Misiones registró durante esta temporada de invierno más de 200 mil visitantes que dejaron unos 2615 millones de pesos en la economía local. El gasto por turista rondó los 4700 pesos diarios, con una ocupación promedio superior al 90 por ciento.
La fuerte apuesta al turismo que hace Misiones se traduce en resultados que impactan de manera positiva en la economía local. La actividad como tal, en todo el mundo, genera empleos y ayuda a potenciar el crecimiento económico de los destinos, tanto, que la propia Organización Mundial del Turismo estima que el 10 por ciento de los puestos de trabajo de todo el planeta están relacionados con el turismo y los viajes: 1 de cada 10 puestos de trabajo está relacionado con esta industria.
Esta temporada, las vacaciones de invierno de la Argentina y la región, dejó en Misiones un monto estimado en más de 2615 millones de pesos, producto de los más de 200 mil visitantes que recibió la Provincia y que permitieron porcentajes de ocupación superior al 90 por ciento.
El relevamiento de datos indicó que el sector turístico registró en este invierno unas 629 mil pernoctaciones, con un promedio de 5,1 noches de estadía, con un gasto superior a los 4700 pesos diario por cada visitante. Las cifras promedian el impacto de los 2615 millones de pesos en la economía misionera.
La recuperación es rápida, después de dos años de una pandemia que paralizó al mundo, sobre todo a la actividad. La propuesta de Misiones, de naturaleza, ambientes sanos, paisajes únicos, servicios de calidad (tanto viales como de alojamientos y gastronómicos) junto a la idiosincrasia de los anfitriones fue parte de los atractivos que llevó a una temporada que superó las expectativas. Lo dicen los datos: un 16 por ciento por arriba de lo que registró Misiones antes de la pandemia.
Otro valor que se destaca en esta actividad es la fidelización del turismo interno: los misioneros ayudaron a la recuperación de la actividad apenas comenzaron las aperturas y mantuvieron la fidelidad con su destino desde un primer momento: el turismo interno fue movilizador a partir de la decisión de los misioneros que optaron, aún cuando ya estaban abiertos los pasos hacia otras provincias o al exterior, por conocer y reconocer los destinos del terruño propio. La mirada solidaria, característica de esta tierra, motorizó esa recuperación, pero también la sostuvo, aún en los registros actuales.
El turista impacta en el viaje y en el destino: transporte, combustibles, alojamiento, gastronomía, kioscos, esparcimiento, casas de recuerdos y souvenirs, comercios, farmacias, involucrando a una cantidad no dimensionada de personas y sectores económicos.
Esa dinámica potencia el crecimiento económico no solo para el sector, en forma directa sino que genera empleo que ayudan a reducir la pobreza e incentiva el crecimiento turístico, cultural comercial, con un fuerte aliento a la actividad, que reinvierte y vuelve a crecer. Esta rueda genera trabajo directo e indirecto, sobre todo en los jóvenes que se pueden incorporar a la economía, generándoles ingresos, experiencia, inclusión y desarrollo.
Desde el Ministerio de Turismo de Misiones se rescatan estas estadísticas no como números en sí mismos, sino por la implicancia y el impacto que tienen, para proporcionar al sector información que les permite planificar sobre un escenario fiable para planificar su crecimiento.
Más turismo significa más empleos y por lo tanto, desarrollo y crecimiento económico para todos.
Antes de la pandemia, la actividad venía en crecimiento. Los destinos de naturaleza, cercanía, y de ambientes sanos, como los que propone Misiones, generan más interés e impulsan esta nueva economía que generan más ingresos y empleos de calidad, fortaleciendo a la actividad de la recreación y los viajes como un factor de desarrollo tangible. Es que el turismo es una de las actividades que genera empleo a mayor ritmo que otras.
Cada turista es una persona que al moverse, deja dinero. La propia Organización Mundial del Turismo estima que para 2023, habrá unos dos mil millones de turistas moviéndose por el mundo, es decir, cerca de un tercio de la población de la Tierra, lo que implica un impacto en las economías locales todavía no dimensionado.