El trazado del camino narra el nacimiento de los primeros pueblos con un recorrido por diversas localidades y distintos puntos de atracción que el quebracho promovió en la provicia y el norte santafesino.
El bosque nativo como elemento de la identidad chaqueña se convirtió en el eje de una propuesta de desarrollo turístico con impulso universitario y corazón industrial en lo que un grupo de docentes, alumnos y directivos denominó «La ruta del quebracho».
«La ocupación espacial del este de la provincia de Chaco, la formación de esas localidades, está absolutamente relacionada con la explotación forestal y la instalación de industrias derivadas del quebracho. Esa historia es el corazón de esta ruta», dijo a Télam la codirectora del proyecto, Evelin Davidoff.
«El factor humano en esta ruta ha sido importante ya que contamos con el testimonio de los pobladores más antiguos, que nos han demostrado que el hacha se convirtió en una extensión de la mano de las personas de esta zona»
La especialista es docente en la carrera de Turismo de la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura que la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) dicta en el Chaco.
A través de un programa de extensión universitaria denominado «La UNNE en el medio», este grupo conformado por 20 alumnos, egresados, docentes y directivos de Turismo y de la carrera de Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura, tiene también como codirectora a Anahí Benavídez.
Se trata de un plan para el desarrollo de una ruta escénica que se inició con las localidades de Capitán Solari y Villa Elisa, y que continuará en 2022 con los pueblos de La Verde, Lapachito y La Escondida, pero que plantea traspasar los límites de la provincia y recorrer también el norte de Santa Fe.
«Iniciamos con un financiamiento de 30.000 pesos y donaciones, con lo cual pudimos afrontar el inicio junto a los municipios, pero que en su siguiente etapa incluye al Instituto de Turismo de la provincia, con miras a que esto se convierta en un producto turístico oficial», dijo Davidoff a Télam.
La especialista explicó que la ruta pretende integrar, en un recorrido por diversas localidades, los distintos puntos de atracción histórica y cultural que el quebracho promovió en la provincia del Chaco y el norte santafesino, desde los obrajes hasta las fábricas, pasando por las estaciones de trenes de carga y su estado actual.
«El factor humano en esta ruta ha sido importante ya que contamos con el testimonio de los pobladores más antiguos, que nos han demostrado que el hacha se convirtió en una extensión de la mano de las personas de esta zona, y que lo que han producido de la madera y su subproducto, el tanino, hoy es posible ponerlos en valor», precisó la docente.
«La abundancia de esta especie es el origen de localidades que hoy ya no son pequeñas y cuya vida ha girado en torno de esta riqueza»
La dimensión cultural del quebracho en esa región, denominada del bosque húmedo, está ligada a la enorme riqueza forestal nativa de una especie requerida por la dureza de su madera y por la explotación del tanino, indispensable para la manufactura de cueros, entre otros múltiples usos.
Tal fue el grado de explotación de estos bosques, que en 1954 el Estado Nacional dispuso la creación del Parque Nacional Chaco con fines de preservar la mata nativa que estaba siendo diezmada.
«La abundancia de esta especie es el origen de localidades que hoy ya no son pequeñas y cuya vida ha girado en torno de esta riqueza» natural, concluyó Davidoff.
Para que esta idea superara los límites de la provincia, el estudio hizo un anclaje histórico en la manera en que el Chaco terminó de configurar su geografía.
El comienzo del quebracho en la indutria maderera
La explosión del quebracho colorado se extendió por los años que fueron desde fines del siglo XIX y principios del XX, e incluso hasta mediados del siglo pasado.
Según explicó Davidoff, las explotaciones forestales y los obrajes se extendían desde el Este chaqueño hasta las localidades periféricas o próximas a la actual ciudad de Reconquista.
A fines del siglo XIX, los principales establecimientos industriales dedicados a la madera quedaron del lado santafesino. Luego llegó la provincialización de esto, que fue territorio nacional y la demarcación de los límites.
«Hoy por hoy, cada una de las localidades que integran esta ruta tienen elementos diferenciales y pueden ofrecer recorridos diferentes de los demás, como por ejemplo la estación del tren en Colonia Elisa, donde actualmente funcionan aulas de una escuela y un polideportivo. Es decir que la función de estos solares será la de recordar de dónde partió la historia», aseguró la especialista.
Así, la porción gráfica de esta ruta escénica está contemplada en un manual de comunicación visual que presenta las líneas con las que se diseña la cartelería y señalética.
«Logramos cumplir con la primera etapa; ahora esperamos que se nos abran más puertas para obtener la financiación de lo que resta del proyecto de manera de poder convertirlo, definitivamente, en un producto turístico», indicó Evelin Davidoff.
Fuente: Telam