 y cobija playas de grandes extensiones con singulares características y distinguida flora y fauna que las vuelven únicas.
Su construcción
La construcción del faro, que comenzó el 8 de octubre de 1886 y duró apenas unos meses, fue impulsada por el gobernador rionegrino Lorenzo Vintter y el Teniente Coronel de la Marina, Martín Rivadavia, con el objetivo de facilitar la labor de los marinos para ingresar a la desembocadura del río Negro, que les significaba un gran obstáculo.
Aunque en la actualidad la estructura, conformada por una casa habitación hexagonal, una torre cilíndrica y una garita superior, mide poco más de 16 metros, en un comienzo solo alcanzó los 12 metros de altura.
Cabe destacar que apenas fue inaugurado el faro la iluminación se hacía mediante una lámpara de aceite, que luego fue reemplazada por un equipo a gas, después a kerosene y por último a gas acetileno. Ahora cuenta con una lámpara de 1000 watts, cuya iluminación alcanza cerca de 16 millas náuticas, es decir, unos 32 kilómetros, con una intermitencia de 10 segundos.
Patrimonio de la Humanidad
Hace cinco años, en el marco de su aniversario 130, el Faro Río Negro fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad con la finalidad de preservarlo como bien arquitectónico de relevancia mundial, es por esto que en su fachada se luce un escudo azul de la Organización de las Naciones Unidas que lo distingue como tal. Anteriormente, en 2007, había sido declarada Monumento Histórico Provincial.
Espacio para la reflexión
A escasos metros del faro se sitúa el Memorial de Malvinas, un monumento que se erige a orillas del acantilado en memoria de los combatientes que batallaron en el histórico conflicto bélico de 1982 e invita a realizar un paseo reflexivo.
El objetivo de este espacio es que cada visitante pueda meditar sobre el combate ante una insuperable vista al mar argentino y dar paso a las emociones, sintiendo los vacíos del muro que representan a cada uno de los soldados caídos.