Con el objetivo de homenajear una de las principales producciones de la localidad y otorgarle un reconocimiento a los incansables trabajadores de la industria, desde el jueves 7 al domingo 10 de marzo Lamarque, provincia de Río Negro, celebrará la 29° edición de la Fiesta Nacional del Tomate y la Producción con una serie de propuestas recreativas, turísticas y culturales imperdible, tan esperada por la región cada año.

Durante cuatro jornadas la localidad será epicentro de un amplio cronograma de actividades para toda la comunidad, que incluye la tradicional Tomatina y los concursos de salseada y embaladores. Además habrá una feria de artesanos y productores locales, un patio de comidas, área de juegos y recreación, que se sumarán a la presentación de artistas locales y regionales en los escenarios que estarán ubicados al aire libre.

También habrá grandes espectáculos musicales en el escenario mayor, donde se llevarán adelante las presentaciones de Green y Los Chakales el jueves; Yoel Hernández, Los Chamas de Cristal, Los Tipitos y Santi Cairo el viernes; Nico Mattioli, La Repandilla y Valentina Márquez el sábado, mientras que el domingo el cierre estará a cargo de Perro Primo y La T y la M.

Honrar a la producción

Emplazada en el Valle Medio rionegrino, Lamarque es considerada la capital del tomate por excelencia, ya que gran parte de su economía está basada en dicho cultivo gracias a la abundancia del agua y la riqueza del sueño que favoreció la instalación de plantaciones intensivas de rápido crecimiento a mediados del siglo pasado, dando como resultado la proliferación tomatera. 

Fue en este contexto, y a fin de homenajear a los trabajadores y trabajadoras de la producción de esta hortaliza, que en 1968 productores locales impulsaron la creación de la Fiesta Zonal del Tomate, una celebración regional que fue tomando relevancia y creció al ritmo de los cultivos hasta convertirse en Fiesta Nacional en 1994, sumándose actualmente al calendario de eventos festivos que se llevan adelante a lo largo y ancho del territorio rionegrino. 

Cabe destacar que en parte, la historia productiva de la localidad se encuentra atravesada por la llegada de 13 familias de la comunidad coreana que llegaron en 1965 y se asentaron en la zona rural, donde en el marco de un acuerdo entre los Gobiernos argentino y coreano les entregaron unas 400 hectáreas para que pudieran asentarse, trabajar la tierra y labrar un futuro en la región.