El Ministerio de Defensa, que conduce Agustín Rossi, informa que en el día de la fecha y bajo un estricto protocolo sanitario se llevó adelante el primer vuelo a la Antártida Argentina desde que se declaró la pandemia por Covid-19.
Un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina partió desde la Base Aérea de Río Gallegos con destino a la Base Marambio para seguir cumpliendo con el objetivo de realizar todas las acciones de abastecimiento de las 13 bases argentinas, entre permanentes y transitorias, y brindar el apoyo logístico a las actividades científicas que desarrolla el país en la Antártida.
En esta oportunidad se llevó adelante el relevo de la tripulación de la aeronave Twin Otter, se trajo de regreso a un científico que concluyó sus tareas de investigación en el continente blanco y se trasladó maquinaria de arreglo de pista para realizar su mantenimiento en Río Gallegos.
Ante la evolución de la pandemia y la necesidad de realizar vuelos, que implican traslado de personal y carga, desde el continente hacia las bases antárticas, el Comando Conjunto Antártico elaboró una directiva específica y rigurosa para aplicar en estos cruces aéreos, con el fin de asegurar y mitigar la posibilidad de transmisión del virus a la Antártida, lugar en el que no se registran casos de Covid-19.
Estos vuelos se reducirán estrictamente a los necesarios e indispensables y deberán ajustarse -según la directiva- “a situaciones de carácter crítico y en los que la ejecución del traslado sea determinante para la solución de un grave problema de sanidad, científico o
logístico, donde su no resolución desencadene consecuencias no aceptables
para el Comando Conjunto Antártico”.
Entre las máximas medidas de prevención y profilaxis a efectos de evitar el traslado del virus al continente blanco, se destacan las siguientes: las tripulaciones serán controladas para descartar algún posible síntoma de la enfermedad, y deberán realizar una cuarentena previa al cruce. Bajo ninguna circunstancia podrán hacerlo miembros de la tripulación que hayan tenido contacto con personas que hayan tenido síntomas en los últimos 15 días.
Una vez arribado a la Base Marambio, se deberá evitar el contacto físico entre el personal de la tripulación y el que permanece en la base, de forma tal que los tripulantes de cabina de vuelo (pilotos, navegadores y mecánicos) no tomen contacto físico con pasajeros ni personal de la Base Marambio.
Asimismo, los tripulantes de cabina de pasajeros y carga, deberán estar en todo momento con el equipo de protección personal colocado y evitarán tomar contacto físico con personal de la Base. Además la carga transportada desde el Aeropuerto de Río Gallegos hasta la Antártida deberá ser desinfectada mediante el rociado de alcohol al 70 %.
Esta desinfección de la carga, que deberá efectuarse dentro de las tres horas antes del despegue del Hércules y una vez paletizada, será responsabilidad del comandante de aeronave en colaboración con el personal del Centro Logístico Antártico Río Gallegos.
Una vez finalizada dicha tarea de desinfección y antes de comenzar con el inicio del vuelo, el protocolo indica que deberá informar a través de un mensaje militar al Comando Conjunto Antártico el cumplimiento de la misma, la hora que se realizó y quienes intervinieron en la tarea.
Esa carga transportada una vez arribada a la Base Marambio, deberá ser nuevamente desinfectada mediante el rociado de alcohol al 70%, antes de ser ingresada al lugar de guarda (Terminal de Cargas), donde permanecerá por un término de siete días, para posteriormente ser distribuida.
También se estipula que todo personal que tome contacto y manipule la carga al arribo a la Base, deberá realizarlo con la siguiente vestimenta: camisolín, guantes, barbijo, antiparras de seguridad.
Por último, en el caso que se deban realizar vuelos logísticos entre las bases, solo deberán ser de traslado de carga, con la misma restricción de evitar el contacto físico entre la tripulación de la aeronave y personal de las distintas Bases. Este tipo de vuelos será expresamente autorizado por el Comandante Conjunto Antártico y deberá asegurar la ausencia de contacto físico de las tripulaciones de aeronaves en el caso que deba recibir vuelos provenientes de otras bases.