Abrieron las fronteras, el país del Fin del Mundo está listo para recibir extranjeros y la capital porteña respira vísperas de la temporada de verano. Así que la recorrida turística es inminente.
Ahora bien, ¿cómo son los precios en Buenos Aires? ¿Cuánto cuesta tomar un café, alojarse en un hotel, visitar un museo o comer un buen asado? Las respuestas están en esta nota:
Caminar por el pavimento porteño y perderse entre librerías, bares, cafés, teatros, museos, parques y rincones coloridos nunca sonó tan bien. El calor veraniego se está asomando y Buenos Aires infla el pecho para mostrarle a turistas de distintos puntos geográficos del globo por qué es considerada una de las mejores ciudades del mundo – en el puesto número 35 según el ranking 2021 de la revista británica Time Out -.
Con esa premisa en mente, la capital argentina desborda de propuestas aptas para todos los bolsillos; el tipo de cambio favorable para extranjeros habilita un sinfín de planes culturales y gastronómicos que conducen directo al corazón argentino.
Está claro que un día entero no es suficiente para descubrir las maravillas que esconde la ciudad latinoamericana, pero el itinerario puede adaptarse según intereses y gustos. Ya te contamos los mejores lugares para conocer en bicicleta, así que hoy complementamos el recorrido con atracciones y delicias imperdibles que acompañan a la perfección.
Anotá, porque tus 24 horas en territorio nacional comienzan ahora:
Cafés: desayunos y meriendas
A esta altura ya debés saber que la gastronomía es parte intrínseca de la identidad argentina. No importa la hora del día: siempre hay una curada selección de delicias esperando a quien se anime a adentrarse en el mundo culinario. La estrella indiscutida es el asado, pero lejos está de ser el único plato que enamora.
Las mañanas tienen su propia protagonista: las medialunas, una versión local de la croissant francesa, que se ganó un lugar en la pastelería por derecho propio. Los desayunos más clásicos en territorio austral están compuestos por la factura en forma de semicírculo – que puede ser dulce, de manteca, o salada, de grasa – y una buena taza de café con leche. Comenzar el día con esta combinación de sabores cuesta, aproximadamente, $400.
Un imperdible para su degustación son los bares notables, ubicados a lo largo de 25 barrios. Se los conoce con ese nombre porque son lugares cargados de historia, con un valor cultural singular debido a su antigüedad, arquitectura o relevancia local. Así que la experiencia medialuna y café se vive con un condimento extra de magia en estas locaciones. Podés leer esta nota para conocer un poco más sobre estos clásicos cafeteros porteños.
Otro aliado firme de la infusión emblema de la mañana son los tostados de jamón y queso en pan de miga. La receta no tiene mucha ciencia, pero el resultado es un sándwich crocante con un sabor único que solo se descubre en Buenos Aires. El café y el tostado salen $750.
Museos
El arte de Buenos Aires también encuentra su lugar privilegiado en la agenda turística. La oferta de museos es amplia y, sumado a las propuestas de los centros culturales, la arista artística queda completamente cubierta. Desde obras de renombrados creadores latinoamericanos, pasando por cuadros de Monet, Rembrandt, Van Gogh, Velásquez y Gaugin: los museos en Argentina también pisan fuerte y proponen un circuito atractivo para los aficionados del arte.
La entrada promedio para ingresar a un museo va desde los $250 hasta los $500, según el día de la semana y el tipo de establecimiento. ¿La gran noticia? Muchas de las opciones son gratuitas y otras ofrecen días específicos en donde el ingreso es sin cargo o a precio reducido.
Imperdibles el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), el Museo Nacional de Arte Decorativo, el Museo de Arte Moderno, el Museo Larreta, el Museo Sívori, el Museo Quinquela Martín, el Museo Histórico Nacional, Fundación Proa, el Centro Cultural Recoleta y el Museo Casa Rosada.
Teatros
El fenómeno teatral invade la escena nocturna de la Calle Corrientes, brindando espectáculos de comedia, drama y música. Al compás de las librerías y pizzerías históricas de la calle que desemboca en el Obelisco, los teatros invitan a locales y turistas a sumergirse entre historias y relatos, con puestas en escena de primer nivel. El promedio de una entrada es de $2000.
El gran Teatro Colón lidera la lista de recintos musicales en Buenos Aires. No es por nada: su arquitectura, impecable acústica y valor histórico lo sitúan en los mejores rankings mundiales. Un tour guiado de 50 minutos por el interior de este ícono cuesta $1400, con la posibilidad de un descuento de lunes a domingos de 9 a 11am y de 15:30 a 17h. Si el plan está orientado a ver alguna obra en vivo, el ballet cuesta $3500 un palco lateral y $5500 el palco central frente al escenario.
Otra opción interesante y contemporánea es el Microteatro, un espacio en donde conviven diversas obras en paralelo de corta duración (15 minutos aproximadamente). El público es más reducido, la cantidad de artistas también y el clima es ideal para disfrutar del teatro desde un lugar más descontracturado. La entrada cuesta $450 los miércoles y jueves y $500 los viernes y sábados.
Restaurantes
El circuito concluye únicamente si se han probado los sabores típicos de la bandera argentina. Esos que dan la vuelta al globo y ganaron fama internacional. Los que se preparan con la misma pasión con la que se vive un partido de fútbol de la Selección y se comen con ímpetu y determinación hasta que el plato quede vacío. ¿Cuánto sale probar un plato popular en Buenos Aires?
Comer un bife de chorizo en la mejor parrilla de Argentina y de las mejores del mundo, Don Julio – galardonado con el puesto número 13 por The World’s 50 Best Restaurants 2021 -, cuesta $3200. Si a eso se le suma una botella de agua y un acompañamiento de papas fritas, el monto total de la cena es $4200. Para degustar las clásicas pizzas porteñas (cuyo epicentro se encuentra en la calle Corrientes), alcanza con $790 para una pizza de muzzarella grande.
Los renombrados bodegones, espacios gastronómicos con amplia carta de alternativas locales, también se asoman en el podio de imperdibles. Una milanesa con papas fritas cuesta $700, mientras que un plato de pasta ronda los $650 y una empanada $120 la unidad.
Hoteles
Un día de recorrido agitado amerita un buen descanso. Y los alojamientos de Buenos Aires cumplen todos los requisitos necesarios para una noche de confort. Una habitación doble en un hotel estándar para dos personas puede salir desde $5000, subiendo el precio según la zona y el tipo de alojamiento. Para una opción más low cost, la noche en un hostel (cuarto compartido de 6 personas) cuesta $1600 mientras que yendo hacia el lujo de los 5 estrellas, la velada va desde los $20.000 hasta los $70.000.
Atracciones gratuitas
Porque ya avisamos que Buenos Aires habilita opciones para todos los bolsillos. Y porque no cuesta demasiado encontrar rincones mágicos que se prestan a horas de contemplación y largas charlas para honrar las raíces amigables argentinas.
El verde característico de Buenos Aires inunda las retinas de los visitantes, por ende alternativas para conocer la ciudad de manera gratuita y al aire libre, sobran. Desde espacios como el Jardín Botánico, la Reserva Ecológica, los bosques y el Rosedal de Palermo, la costanera, la Floralis Genérica y las diversas plazas (San Martín, Francia, Micaela Bastidas, Centenario, Rivadavia y Sarmiento, entre otras), pasando por calles y barrios enteros. ¿El plan que cotiza en alza? Manta, canasto con comida y un buen pícnic al aire libre.
Si bien todas las calles y avenidas ameritan una caminata, la icónica 9 de Julio atraviesa el centro de la ciudad y aloja uno de los monumentos más famosos del país: el Obelisco, de 67,5 metros de altura. La mejor foto se consigue cuando cae el sol y el cielo se tiñe de naranjas que, en contraste con la torre blanca, pintan la foto perfecta.
Los barrios más populares e ideales para recorrer son Puerto Madero, el polo moderno de la ciudad; La Boca con su popular Caminito; Palermo y sus impresionantes murales coloridos; Recoleta para fotografiar su increíble arquitectura y conocer una de las librerías más lindas del mundo, el Ateneo Splendid; y San Telmo para pisar calles empedradas cargadas de historia, perderse en el Mercado local y mirar tango gratis en la Plaza Dorrego.