Corrientes capital fue fundada en 1588 y esa riqueza colonial le da valor e identidad a sus comunidades, orgullosas de un patrimonio arquitectónico muy valioso. La provincia cuenta con un Poblado Histórico Nacional declarado por Decreto 592/19, Concepción del Yaguareté Corá, y otros tres acordados por el Comité Ejecutivo para los que se está preparando el decreto de declaratoria: Caá Catí, Loreto y San Miguel. Estos pueblos, ubicados en la zona de los Esteros del Iberá, conservan un patrimonio arquitectónico de mediados y finales del siglo XIX y muestran un modo de vida muy interesante.

En el marco del Programa Pueblos y Centros Históricos Nacionales que lleva adelante la Comisión Nacional de Monumentos junto con el Ministerio de Cultura y los Ministerios de Obras Públicas y Turismo, el Arq. Gabriel Romero, Vocal de la Comisión y Presidente del Instituto de Cultura de la provincia de Corrientes, se refirió a las declaratorias destinadas a revalorizar el patrimonio de la provincia y también de los conjuntos urbanos.

“Desde 2017 y gracias al trabajo de la Comisión Nacional de Monumentos, presidida por Teresa Anchorena, Corrientes sumó un conjunto de cuatro declaraciones muy importantes de poblados históricos: en primer lugar, llegó Concepción de Yaguareté Corá y luego, el conjunto de tres pueblos: Caá Catí, Loreto y San Miguel. Estos cuatro pueblos tienen la característica de estar localizados en los entornos inmediatos de los Esteros del Iberá y ese vínculo entre naturaleza y cultura y cierta distancia de los centros urbanos más desarrollados, lograron que persistan en el tiempo manteniendo su arquitectura, sus calles de piedra, sus técnicas constructivas y también una cantidad de hábitos o de patrimonio intangible que suma un valor incalculable a estos lugares con historia”, comentó Romero.

Una gran parte de este patrimonio arquitectónico forma parte de un estilo muy particular en el área guaranítica, como las casas con galerías al exterior –estética que solo se da en Corrientes, Paraguay y sur de Bolivia- que conforman una calidad espacial muy particular.

El Arq. Romero afirmó que durante estos años, en los que cuales se articuló un trabajo conjunto entre la Comisión Nacional de Monumentos y el Instituto de Cultura de Corrientes que preside han logrado revalorizar estos pueblos a través de los reconocimientos y de obras concretas como en el caso de Yaguareté Corá: “parte de la arquitectura y plaza son aportes concretos que nos permiten ponerlos en valor y sirven para hablar de desarrollo turístico”.

De igual modo y siguiendo esta línea temática, la clase referida a Poblados históricos – brindada en la segunda edición del curso de Patrimonio Arquitectónico Argentino II-, difundió la historia de estos cuatro pueblos, resaltando su origen vinculado a la presencia de los antiguos habitantes de las Misiones Jesuíticas. “Los Esteros del Iberá eran lugares perdidos que recibieron a estos habitantes; se alojaron en ellos y fundaron pueblos que conservan la historia y la identidad de las misiones jesuíticas”, continuó Romero quien luego destacó que en el caso del patrimonio inmueble que tienen, se refiere a la santería e imaginería colonial: “la clase mostró a los pueblos y a las obras que se realizaron para revalorizarlos, tanto en la arquitectura como en los museos”.

El reconocimiento que tienen estos pueblos beneficia al turismo de la región ya que quienes lo visitan lo hacen con otra mirada: “se toma otra conciencia al recorrerlos: es una gran oportunidad para que el turismo interno visite los Esteros del Iberá: mostrar naturaleza y cultura es algo muy importante. Es un impulso que los revitaliza, no sólo desde lo cultural sino desde el desarrollo de la hotelería plena que es sinónimo de crecimiento económico; generan trabajo y facilitan que los jóvenes que se iban por falta de oportunidades, no lo hagan. Es una excelente gestión del Gobierno de la Nación, de la Comisión Nacional de Monumentos y de la provincia, que apuestan a que fortalezcamos estos pueblos”, concluyó.