Empieza una nueva era para el turismo en Argentina desde el 10 de diciembre, muchos interrogantes para lo que será 2024.

Javier Milei ganó el balotaje con el 55% de los votos. El dirigente de La Libertad Avanza se impuso por más de 10 puntos a Sergio Massa de Unión por la Patria. Con un apoyo rotundo en Córdoba, una clara ventaja en CABA y una derrota por poco margen en la provincia de Buenos Aires, los distritos que, junto con Santa Fe, concentran el 60% del total de votantes del país.

¿Cómo arrancar, con un análisis político o hablando de turismo y que reúna una síntesis de ambos? Cómo explicar que mas de la mitad de los argentinos votó al hombre que hacía campaña con una motosierra: que prometió eliminar subsidios, flexibilización laboral, reducción del estado, privatizaciones, cierre de ministerios, dolarización, dinamitar el Banco Central y un ajuste mayor al que propone el Fondo Monetario Internacional.

La mayoría del pueblo argentino le dijo no al Papa Francisco, al miedo por perder la democracia, apoyó la propuesta de «exterminio» de la «casta política» y decidió «dar un paso al vacío»; porque no se si recuerdan que uno de los ejes de campaña del oficialismo fue: «Votar a Milei es un salto al vacío». Y aquí cabe la primera reflexión, mientras las Torres Gemelas ardían había personas que se tiraban de un piso treinta, quizás nadie advirtió que muchos de ese 55% estaba en llamas y cansado de un gobierno, al que había votado con esperanza, y que no le solucionó los problemas. A una persona que come salteado no se le puede hablar de la importancia de la democracia, y tampoco asustarlo con perder derechos que no tiene o que nunca tuvo.

Un gobierno patético, conducido por un inoperante que llenó varios espacios con inútiles y «amigas»; en el que la vicepresidenta casi termina con un tiro en la cabeza y el presidente de la Cámara de Diputados tuvo que salir de su zona de confort para hacerse cargo del Ministerio de Economía que en manos de Guzmán -ante una imprudente renuncia repentina- había entregado parte del futuro de los argentinos con un acuerdo con el FMI que trajo ajuste y mas miseria. Massa no solo se hizo cargo de la cartera para que al nostálgico alfonsinista no le explote el gobierno y tenga que escaparse como una rata sino que tuvo que ponerse la campaña al hombro, solo y como un candidato de emergencia, ante la duda de muchos gobernadores que no sabían para donde patear, luego de que no conforme con el desastre que había hecho Alberto Fernández en cuatro años, todavía pretendía romper el corral con la candidatura de Daniel Scioli, que jugó muy leal a pesar de ser traicionado, siendo negociada su postulación por un par de puestos de diputados; muy baratos para acomodarse. En síntesis Massa arriesgó, dio todo y se va a su casa y Santiago Cafiero, el de la librería, a ocupar una banca de diputados, así de injusta suele ser la política a veces.

QUE SERÁ DEL TURISMO, QUE SERÁ…?

El presidente electo habla de una profunda reforma del Estado y en ello la eliminación de varios ministerios, en los que entraría entre otros el de Turismo y Deportes y Transporte, no solo por lo expuesto en su plataforma electoral sino en el recordado spot de campaña y también en una entrevista que dio en el canal La Nación+.

Hay consultores que creen que Milei no se va a pegar un tiro en el pie y que muchas de las cosas que prometió en campaña no las va a poner en práctica, pero está claro que turismo no es una prioridad en su Gobierno o mejor dicho, cree que debe ser un acuerdo entre privados sin intervención estatal y que no tiene sentido una cartera que no va a cumplir ninguna función y que como él dice «genera privilegios para unos pocos», ni en promoción, control y comercialización. Y si repasamos las redes sociales de algunas funcionarias de Turismo, las puede poner como ejemplo para taparles la boca a mas de uno. Porque de promoción interna cero -no se ejecutó una sola campaña- pero de viajecitos y festines como si fueran influencers o celebridades tenemos para hacer dulce. Total, igual que otros y otras, que se dicen «apolíticos» por cuatro años, hacen la V una semana antes de las elecciones y les importa un pito si la gente pasa necesidades. Este es el resultado, ahora a llorar a la iglesia o tratar de acomodarse como puedan diciendo que son libertarios de la primera hora, total no va a ser la primera vez que se cambian la camiseta.

Hay un tema no menor que es el Inprotur, que ha demostrado su importancia en la promoción y capacitación de operadores, ferias y acciones en el exterior, los turistas no llegan a la Argentina ni a ningún país de casualidad, es todo un proceso y ese organismo fue creado en el marco de la Ley 25.997 por el Congreso Nacional con asignaciones presupuestarias especiales. Es otro de los interrogantes, intentará derogar la Ley? Lo cerrarán? Lo pedirá alguno de sus socios políticos? No nos olvidemos que en la gestión de Gustavo Santos, en el Gobierno de Macri, el Inprotur sub ejecutaba su presupuesto algo que está prohibido por ley, sin embargo con asientos contables pasaban para el año siguiente hasta que cuando se produjo el cambio de gobierno resolvieron el problema con un pagaré incobrable para salir del paso. Es decir, hay muchos artilugios que puede resolver su disolución o inacción sin pasar por el Poder Legislativo.

En ese sentido, y mencionando a aliados políticos, hay dos versiones; una da cuenta de que la ex candidata presidencial Patricia Bullrich habría pedido la cartera, que sería devaluada a Secretaría, dependiendo del Ministerio del Interior, aunque aun se desconoce quien podría ocupar el cargo; la otra destaca que desde las filas libertarias ven con buenos ojos ofrecércela a algún empresario, con la modalidad Ad honorem es decir sin percibir retribución económica alguna.

Si bien nadie se manifestó públicamente, existe preocupación y mucha en algunos referentes empresariales y dirigentes por lo que pueda llegar a ocurrir. ¿Se puede llevar a cabo una FIT sin aporte estatal? si bien existe buena voluntad y capacidad todos sabemos que eso es imposible; un ejemplo suele aclararlo todo: Chaco no estuvo presente en la última edición porque el stand le costaba al estado provincial unos 70 millones de pesos y había otras prioridades. ¿Se imaginan si todas tienen el mismo problema y el Ministerio no realiza su gran aporte en esa feria que representa una vidriera del país para América Latina y el mundo?.

Desde el sector de agentes de viajes, aseguran que la incertidumbre es mucha ya que a lo expuesto se agrega que en el afán de desregularizar todo, se pierdan los controles de las agencias truchas que tanto trabajo costó y cuesta para combatir.

Hay que entender que el próximo Presidente ganó sin mentirle a nadie, diciendo lo que tenía pensado hacer y el 55% de los argentinos votó eso.

Otro interrogante es que pasará con las Unidades Turísticas de Embalse y Chapadmalal, destinadas al turismo social, que dependen del Ministerio de Turismo de la Nación. Y el Previaje que seguramente pasará a ser una anécdota que nos recordará a la pandemia.

Todavía no hubo ningún pronunciamiento de cómo se manejarán los fines de semana largo y extra largo. Es que esto recién comienza, y los interrogantes son muchos.

Hay que recordar que la Ley de Establecimiento de Feriados y Fines de Semanas Largos, es una de las herramientas mas importantes para el sostenimiento del turismo y las economías regionales durante el año. ¿Se mantendrán?

EL PLAN DE MILEI PARA AEROLINEAS ARGENTINAS

El presidente electo, confirmó hoy sus intenciones para el manejo de la empresa estatal Aerolíneas Argentinas, algo que ya había mencionado durante la campaña. En una entrevista con Luis Majul para radio El Observador, el próximo jefe de Estado dijo que la compañía «debe pasar a manos de los trabajadores en un contexto de cielos abiertos», es decir, en una libre competencia con todas las líneas aéreas que quieran venir al país y agregó: «El personal de Aerolíneas es un personal muy calificado, el problema radica en la contaminación política».

«Todo lo que pueda estar en manos del sector privado, va a estar en manos del sector privado”, expresó.

El tema es muy claro, desde los gremios advierten que si Aerolíneas Argentinas pasa a manos de los trabajadores, funcionando como si fuera una cooperativa, dura una semana. No hay modo de sostenerla, sin apoyo gubernamental, poner un avión en pista cuesta unos 20.000 dólares y no hay que olvidarse que la mitad de los destinos de nuestro país están conectados con un fin social, no son ruta rentables. Es decir para hacer rentable a Aerolíneas debería dejar de volar a muchas ciudades y el país quedaría sin conexión; por eso las vuela solo la línea de bandera y no JetSmart y FlyBondi.

Esta semana la Cámara Argentina de Turismo mantendrá una reunión con todos los integrantes del sector para analizar la situación y ver los pasos a seguir.