En el marco del Plan Argentina Tierra de Vinos, el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, junto a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, dependiente del Ministerio de Economía; BICE Fideicomisos; y la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), lanzó el Fondo para el Desarrollo del Enoturismo -FDE-.
El programa, destinado a elaboradores y productores vitivinícolas de todo el país, permitió que 179 bodegas y fincas abiertas al turismo postulen proyectos con el objetivo de promover mejoras cuali y cuantitativas para el desarrollo de las experiencias enoturísticas. Se presentaron propuestas de 15 provincias, mostrando una vez más la impronta federal del producto «turismo del vino». A fines de junio se conocerán los resultados y los aportes que se realizará a cada emprendimiento.
El director de Planificación y Desarrollo del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, Sergio Castro, sostuvo: “Hemos dado un paso muy importante para concretar el apoyo a muchas bodegas y fincas abiertas al turismo. Estamos trabajando con el equipo evaluador para tener, en muy poco tiempo, los resultados finales, convencidos de que con este Fondo logramos que muchos emprendimientos mejoren sus prestaciones de servicio al turismo y así realzamos el arraigo, la identidad y la transformación social de los diferentes territorios”.
Además, se puso en marcha el «componente II» de capacitación para fincas y bodegas que aún no están abiertas al turismo, con más de 240 inscriptos, dirigido a formar y capacitar prestadores enoturísticos que podrán presentar nuevos proyectos una vez aprobado el curso. Esta instancia permitirá generar herramientas para el fomento y desarrollo del sector en su conjunto y de los emprendimientos enoturísticos, actuales o por venir, que incentiven con sus acciones y actividades la optimización de recursos humanos, capacitaciones y soportes tecnológicos.
La ejecución del programa «Fondo para el Desarrollo del Enoturismo» coincide con la decisión de acompañar el desarrollo de las economías regionales, fortaleciendo las producciones agroalimentarias de todo el país y con el objetivo de mejorar la calidad de la prestaciones del turismo receptivo, que viene creciendo de la mano de las visitas de turistas, extranjeros y nacionales, atraídos por la oferta de servicios turísticos en bodegas y la calidad del vino argentino. En la actualidad hay más de 380 bodegas abiertas al turismo, instaladas en 17 provincias del país, lo que muestra un crecimiento de la actividad en los últimos tres años, ya que en 2020 se contaban 14 provincias y 200 bodegas dedicadas al enoturismo.