A las especies adaptadas a la región, se suman nuevas variedades de moras, frambuesas, Grosellas, Corintos y Cassis. El proyecto busca aumentar la productividad y diversidad de las frutas finas e incluye la creación del Jardín Introductorio de frutas finas en Tolhuin, gracias a la articulación del INTA con instituciones y productores de la isla.
En la actualidad, la provincia de Tierra de Fuego cuenta con una importante presencia de producción agrícola familiar de frutas finas, dada por especies adaptadas a la región que brindan buenos rendimientos. Pero, de la misma manera, el INTA evalúa el desempeño de nuevas variedades de frambuesas, moras, Grosellas, Corinto y Cassis frente al aumento de la demanda generada por el turismo nacional e internacional.
Iván Gonza Abraham, especialista del INTA Ushuaia -Tierra del Fuego-, expresó: “Todo lo que se produce en la región a pequeña escala se vende, por lo que el objetivo es ampliar la escala productiva para obtener mayores y mejores rindes de frutas finas a nivel provincial”.
“Se trata de nuevas variedades, productivas actualmente en la Comarca Andina, que son evaluadas frente al clima fueguino, más difícil y complejo”, agregó Gonza. En el mismo sentido, destacó: “Impulsamos su producción orgánica y agroecológica, que tiene que ver con el trabajo de planificación y prevención que requiere un monitoreo continuo del cultivo”.
De esta manera, con la Municipalidad de Tolhuin, se realizó la compra y posterior entrega de 100 plantas adquiridas para la conformación del Jardín Introductorio de Frutas Finas. La compra de estas variedades fue posible con la colaboración de INTA El Bolsón -Río Negro- e INTA El Hoyo -Chubut-, así como la entrega de fertilizantes orgánicos.
Se trata de cinco variedades de frambuesa: Autumn Bliss y Autumn Bliss Ambar, las cuales florecen a lo largo de todo el verano y Glen Ample, Fruag Mec y Shoenemann, variedades no reflorecientes. Con respecto a las moras, el equipo del INTA compró Moras Jumbo, Loganberriy, Tayberry y Boysenberry, cuyo desempeño en estas condiciones ambientales se conocerá a lo largo de la temporada.
También, los clásicos Corinto, Cassis y Grosella Invicta, especies ya introducidas en la región en algunos casos, sensibles a los movimientos y manipulación brusca durante la cosecha, así como los todos los frutos finos mencionados.
“Estas especies serán trasplantadas en el predio de Parques y Jardines que la municipalidad otorgó”, explicó Gonza. Y agregó que el INTA realiza tareas de acompañamiento y asesoramiento en esta etapa, tanto como en la conformación de sistemas de entutorado, sistemas de riego e incorporación de fertilizantes orgánicos.
En el mismo sentido, el equipo de especialistas del Instituto acompaña a productores frutihortícolas que conforman un grupo de Cambio Rural Frutihortícola y Hongos Comestibles. “El INTA Ushuaia hizo entrega de plantas de estas variedades para su cultivo en distintas zonas periurbanas y rurales de la isla; el objetivo es hacer un seguimiento de estos cultivos y ver qué variedades ofrecen mejor rendimiento con respecto a la obtención de frutos finos”, sostuvo el especialista.
En ambos casos, esta articulación de especialistas busca gestionar la compra de mayor cantidad de las variedades destacadas para abarcar las demandas del sector.
Para este tipo de cultivos, “los productores son conscientes de la necesidad de aplicar la menor cantidad de productos de síntesis química o productos fitosanitarios”, señaló Gonza. Por lo que, los técnicos del INTA orientan sobre las tecnologías e insumos necesarios, dentro de la normativa de producción orgánica del Senasa, útiles para incrementar la producción y atender situaciones concretas.
De esta manera, brindan capacitaciones en cuanto a la implementación de la normativa de productos orgánicos, así como también se capacitan continuamente en busca de nuevas metodologías de prevención de aparición de agentes que pueden poner en peligro el cultivo.
A lo largo de la provincia de Tierra del Fuego se extienden los sistemas mixtos. “Hay mucha producción bajo cubierta, para aquellas especies que requieren de temperaturas más elevadas, como así también a cielo abierto, las cuales cuentan con especies altamente adaptadas a las condiciones ambientales de la región, una metodología muy promovida por los productores”, concluyó Gonza.