Una historia fascinante que unió a dos grandes. La cadena Riu fue quien restauró y volvió a abrir las puertas del deslumbrante Edificio Plaza España, en Madrid, en septiembre de 2019, luego de estar cerrado al público nada menos que 12 años y que recuperó el esplandor que tenía en los años 50, cuando se erigió como el primer rascacielos de la capital española y uno de los mas altos de Europa.

En nuestro último viaje a Madrid, pensamos en que era una buena idea conocer el emblemático hotel de Gran Vía 84, frente a la Plaza de España, justo allí donde la Gran Vía es distinta y no se parece en nada a la mítica y mas importante arteria madrileña. Hicimos la reserva a través de la página del hotel y nos soprendimos que la tarifa incluyera desayuno, despues nos explicaron el por qué de esa estrategia de venta.

Luego de recorrer y experimentar cada rincón de sus instalaciones decidimos contactarnos con Laura Malone, jefa del Departamento de Comunicación de Riu Hotels, quien nos atendió muy amablemente, con el propósito de conocer mas detalles de la cadena y en particular de ese gigante que en sus 27 pisos cuenta con 583 habitaciones, puede albergar hasta 1200 huéspedes diarios y en un amplio salón de cien metros de largo, con casi 40 metros de góndolas con comidas y bebidas, brinda un desayuno buffet con capacidad para mas de 250 personas simultáneamente.

Laura, que se auto define como una profesional de la comunicación con más de 15 años de experiencia, destacó la alta ocupación del hotel durante todo el año, incluso en los meses de verano que suelen ser de baja en Madrid: «como hace muchísimo calor solía ser temporada baja pero se ha convertido en un hotel destino y no tiene valles, está permanentemente con la operativa muy muy alta, incluso en esos meses»-nos explicó.

«Brindar una tarifa con desayuno incluido es parte de la estrategia del producto que ofrecemos en ciudad, Riu es netamente una cadena vacacional; tenemos noventa y ocho hoteles y solo once son de ciudad, estamos en ubicaciones muy céntricas en Madrid, Londres, Berlín, Nueva York, Chicago y también en Guadalajara (México) y en prácticamente todos los hoteles ofrecemos la tarifa siempre con alojamiento incluyendo desayuno»- en ese concepto destacó que «es porque queremos que el huésped reciba ese servicio, esa gastronomía que brindamos en un hotel vacacional también en un establecimiento de ciudad».

Riu llegó en junio de 2017 a un acuerdo para adquirir el Edificio España al grupo Baraka, que se lo había comprado a su vez a la empresa china Delian Wanda, cuyos planes de demolición y reconstrucción fueron truncados por la entonces alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que anuló el proceso iniciado por el PP para rebajar su protección.

«Es un edificio emblemático de la Ciudad, el proyecto generó muchísima expectativa en toda España, ya que estaban muy contentos de que fuera una empresa del prestigio de Riu la encargada de darle vida nuevamente a ese histórico edificio, la puesta en valor hizo posible la continuidad de la Gran Vía que antes de la reapertura, pareceía que terminaba en esa esquina; sin embargo con el moviento del hotel y los locales comerciales que ocupan las partes bajas del edificio le han dado nuevamente vida a toda esa zona» -resaltó Malone.

El hotel Riu Plaza España es un hotel de 4 estrellas, fue el primero que abrió la cadena hotelera en Madrid y el más grande de la zona centro de la ciudad con una magnitud de 65.000 metros cuadrados y un área comercial de otros 15.000. Además en su piso 27 funciona al público un bar terraza, que cuenta con entrada independiente, para los visitantes, con un costo de 5 euros por la mañana y de 10 euros por la tarde y noche hasta su cierre a la hora 1 de la mañana; en los días de mucho público llega a recibir mas de 3000 visitantes. Obviamente los huépedes tienen acceso directo a todos los espacios de manera gratuita, incluso ingresar media hora antes que el resto del público y evitar las colas para sacar sus fotos en el balcón y las pasarelas de cristal.

La terraza cuenta con deslumbrantes panorámicas de 360º con vistas a toda la ciudad, en su bar se puede encontrar una interesante carta de tragos y para comer algo no muy sofisticado; y posee un mirador transparente que da a la Plaza de España. En el piso 26 funciona Eden gastrobar, que ofrece un menú de tapeos, hamburguesas, pizzas y algunos platos típicos españoles como la cazuela de callos a la madrileña con morcilla y chorizo ahumado por 13.5 euros, que probamos y estaba buenísimo, aunque hay que destacar que las porciones no son muy abundantes.

En ese sentido la Jefa de Comunicación de Riu destacó que «es la única terraza 360º de toda la ciudad, las vistas son únicas a 120 metros de altura, y totalmente despejadas, con una visual maravillosa al Palacio Real, La Gran Vía, Moncloa, el templo de Debod y el parque del Oeste entre otros y se ha convertido en un gran atractivo turístico de la ciudad de Madrid; incluso se pensó, y dio muy buen resultado, una idea muy atrevida que fue la construcción de una pasarela de cristal para que se pueda recorrer el total de la superficie sin tener que volver hacia atrás. El balcón se puso después pero se ha convertido en un verdadero éxito y a raíz de ello lo hemos replicado en otras ciudades como Chicago, que en la terraza de la planta 29 hemos incorporado un balcón de cristal y también en Guadalajara, que hemos inaugurado una terraza en el piso 45, en ese caso, y también va a tener su balcón panorámico».

Con respecto a la relación, del multifuncional edificio diseñado por los hemanos Otamendi, que albergaba hasta comienzos del siglo XXI el Hotel Crowne Plaza, un centro comercial, apartamentos y oficinas, con la cadena, resaltó que «parece que estábamos predestinados a terminar unidos, ya que el edificio se contruyó en 1953, el mismo año que nació RIU».

Entre las particularidades del hotel se destaca su sistema de ascensores, totalmente digitalizado y a através de la tarjeta de la habitación, el huésped puede acceder solamente a los pisos que tiene habilitados, para evitar que deambulen por cualquier planta y asimismo se organiza en seis ascensores el tráfico que se genera en nada menos que 27 pisos, con mas de mil personas alojadas y sobre todo en los horarios de mayor afluencia como suelen ser por la mañana en el desayuno y durante el check out.

Hay algunos puntos débiles que no llegan a opacar la estadía pero que se podrían mejorar. Uno de ellos es que no tiene servicio de botones a la habitación, el hotel es muy grande y hay cuartos que están muy escondidos y es difícil encontrarlos en un primer intento y mas aun cargando las maletas. Ya que estamos hablando de maletas, se pueden dejar hasta con 24 horas en depósito, previo al arribo al hotel, pero no se brinda servicio para dejarlas en depósito ni siquiera cobrando un fee, brindan un teléfono de un empresa que guarda por 25 euros diarios pero como huésped nos generó un trastorno. Madrid se ha transformado en un gran destino de compras y el hotel no cuenta con algo tan simple como una balanza para pesar el equipaje, algo que suele traer inconvenientes en los mostradores de las compañías aéreas.


Algo para destacar es su servicio de agua e infusiones con una cafetera en la habitación, con reposición diaria y sin cargo; en cuanto a amenities fue bastante decepcionante no encontrar un jabón de tocador sólido y solo los dispensers con líquidos y shampoo y crema de enjuague de la misma forma.

Orientado a la celebración de eventos posee su propio centro de convenciones, un salón de conferencias con una sala magna para 1.500 personas y uso versátil, con mas de cien metros de largo, lo que la convierte en la mas grande todo Madrid, que se puede dividir en hasta cinco espacios diferentes a través de despliegues laterales, donde se pueden hacer proyecciones o conferencias.

Otro capitulo aparte merece su desayuno, con amplia variedad y calidad de los alimentos. En impactante los metros de góndolas de las mesas bufet. En dos sectores, cocineros preparan sus especialidades a base de huevo (panqueques, omelet, tortillas, entre otros); hay buenos fiambres y quesos, salmón ahumado, y van a «flipar» -como dicen en España con un dispenser gigante de Nutella y otro de chocolate caliente para mojar los churros calentitos. Frutas y cereales de todo tipo, buena pastelería y hasta espumantes para los mas osados.

«Tengo la suerte de trabajar en una empresa en la que estamos en constante crecimiento y estoy en un área que tiene mucho para comunicar: se realizan todo el tiempo inversiones en producto, innovación tecnologica, y contamos con muchos proyectos ambiciosos, también en sostenibilidad»- resaltó Laura.

En relación a la Cadena en la cual trabaja desde 2008 destacó que «RIU Hotels es una empresa familiar con muchísima historia. Sigue estando en manos de la familia que la fundó, lo que es realmente muy importante, están muy involucrados en el día a día y tienen mucha historia que contar, pero a su vez con nuevos proyectos para seguir escribiendo esa rica historia»- concluyó.



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