El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) se pronunció a favor de la creación de corredores aéreos regionales, como una alternativa viable para impulsar la reactivación responsable de los viajes de negocios y el turismo internacional.
“La restauración de los viajes de negocios internacionales entre regiones, por ejemplo entre el Atlántico o en Latinoamérica, podría beneficiar a todo el sector de viajes y turismo, desde aerolíneas y hoteles, hasta empresas de gestión de viajes y proveedores de transporte terrestre”, afirmó Gloria Guevara Manzo, Presidenta y CEO del WTTC.
Dijo que lo anterior, permitiría revivir decenas de miles de puestos de trabajo y un gran número de empresas que dependen de los viajes para su supervivencia.
El WTTC está a favor de una reapertura responsable de la actividad turística, por ello apoya la aplicación de pruebas rápidas en los aeropuertos, para la detección de COVID-19 entre los pasajeros, así como el seguimiento de casos.
Un análisis de los datos del Public Health England, realizado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, revela que dos pruebas en rápida sucesión podrían ser hasta 80 por ciento efectivas para identificar a los pasajeros con COVID-19 y, por lo tanto, reducir el período de cuarentena o, incluso, su eliminación.
El WTTC se ha pronunciado a favor de las pruebas rápidas para viajar entre los centros financieros de Londres, en el Reino Unido, y Nueva York, en los Estados Unidos, con el objetivo de reiniciar los viajes internacionales de negocios. Este ejemplo, se puede seguir entre ciudades importantes de diferentes corredores económicos a nivel global.
Los beneficios económicos y sociales en el turismo pueden ser alcanzados con una apertura responsable, y la creación de corredores aéreos es una alternativa para lograrlo. Es necesario promover la recuperación del turismo, para reactivar a uno de los sectores más importantes en la economía de las naciones.
Según el Informe de Impacto Económico del WTTC, durante 2019 el sector de viajes y turismo fue responsable de uno de cada 10 empleos (330 millones en total), haciendo una contribución del 10.3% al PIB mundial y generando uno de cada cuatro de todos los nuevos empleos en el planeta.