Con grandes expectativas de cara al comienzo de la temporada, las cuatro regiones del territorio rionegrino ponen a punto su oferta para brindar al turismo una propuesta épica que va desde relax en las pintorescas e inmensas playas de la costa atlántica, hasta aventuras en las montañas y lagos de la cordillera o una fusión de tranquilidad y naturaleza en las localidades de la estepa y las bodegas productivas de los valles.
Kilómetros de arena y mar le dan el perfil a la costa rionegrina, que alberga decenas de playas de características únicas y paisajes inigualables que invitan a relajarse y disfrutar unas vacaciones inigualables en solitario, con amistades o en familia.
Algunas como El Cóndor, Playa Bonita y El Espigón, ofrecen las características ideales para practicar deportes de aventura, mientras que otras, como La Lobería, Bahía Creek, Bahía Rosas, Las Conchillas y Punta Perdices, se convierten en el lugar ideal para disfrutar un descanso reparador con el imponente sonido de las olas de fondo.
En el Golfo San Matías, Las Grutas propone diversión asegurada con una amplia agenda de actividades y además, invita a realizar buceo y avistaje de fauna marina y aves características de la región en una experiencia embarcada épica. Mientras que Playas Doradas, un espacio mágico y relajante, invita a contemplar una postal viviente irrepetible de la Patagonia Norte.
Durante la época estival, San Carlos de Bariloche y El Bolsón sacan a relucir sus encantos inigualables, invitando a las y los visitantes a disfrutar tardes enteras inmersos en los bosques, lagos, ríos, cascadas y arroyos que conforman el paisaje que se alza al pie de la Cordillera de los Andes, donde reinan el verde y el colorido de las flores.
En la región Andina es posible elegir entre caminatas tranquilas en los senderos de montaña, o travesías náuticas en los distintos cursos de agua. Sin embargo, quienes busquen una opción más relajante podrán optar entre cabalgadas en el bosque o simplemente contemplar las aguas cristalinas de los maravillosos lagos de la zona.
El Turismo Activo gana cada vez más espacio en esta zona, con una oferta pensada para viajeros responsables, que implica conocer el entorno y la cultura a mano de los lugareños y participar en distintas actividades cotidianas junto a ellos.
El arribo a la región puede hacerse a través de la Ruta nacional N°23 o en el Tren Patagónico que, en ambos casos, unen la provincia desde la cordillera al mar en un viaje épico desde Viedma a Bariloche y una vez en la zona los turistas podrán aprovechar para emprender un inolvidable viaje a bordo de la mítica Trochita, que une Jacobacci con la renovada estación de Ojos de Agua en un recorrido cargado de historia por la Estepa rionegrina.
Las bodegas de los Caminos del Vino abren sus puertas al público e invitan a conocer el proceso productivo y la historia vitivinícola provincial de una manera sumamente atractiva entre alamedas, viñedos, frutales y canales de riego.
Se trata de una excelente opción para quienes deseen vivir una propuesta épica que fusiona naturaleza, tradición y sabores entre los viñedos insertos en chacras productivas de los valles entre bardas y ríos, creadores de vinos de gran calidad.