Un ejemplo de liderazgo femenino e innovación representa Analía Lazaneo, directora de la bodega turística Artesana, quien introdujo al Uruguay, junto a Valentina Gatti, la cepa francesa Zinfandel y un vino Tannat rosado. El proyecto inició en 2007 y en 2011 salieron al mercado los primeros vinos finos con 3.000 botellas “Tannat 100%” y “Tannat Merlot”. Mientras en 2022 comercializan 45.000 botellas anuales de diversas variedades con un proyecto en expansión que va por el e-commers.
En el mes de la mujer y la vendimia, el Ministerio de Turismo de Uruguay recogió y publicó el testimonio de Analía Lazaneo, que lidera bodega Artesana y el 70% de su personal es femenino. Una bodega con espíritu femenino y “garra charrúa”, que obtuvo varios reconocimientos internacionales por la calidad de sus vinos y posiciona a Uruguay en el mundo.
Analía tiene 45 años, es sommelier, estudiante de Enología y Analista en Comercio Exterior. Tras estudiar Agronomía descubrió su pasión por la Enología y se dedicó 100% a ello. Estar al frente de Artesana le significó varios desafíos, aprendizajes y logros.
¿Cómo surgió la idea de Artesana?
Tras cursar toda la carrera de Enología inicié mis primeros pasos en bodega Bouza en diversos roles. Trabajé 3 años allí hasta que conocí al inversor de Artesana, Blake Heinemann. En 2006 Blake me plantea que arme un proyecto de bodega boutique. Su propuesta me dio mucha ilusión y allí invité a la Enóloga Valeria Gatti y diseñamos el proyecto en conjunto.
¿Cómo proyectaron la bodega?
Un pequeño viñedo y bodega para poder elaborar los vinos como nos gustaban. Vinos modernos, los que están conformados por al menos dos cepas de distinta uva, con manejo del viñedo para obtener la mejor uva que pudiéramos. Nos propusimos utilizar la cepa Tannat para crear algo diferente: el vino Tannat Rosado. Para ello, cosechamos la uva con una madurez como para elaborar un tinto, pero la vinificamos como un vino blanco.
¿Cuál fue su estrategia?
Íbamos a necesitar algo que nos diferenciara y que captara la atención. Hicimos una lista de variedades de uva y luego estudiamos qué estaba plantado y qué no en el Uruguay. Entonces captó nuestra atención la cepa Zinfandel, que es la principal uva de origen europeo, pero donde más se produce es en California y vimos que iba acorde con el dueño del capital inversor, que también es norteamericano.
Nuestra meta era poder elaborar vinos finos, y a eso nos dedicamos.
Lo pensamos que fuera de perfil exportador y por eso también tenía que estar el Tannat, cepa insignia de Uruguay, por esa razón la mitad del viñedo es Tannat. En 2007 se compró el terreno y plantó 4 hectáreas y 2008 se incorporan 4,5 hectáreas más.
En 2011 se construye la bodega y salió al mercado “Tannat 100%” y “Tannat Merlot”. Ese año exportamos 3.000 botellas y hoy comercializamos 45.000 anuales. Nuestro personal son 14 personas entre el área administrativa, ventas, bodega y viñedo y el 70% son mujeres.
¿Qué significa la vendimia para ti?
Es el resultado todo un año de trabajo, dependiendo del mismo nos genera alegría o nervios. En general es el orgullo de Artesana por la calidad de la uva.
¿Cómo ha evolucionado el rol de la mujer en la vitivinicultura?
Ha venido creciendo, primero se participaba en el etiquetado, en la selección de la uva, ahora hay más Enólogas formadas, y presencia en lo comercial, gerencia o en comercio exterior o turismo, etc. Las mujeres le aportamos lo humano al vino. Lo manejamos como una experiencia a vivir.
¿Qué implica estar al frente de Artesana?
Fue difícil por la experticia del rubro y por ser un sector principalmente de hombres. Hoy siguen siendo en su mayoría hombres los que lideran estos emprendimientos. Cuando iniciábamos éramos las únicas mujeres al frente con 27 y 29 años. Teníamos que lograr credibilidad en el proyecto y demostrar el conocimiento sobre el sector. Todo fue hasta que logramos el primer vino. Cuando participábamos en los concursos internacionales y comenzábamos a ganar premios por la calidad de nuestros vinos, nos consolidamos.
¿Cuáles son sus metas para el 2022 y a largo plazo?
Fidelizar al cliente es nuestro objetivo y hacerle llegar a mayor público. Lo hacemos generando un vínculo con el cliente y brindándole un servicio a medida. Si bien hoy nuestros principales mercados son Estados Unidos y Brasil, no descuidamos a Uruguay. La pandemia fue una recesión y nos obligó a diseñar un nuevo plan estratégico que habilitara la venta directa al público a través del e-commers y su envío a domicilio. Hoy nos llena de orgullo que nos reconozcan por ser una bodega liderada por mujeres.