Ha sido sin dudarlo el peor año para el sector hotelero a nivel mundial. Las consecuencias de la pandemia, restricciones y temor al contagio provocaron una abrupta caída en la demanda de alojamientos, derivando en el cierre temporal de la mayoría de los hoteles y muchos hasta de manera definitiva.
Y aunque es de esperar que las cosas mejoren para los establecimientos hoteleros una vez que las vacunas contra el coronavirus estén ampliamente disponibles para el público y la pandemia esté mejor controlada, el sector de la hotelería tiene aún varios años difíciles por delante.
El sitio web especializado Caribbeannewsdigital publicó cuatro estadísticas que ponen de manifiesto la gravedad del problema, de acuerdo con los informes de varias asociaciones hoteleras de Estados Unidos y Europa.
1. Es poco probable que el empleo en los hoteles alcance los niveles previos a la pandemia hasta al menos el año 2023
El sector hotelero despidió a un número devastador de trabajadores en el transcurso de 2020, pero las cosas no mejorarán significativamente en ese frente durante los próximos años.
Los despidos han sido especialmente frecuentes en los hoteles urbanos, que se han visto notablemente perjudicados por el hecho de que los viajes de negocios experimentaron un importante descenso en 2020.
En 2022, se prevé que el número de puestos de trabajo en los hoteles aumente modestamente en comparación con 2021, pero en general, el empleo en los hoteles no volverá a los niveles anteriores a la pandemia hasta al menos el 2023. Esto, a su vez, acabará con más de 10 años de crecimiento del empleo en ese sector.
2. Se proyecta que la ocupación hotelera promediará apenas un 52% en 2021
En 2019, los hoteles más importantes del mundo mostraron una tasa de ocupación media anual del 66%. La pandemia, sin embargo, ha recortado esa cifra. En abril de 2020, la ocupación hotelera cayó a un mínimo histórico del 24,5%, y en todo el año 2020, la ocupación anual bajó a cerca del 44%, un enorme descenso con respecto a 2019.
Mientras tanto, se espera que la ocupación hotelera de este año promedie el 52,5%, un aumento de solo el 8,5% respecto a 2020. Eso es mejor que nada, pero ni se acerca al 66% de 2019.
3. Se espera que los ingresos por habitaciones de hotel de 2021 alcancen apenas el 65% del total de 2019
Antes de que la pandemia cobrara fuerza, en el mundo se contaban más de 18 millones de habitaciones, repartidas entre unos 185.000 hoteles, que generaron la impresionante cifra de 600 mil millones de dólares en ingresos en el 2018. Esto sin contar el dinero generado por las salas de reuniones y conferencias de los hoteles.
En 2020, esos ingresos se redujeron a la mitad y se espera que los ingresos por habitaciones aumenten discretamente en el transcurso de este año, es decir, que los hoteles cerrarían el 2021 un 34% por debajo de los niveles de 2018.
4. Los ingresos por viajes de negocios no retornarán a los niveles de 2019 hasta el año 2024
Mientras que un descenso en los viajes de ocio fue sin duda el gran dolor de cabeza para los hoteleros el año pasado, el hecho de que los viajes de negocios estén prácticamente suspendidos en todo el mundo ha venido a echar sal sobre la herida.
Atendiendo al estado actual de la pandemia, no se espera que la demanda de viajes de negocios vuelva a los niveles de 2019 hasta el año 2023. De hecho, se espera que el último trimestre de 2023 sea el primero en el que los viajes de negocios superen a igual trimestre de 2019. Dado que los ingresos por habitaciones de hotel marchan por detrás de la demanda, esa recuperación no se producirá hasta 2024.
Claramente, hay muchas razones para ser pesimistas sobre la industria hotelera en estos días, y los inversores hoteleros tienen mucho de qué preocuparse. La buena noticia es que los hoteles están siendo creativos en un esfuerzo por salvarse. Algunos buscan convertirse en centros de vacunación. Otros, se están convirtiendo en apartamentos.
Aunque es muy probable que veamos un auge en los viajes de negocios y de placer una vez que la pandemia sea realmente cosa del pasado, la gran pregunta será si los hoteles podrán resistir hasta entonces. En última instancia, sólo el tiempo lo dirá.