¿Por qué quince? Porque quince fueron las veces que la camiseta celeste y blanca levantó la Copa América. Argentina es un país que vive el fútbol con el corazón en la mano. Para sus 45 millones de habitantes, la pasión es inevitable sea cual sea la materia deportiva. Y, ante semejantes condiciones, sobran las razones para elegirla como destino de aventuras.
El sabor del asado, la calidad de sus vinos y la envidiable naturaleza son solo algunas de las impresiones que aparecen en la mente viajera cuando se habla de Argentina. Pero hay una característica que encabeza el tablero: el amor por el fútbol. Porque en el territorio albiceleste no se vive como en cualquier otro lado. Acá, un partido define el estado de ánimo del país entero. Si se pierde se llora y si se gana también. Es el hogar de Maradona, de Messi, de la Selección. Un equipo que juega aun con sangre en los talones. El que con una pelota, une al pueblo al grito de un gol. Ese que en 90 minutos enseña de qué se trata todo eso del persevera y triunfarás.
Y aunque el fútbol nacional recorre las noticias del mundo entero, no es el único ejercicio que moviliza al país. El básquet, el tenis, el polo, el hockey, la natación, la pesca y hasta los Juegos Olímpicos dan cuenta de la alegría que provoca el deporte entre los argentinos. Tiene sentido, entonces, que sus alternativas turísticas emocionen al aventurero de turno. Argentina lo tiene todo: desde su cultura apasionada hasta coordenadas que habilitan disciplinas extremas. El concepto es sencillo, quien busque adrenalina, la va a encontrar y esta nota está para demostrarlo:
- Vivir el superclásico Boca-River
Real Madrid vs Barcelona, Flamengo vs Fluminense, Liverpool vs Manchester United. Hay cruces futboleros que se esperan en todo el globo. Duelos que tensionan a países completos. Que los dividen por equipos y los unen en la pasión. Y claro que el superclásico sabe de todo eso y más. Porque ya es parte del folclore nacional (e internacional). Porque, aunque uno decida no verlo, lo escucha desde el barrio que sea. Porque por un segundo, se grita gol y se lamenta al mismísimo nivel.
Un Boca-River no se compara con ningún otro partido. Hasta el diario inglés The Observer lo catalogó como la experiencia deportiva más intensa del mundo y uno de los 50 espectáculos que hay que ver antes de morir. En la Bombonera, en el Monumental o en Madrid, es un encuentro que contagia hasta al menos futbolero.
- Rosario, la ciudad donde nació Messi
Si el Barcelona está orgulloso de haber fichado al jugador con más balones de oro de la historia, ¿qué le queda al país que lo vio nacer? Exacto. Por eso en la Provincia de Santa Fe existe un circuito de 10 paradas que atraviesa los años más tempranos del prodigio del fútbol. Más precisamente en Rosario, su ciudad natal y el lugar donde Messi hoy vuelve a ser un pibe de barrio.
Hay rincones de todo tipo. La cancha El Campito, donde jugaba cuando era chico. El Club Abanderado Grandoli, que fue quien lo descubrió con cinco años y un talento insuperable. Su escuela y hogar. Hasta el barrio La Bajada que, además de imperdible rosarino, es donde vivió con su familia y tiene un sinfín de murales en su honor.
- La Paternal, cuna del amor maradoniano
Maradona no necesita introducción. Es la primera palabra que dice un turista cuando se cruza con un argentino en pueblo extranjero. Para la nación es un Dios y para el resto del mundo, también. Porque lo que genera El Diego, no lo generó nunca nadie. Y, si bien, todo Buenos Aires (y el país) lo recuerda con nostalgia, La Paternal, en la Ciudad de Buenos Aires, tiene una cuota de sentimentalismo extra.
Es la sede del estadio de fútbol de Argentinos Juniors, ni más ni menos que el equipo donde debutó el Diez. Un templo que, dicho sea de paso, hoy lleva su nombre. Es que el ícono del fútbol es el orgullo de los vecinos. Y claro que las calles del barrio están inundadas de street art en honor a su Dios. Además, en la calle Lascano 2257 está la primera casa que adquirió de muy joven, cuando salió de su humilde hogar en Villa Fiorito. Hoy es un museo y un túnel en el tiempo que recuerda los momentos más importantes del ídolo eterno.
- La Bombonera en La Boca
Boca es uno de los equipos más influyentes del país. Con más de 100 años de historia, es un claro sinónimo de triunfos y festejos. Por eso, el estadio del Xeneize tiene una fuerte impronta en la cultura nacional y, desde ya, se cataloga como clásico porteño. La Bombonera, llamada así por su parecido estructural a una caja de bombones, es tan solo uno de los mayores símbolos del colorido barrio de La Boca de la capital argentina.
Visitarla es todo una experiencia y más todavía si es para ver un partido. Ahí está la verdadera adrenalina. Ahora bien, si no se cuenta con la suerte, siempre se puede recorrer el Museo de la Pasión Boquense que casualmente queda dentro del estadio.
- Bucear en Puerto Madryn
Muchas veces, suele relacionarse a la Patagonia con las bellezas naturales al pie de la Cordillera de los Andes. Sin embargo, en el lado opuesto, sobre la inmensa costa que bordea el mar Argentino, hay mucho para ver y disfrutar.
Es en esta zona donde uno puede toparse con Puerto Madryn, la Capital Nacional del Buceo en Argentina, Ubicada en la Provincia de Chubut, a pocos minutos de la increíble Península Valdés (Patrimonio Unesco de la Humanidad), es una ciudad pujante, en permanente crecimiento, con bellísimas playas y famosa por ser ideal para el avistaje de la ballena franca austral.
Una vez en Madryn -así se la conoce popularmente- el plan del buceo -¡y también snorkel!- es pura fantasía hecha realidad. Con el traje de neoprene puesto, la aventura se sumerge en aguas azuladas, los lobitos marinos se convierten en amigos, las piruetas van y vienen y todo el mundo acuático se vuelve familiar. Experiencia 100% premium y, por supuesto, bien patagónica.
- Trekking en El Chaltén
Recorrer a pie largas distancias o zonas determinadas, generalmente de alta montaña. Así define la RAE el senderismo. Pero, en Argentina no se trata solo de hacer trekking. Pues la fórmula nacional supera la norma con postales completamente alucinantes. Y es que la magia de la Patagonia, mítica región que alberga pueblos inolvidables como El Chaltén, no se encuentra en cualquier lado. Por eso, fanáticos del mundo, año tras año, arriban aquí en busca de aventuras de ensueño.
La Capital Nacional del Trekking del país tiene senderos para todos los gustos y dificultades. Así que, si el turismo aventura es un pendiente, El Chaltén sin duda se colará en las listas viajeras. La recompensa de elegirlo es avistar el Monte Fitz Roy rodeado de paisajes que parecen escapar lienzos fantásticos y pintan un cuadro natural difícil de olvidar.
Circuitos recomendados: la Laguna de los Tres, la Loma del Pliegue Tumbado y la Laguna Torre. Y, aunque esta pequeña villa santacruceña ya es suficiente para mover la brújula de más de un turista, a solo 200 km está El Calafate, dueño y sede del Perito Moreno, uno de los glaciares más grandes del mundo.
- Golf en Termas de Río Hondo
Única en Sudamérica y un orgullo para toda la región Norte. Definitivamente, la cancha de golf del Termas de Río Hondo Golf Club, diseñada por Robert Trent Jones II, hijo del legendario arquitecto estadounidense, se convirtió desde su inauguración en 2018 en una maravilla del Turismo Deportivo de Argentina.
Este notable sitio es escenario de una de las fechas del PGA Tour Latinoamérica. Y en la relación a este punto, cabe mencionar la histórica alianza que Argentina, a través del Instituto Nacional de Promoción Turística (INPROTUR), logró junto al PGA Tour LA en pos de promocionar la oferta turística nacional en una de las competencias deportivas más importantes de la región.
Junto al Autódromo y el Museo del Automovilismo, el campo de Termas completa un trinomio que eleva la oferta del mencionado segmento turístico del país y posiciona a la Provincia de Santiago del Estero como una excelente opción para los viajeros y viajeras internacionales que deseen visitar el área más septentrional del país.
“El sol nunca se pone en un campo de golf de Robert Trent Jones” solía decir el padre del creador de esta fantástica cancha de Termas. En Santiago, la energía tampoco se va y se enciende a toda hora.
- Pesca en El Fin del Mundo
Más de diez ríos, cuatro lagos y tres lagunas transforman a Tierra del Fuego en un gran destino pesquero. Es que la locación más austral de Argentina es hogar de las famosas -y codiciadas- truchas de mar. Peces que, dicho sea de paso, pueden llegar a pesar hasta 18 kg. ¿Cuáles son las especies de por aquí? Brown trout, rainbow, sea run, brook y steelhead, entre otras. Tal es su riqueza piscícola que el agua fueguina se postula fácilmente como una de las mejores áreas de Latinoamérica para el mundillo de la pesca.
El punto estratégico más importante queda al norte, en Río Grande, que tal como su nombre lo indica, es un espejo acuático donde viven los peces de mayor tamaño. Además, es una zona con gran oferta hotelera y exquisita gastronomía. Y claro que la trucha no es la única protagonista marítima. Ushuaia también es conocida en el mundo entero por la calidad y frescura de su centolla. Comerla es una experiencia culinaria directa del océano al plato.
- Cabalgatas en Córdoba
Todo seguidor ecuestre sabe que Córdoba, en el corazón geográfico de Argentina, tiene que estar dentro de su itinerario. Es que la fórmula del territorio serrano es infalible: caminos inagotables, historia local, fauna y la inconfundible energía lugareña. Ni hablar de los asados, los Fernets -típico elíxir de estas tierras- y la melodía del cuarteto. Cuando nada queda afuera, la aventura a caballo es lo más parecido a la perfección.
La premisa de cabalgar con el viento en la cara envueltos en paisajes de película se sostiene en todo el territorio. Pero, ¿qué coordenadas no deberían saltarse? Pampa de Olaén, La Cumbrecita, Alta Gracia, La Cumbre y Santa Rosa de Calamuchita.
- Kayak en el Lago Nahuel Huapi
El color de sus olas, las islas que lo rodean, el bosque andino, las imponentes montañas. Excusas para conocer el Nahuel Huapi sobran y hacerlo arriba de un bote redobla cualquier apuesta viajera. Porque nada más lindo que disfrutar del paisaje patagónico -que de por sí es un espectáculo- desde adentro.
Estamos hablando de 557 km² que se extienden desde el sur de la Provincia de Neuquén hasta Bariloche en Río Negro. ¿Una curiosidad? Es uno de los lagos más profundos del mundo y el cuarto más grande de la Argentina. O, en otras palabras, el paraíso acuático que los fanáticos de la aventura estaban buscando. Kayak, stand up paddle, windsurf y hasta buceo, son algunas de las miles de alternativas náuticas. En cuanto al kayaking, se puede alquilar equipos por unas horas y para los más valientes emprender travesías grupales o privadas de jornada completa, que cruzan cascadas y playas escondidas. Claro que todos los recorridos incluyen pausas más que necesarias para admirar semejantes postales.
- Descenso en bici por la Cuesta del Obispo en Salta
Si la adrenalina corre por las venas, la respuesta está por aquí. Es un pasaje de 40 km que permite a los turistas conocer en dos ruedas algunas de las vistas más maravillosas de la provincia de Salta. Porque, aunque suene increíble, atraviesa en simultáneo las mesetas áridas de la Puna y los verdes frondosos de la selva de Yungas. ¿Fotos? En exceso.
No, no requiere ninguna preparación física, solo muchísimas ganas de admirar las montañas argentinas cubiertas de vegetación rojiza por momentos, verde y hasta amarilla. Un trío impagable. Son 10 horas de una sucesión de delirios naturales que harán latir el corazón de todos los viajeros. El camino une los valles de Lerma y Calchaquí, y costea el río Escoipe hasta el pie de la Cuesta del Obispo. Además, entre curva y curva, pasa por el Parque Nacional Los Cardones, dueño del emblemático y homónimo paisaje salteño. Es una experiencia alternativa que permite entender en primera persona la razón por la cual esta provincia se apoda La Linda.
- Escalada en el Cerro Aconcagua
Con 6961 metros es la montaña más alta de América y una de las más famosas del mundo. Suficiente estadística para visitar el país, ¿verdad? Queda en Mendoza y lo cierto es que su escalada no es de enorme dificultad en comparación con otros cordones montañosos pero, como toda aventura, requiere de preparación física previa. ¿Cuán exigente? Es un proceso parecido al entrenamiento para correr una maratón. Progresivo y, en el mejor de los casos, habiendo escalado cerros de menor altura con anterioridad.
Son varias rutas, 33 para ser exactos. Las hay más sencillas -para personas sin mucha trayectoria- y las hay exclusivas para los verdaderos expertos. En 15 días, aproximadamente, se llega a la cima. La clave está en emprender la travesía junto a un guía especializado, aunque por aquí todo depende del clima. Por supuesto, las bajas temperaturas complejizan el circuito.
La experiencia es completamente única y nada se le compara a ver los matices naranjas del amanecer o atardecer desde la montaña. Otra gran panorámica es admirar el cielo de una Mendoza completamente estrellada. Pero ojo, porque el Aconcagua es solo la punta del iceberg. Pues la provincia del Malbec también alegra corazones y paladares 24/7 y es dueña de la mejor bodega del mundo según The World ‘s Best Vineyards: Zuccardi Valle de Uco.
- Esquí en la Cordillera de los Andes
A casi la mitad de precio que las alternativas mundiales, los cerros argentinos reciben a viajeros amateurs y experimentados de todas partes del mundo. Porque el territorio albiceleste es muchísimo más accesible que sus compañeros internacionales, pero no por eso de menor calidad. Al contrario. Es más, es sede del centro más grande de Sudamérica: el Cerro Catedral en Bariloche, destino turístico de excelencia en la Patagonia. Y no todo se reduce a esquiar: el snowboard, el trekking, los paseos en trineo y la escalada son propuestas más que tentadoras para los apasionados de la adrenalina.
En lo que a la nieve respecta, la temporada se estira de junio a octubre. Hay centros de esquí de entre 20 y 30 pistas cada uno, con opciones para todos los gustos y niveles. Coordenadas a considerar: Tierra del Fuego, Mendoza, Río Negro, Neuquén, Santa Cruz y Chubut.
- Carrovelismo en San Juan
El carrovelismo, para quien no lo conoce, es un deporte exclusivo de algunos paisajes porque depende 100% de las condiciones climáticas. Básicamente son pequeños carros con una vela y sin motor, ya que el impulso lo toman del viento en cuestión. Pueden alcanzar hasta los 120 km/h, ¡nada mal para levantar las pulsaciones adrenalínicas!
En la Provincia de San Juan, a 25km de la localidad de Barreal, está Pampa del Leoncito, un legado argentino de millones de años con el viento como aliado principal. Es un paisaje desértico, con superficies erosionadas ideales para los aventureros natos. El horario para disfrutar del plan es desde las cinco de la tarde cuando se levantan las corrientes ventosas. Y lo mejor es que esta coordenada queda a las afueras del Parque Nacional homónimo donde, por la noche, se puede disfrutar de uno de los cielos más despejados y estrellados del país.
- Clases de polo en Buenos Aires
Si bien es un deporte que se relaciona con la tradicional élite porteña, el juego en realidad fue importado por los ingleses que llegaron al país a mediados del siglo XIX. Las reglas: coordinación y equitación. Para los amantes del caballo, verlo se presta a un espectáculo completamente hipnotizante. De hecho, en Buenos Aires se organiza todos los años el Abierto de Palermo, máximo certamen interclubes a nivel mundial. ¿Imperdible? Claro que sí. Y si el show no es suficiente, ¡siempre se pueden tomar clases para mejorar las habilidades arriba de los equinos!