La inflación y la recesión son dos fenómenos económicos que pueden coexistir en una economía, aunque tradicionalmente se consideraba que eran incompatibles, los rubros de hotelería y restaurante, sobre todo el primero, rige sus tarifas con un claro esquema de oferta y demanda; suben los precios en temporada y alta y bajan considerablemente en los meses de menor movimiento turístico. Pero entonces ¿qué está pasando? como es posible que en los números del INDEC de noviembre la actividad haya sufrido un aumento por encima de la media mensual, mientras la caída de la actividad se sigue acentuando.

El Nivel general del Índice de precios al consumidor registró un alza mensual de 2,4% en noviembre de 2024, y acumuló en el año una variación de 112,0%. En la comparación interanual, el incremento alcanzó el 166,0%.

Restaurante y hoteles acumula un alto incremento de precios en los once meses de este año, a nivel nacional el promedio alcanzó los 116.3% de aumento, mientras hubo zonas como el noreste que alcanzó el 102.8% y Patagonia con un 134.2%.

La división de mayor aumento en el mes fue Educación (5,1%), seguida de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (4,5%) por las subas en Alquiler de la vivienda y gastos conexos; Suministro de agua; y Electricidad, gas y otros combustibles.

La división con mayor incidencia fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (4,5%) para las regiones Pampeana, Cuyo y Patagonia, mientras que en GBA fue Transporte (3,4%). En Noreste, la incidencia más alta se registró en Prendas de vestir y calzado (1,9%) y en la región Noroeste, en Restaurantes y hoteles (3,6%).

Las menores variaciones de noviembre se observaron en las divisiones Equipamiento y mantenimiento del hogar (1,5%) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,9%).

A nivel de las categorías, Regulados (3,5%) lideró el incremento, seguidos por IPC núcleo (2,7%), mientras que
Estacionales disminuyó 1,2%.

¿Por qué suben los precios mientras cae la actividad?

Nuestro país está muy caro en dólares y mientras cae el turismo internacional, también hace lo propio el turismo interno, ya que el dólar planchado y la baja de la inflación a costa de recesión económica, sumado al aumento indiscriminado de servicios (agua, luz y gas) están haciendo estragos en varios rubros entre ellos los vinculados a la actividad turística.

Para dar un ejemplo comparativo, en el último informe del INDEC de noviembre, basado en la Encuesta de Ocupación Hotelera que midió septiembre de 2024, se estimaron 3,4 millones de pernoctaciones en establecimientos hoteleros y parahoteleros. Esto implicó una disminución de 19,2% respecto al mismo mes del año anterior. Las pernoctaciones de viajeros residentes y las de no residentes registraron una baja de 20,0% y 15,8%, respectivamente.

Pero claro, para comparar «peras con peras» como les guasta decir ahora a algunos funcionarios, fuimos a burcar los índices de precios al consumidor del INDEC pero correspondiente al mes de septiembre de 2024, que es justamente cuando brindó la última medición de la encuesta de ocupación hotelera, allí el aumento de la división restaurantes y hoteles alcanzó el 3.7% y el nivel general de inflación mensual fue de 3.5%, un dato a tener en cuenta y que no es menor es que el aumento se dio además en ese mes que no tiene fines de semana largo ni feriados.



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