El pueblo de Itatí es reconocido por su mística y sus aires cristianos, así como por su amor por la Madre y Patrona de la provincia de Corrientes (Virgen de Itatí).  Este municipio tiene mucho que agradecerle a su virgen y es por ello que año a año abre sus puertas a miles de peregrinos locales y foráneos que se acercan a reafirmar su fe. Vale mencionar que cada 9 de julio se celebran las fiestas patronales de la Virgen de Itatí, patrona y protectora de la Diócesis de Corrientes que coincide con los festejos por el Día de la Independencia argentina. Por otra parte, el 16 de julio es una segunda fecha importante, cuando se celebra su Coronación Pontificia.

La localidad se encuentra ubicada a 65 km de la capital correntina en el norte de la Provincia, a orillas del río Paraná. Por lo tanto, el municipio comprende las islas: Verde, Guazú, Itá Ritá, del Pañuelo y del Abra.

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Itatí significa en guaraní: piedra (itá)- nariz (tí), literalmente nariz de piedra y parece derivar de las Misiones del Itatín en donde quizás fue realizada la estatuilla a inicios del s XVI.

La Basílica de Nuestra Señora de Itatí

Es uno de los templos más importantes de América, erigido a pocos metros de la ribera del Paraná frente a la Plaza Fray Luis Bolaños. Anualmente miles y miles de creyentes se acercan dando una muestra de su devoción por la Virgen.

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Su Basílica fue construida 9 veces a lo largo de la historia, formando así una obra arquitectónica de magnitudes impresionantes.

En el interior de la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, sorprende su espacio y magnitud, ornamentado con columnas, murales, bajorrelieves y hermosos ventanales, en los que se aprecian imágenes de santos y secuencias de las Sagradas Escrituras.

Otro detalle sin igual se lo dan los leves rayos de luz, que ingresan tímidos por las ventanas y a la vez que le dan una sensación de calidez a la Basílica de Nuestra Señora de Itatí.

La imagen de la Virgen de Itatí.

Tallada corporalmente en timbó y el rostro en nogal, presenta un manto de color azul, escapulario y túnica blanca. En el rostro de la Virgen de Itatí, se visualiza una actitud piadosa y se advierte una suave sonrisa, cautivante y reveladora.

Según la tradición, la imagen fue robada y unos indígenas la encontraron a orillas del Paraná sobre unas piedras de caliza blanca. La devolvieron a la reducción, pero, en tres oportunidades, la imagen desapareció de allí y volvió a aparecer sobre las piedras blancas.

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Ante estos episodios, los religiosos interpretaron el deseo de la Virgen de permanecer en ese lugar y construyeron una capilla. Desde entonces, comenzó a ser conocida como Virgen de Itatí.

En 1615, fray Luis de Bolaños fundó el Pueblo de Indios de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí, cerca de Santa Ana, una población que había sido abandonada por los continuos ataques de los indios. Fue el párroco fray Luis de Gamarra el primero en dar a conocer los milagros atribuidos a la Virgen.

Uno de los más conocidos ocurrió cuando, para defender a Itatí de un ataque de indígenas que luchaban contra la evangelización, la Virgen intercedió e hizo surgir una zanja que protegía al pueblo. Intimidados, los atacantes se dieron a la fuga.

El 16 de julio de 1900, el papa León XIII coronó a la Virgen de Itatí como Reina del Paraná y Reina del Amor. El 23 de abril de 1918, fue proclamada patrona de la provincia de Corrientes.

Para 1950 estuvo construida la Basílica, que alcanza los 88 metros de altura, frente a la plaza principal de Itatí y que es el centro de las peregrinaciones y de las celebraciones que se extenderán hasta el 16 de julio.

Es así que el Santuario de Itatí, es uno de los más importantes de América. Cada año alrededor de 2 millones y medio de fieles, no sólo de Argentina, sino también de otros países sudamericanos, se dirigen a la gigantesca Basílica a dar testimonio de su devoción y amor por la virgen.

Fundación de la localidad.

La ciudad fue fundada el 7 de diciembre de 1615 por el sacerdote franciscano Luis de Bolaños. Probablemente la fundación se hizo en las cercanías de un antiguo poblado indígena al que Sebastián Gaboto llegó en 1528 y denominó Santa Ana y cuya existencia es confirmada, al igual que el Fuerte Sancti Spiritus, en el Theatrum Orbis Terrarum (primer atlas moderno) publicado en 1570. En 1999, el casco histórico de Itatí fue declarado «pueblo histórico.