Funcionarios bonaerenses y empresarios analizan el daño que les produjo a las economías locales la decisión nacional de no convertir el feriado del 17 de agosto en fin se semana largo. Al tiempo que muestran su preocupación por la próxima temporada de verano y confirman que ni el secretario Daniel Scioli ni la subsecretaria Yanina Martínez pasaron por allí en estos más de ocho meses.
Luego de una iniciativa del intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, y aprobada por unanimidad por ese Concejo de Deliberante, la subsecretaria de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, Soledad Martínez, propuso en la Asamblea del Consejo Federal de Turismo en Puerto Madryn, sumar al calendario de feriados, al 17 de agosto para que pueda considerarse fin de semana largo, haciendo no laborable el lunes siguiente. Si bien la moción fue considerada y aceptada por todas las provincias, las autoridades nacionales nunca respondieron al reclamo.
Diego Ginestra, de Mar Chiquita y Cristian “Kily” Escudero de La Costa junto con Villa Gesell encabezan el área turística de sus municipios. Integran el polo turístico 4 de los 9 que tiene la provincia de Buenos Aires.
Consultados sobre la relación con los responsables nacionales de esa área, respondieron que no existe vínculo alguno. Ni Scioli ni ningún funcionario a sus órdenes visitaron estos distritos, centrales para la actividad turística, en estos casi nueve meses de administración libertaria del estado nacional, según indicó Página 12.
Diego Ginestra es el secretario de Turismo de Mar Chiquita, el partido de 24 mil habitantes, vecino de Mar del Plata, que gobierna Walter Wischnivetzky. “El primer golpe para nosotros es que tuvimos que cancelar la fiesta regional del chocolate y el alfajor”, afirma.
Ginestra se refiera a una fiesta itinerante, que el municipio organiza en las distintas localidades, con el fin de potenciarlas. Ya la hicieron con éxito en Mar de Cobo y en Santa Clara del Mar. La anterior había sido durante el fin de semana largo de junio, pero al no contar con el feriado, dada la situación general poco alentadora, decidieron no hacerla.
“El verano pasado la ocupación anduvo alrededor del 80, pero el consumo fue muy bajo. En gastronomía, por ejemplo, medido en cantidad de cubiertos, la caída fue de 40 puntos respecto del año anterior. Eso significó que, a medida que avanzaba la temporada, los locales iban despidiendo camareros, bacheros, cocineros, porque no los necesitaban. Lo mismo ocurrió con los balnearios”.
Cristian Escudero, secretario de Turismo del partido de La Costa, aporta números. “Vino la mitad de gente que el 17 de agosto de 2023. La ocupación hotelera, que en esa ocasión fue del 70 por ciento, cayó a cerca del 40”.
Un fin de semana cualquiera, el año pasado, entraban 10 mil autos al partido, este año estamos en 5 o 6 mil. Según CAME, el gasto por persona por día durante el fin de semana largo de junio fue de 59 mil pesos. Esa es la cuenta que hay que hacer”, agrega.
Si dejaron de entrar 4500 autos, con 4 ocupantes cada uno, son 18 mil personas. A razón de 59 pesos mil por día, se dejaron de inyectar a la economía del distrito más de mil millones de pesos por día, tres mil millones en el fin de semana. Esa es la dimensión del daño que Milei y Scioli le infringieron a la economía local.
“La temporada de invierno fue muy mala. Apenas se movieron los alojamientos de mayor categoría, los que tienen pileta climatizada, pero con una caída interanual de más de 40 puntos. El verano fue parecido al de 2001-2002. Había incertidumbre y disparidad de precios, porque nadie sabía cuánto valía cada cosa. Se acomodó recién en torno al 12 de enero, pero todo sigue aumentando y eso se traslada a precios. Hoy moverse es costoso”, reflexiona el funcionario que responde al histórico Juan De Jesús.
“El año pasado había incertidumbre pero no había recesión, este año puede ser peor. El que todavía tiene 200 lucas a fin de mes tiene una disyuntiva. Se pregunta ¿qué hago? ¿las gasto o las guardo por si me vienen 300 de luz?”, agrega.
Escudero agrega que, “cuando la temporada es mala, una parte de la migración estacional se vuelve enseguida a su lugar de origen. Otra se queda e intenta sobrevivir con changas. Es la que hoy busca la ayuda de Desarrollo Social, porque las changas también se redujeron. Hay pequeñas refacciones, pero no obra nueva”.
Otro factor de incertidumbre es que ocurrirá con la recaudación. Escudero cuenta que los propietarios de casas de veraneo suelen pagar el importe de todo el año cuando van de vacaciones. La pregunta que sobrevuela es si irán.
“Antes, el fin de semana de octubre era el termómetro de la temporada que venía, porque mucha gente venía a cerrar las operaciones de alquiler para enero y febrero. Pero ahora ese movimiento se trasladó a noviembre. Se prolonga la incertidumbre, reflexiona.
En tanto la secretaria de Turismo bonaerense, Soledad Martínez, lamentó, en ese sentido, la falta de propuestas del gobierno nacional: «no hay indicios de nada, fomento ni promoción del turismo, así es como estamos». No obstante, remarcó la articulación con el sector privado a nivel provincial, un vínculo que se fue afianzando desde la pandemia: «hemos trabajado de manera conjunta y se ha hecho muy bien, entendiendo la importancia de un Estado presente».
La funcionaria destacó que «si hablamos del Gobierno Nacional, no solo no hay campaña de promoción, no hay nada; estamos trabajando aislados totalmente, tenemos demandas de parte de ellos pero ningún tipo de solución a los problemas normales que se suscitan, ni de política pública ni de herramientas, es así como estamos trabajando desde hace casi nueve meses, por suerte tenemos un Gobernador que va para adelante de todos modos y nos incentiva a no quedarnos quietos; y el apoyo del Banco Provincia que con cuenta DNI brinda una serie de descuentos para que los que viajan puedan obtener distintos beneficios».
«Daniel Scioli, su subsecretaria Yanina Martínez y todo ese equipo que formaron es obvio que tienen metas cortas, muy escasas y con poco vuelo, a pesar de que pasean bastante. Claramente no hay gestión, es evidente»- resaltó la secretaria bonaerense.
La incertidumbre de los empresarios
Un empresario gastronómico marplatense, que prefirió mantener en anonimato su testimonio, explicó a Turismo530 que cuenta con un local de comidas para llevar, desde hace treinta años en la céntrica Avenida Luro y que es el primer invierno que cierra: «trabajamos con muchos clientes locales y siempre nuestra política fue buena calidad y precios accesibles; este año resulta imposible mantenernos abierto, bajó el consumo mas de un 30% y las tarifas de luz y gas te matan. Es por eso que decidimos volver a abrir en noviembre o diciembre»- expresó.
Emiliano Felice, empresario hotelero y concejal de Villa Gesell, expresó su preocupación y que desde ese Concejo Deliberante, están trabajando por pedido del intendente, Gustavo Barrera, en una resolución para actuar junto con el gobierno provincial y advertir a las autoridades nacionales que si no se toman medidas concretas, la temporada alta va a ser un fracaso y la baja de 2025 insostenible.
Felice sostiene que «es indispensable armar un calendario de feriados que permita que haya movimiento turístico todos los meses y que es vital que no aparezca un iluminado que se le ocurra comenzar las clases la última semana de febrero, porque van a terminar de destruir lo poco que queda».
Por último, el agente inmobiliario y propietario de hoteles en Lucila del Mar, Fernando Giovannangelo, explicó que en mas de cuarenta años de actividad «nunca vi algo así, el deterioro económico al que nos llevó el gobierno de Milei en pocos meses es realmente preocupante; la última temporada de verano trabajamos, pero con márgenes muy ajustados, porque desde octubre se vislumbraba la posibilidad del cambio de gobierno y propusimos llenar ganando mucho menos de lo esperado. Y la estrategia fue buena, luego de la devaluación de diciembre lo que no se alquiló, se perdió.» y agregó que «esta temporada tiene un agravante, no se van a poder ajustar mucho mas las tarifas porque los servicios son carísimos, para que se den una idea, hay propietarios que nos llaman para que revisemos si dejaron algo prendido porque recibieron facturas de luz con el departamento o la casa cerrada superior a los 50.000 pesos»-concluyó.