Los precios en el balneario uruguayo hacen cada vez mas difìcil la llegada de muchos argentinos de clase media que les encanta pertenecer a un nivel social a los que la reciente devalución los dejó afuera sin previo aviso.

Punta del Este históricamente se caracterizó por ser un destino caro pero que recibía a miles de argentinos que vacacionaban en la ciudad uruguaya, está claro que muchos de esos miles hacían malabarismos en su economìa anual para poder sentirse parte en Punta de un nivel social al que lejos están de pertenecer. La crisis económica argentina, mas el ajuste que se viene, la pérdida de poder adquisitivo por la devaluación del 120% y si a eso le sumamos los precios prohibitivos para vacacionar en el Este, han generado un aluvión de cancelaciones de reservas, y solo viajaron los que tienen resto de verdad.

Un cafecito cuesta desde 4 mil mangos en adelante según donde se tome, un choclo en la playa 5 mil y un pancho otro tanto; un porrón de cerveza puede llegar a 9 mil y una cena de fin de año se pagó lo que cuesta en cualquier país del mundo entre 300 y 500 dólares por persona. Precios a los que a la mayoría de la típica clase media argentina no les permite cabida, como el litro de nafta que en Punta del Este supera los 2500 pesos.

Sin embargo hay cada vez más brasileños (Cabe destacar que recientemente en el Gobierno de Lula, desplazó a Canadá del octavo puesto entre las mejores economías mundiales), también creció la llegada de estadounidenses y europeos.

En diciembre se cayeron varias reservas de alquiler que ya estaban señadas para enero. Al aumento del dólar hay que sumarle que en el país vecino cuesta todo hasta cinco veces más que en la Argentina. Y Punta del Este siempre está, al menos, un 25% arriba del resto en los precios.

Pero más allá de que a la clase media (de medio pelo argentina), quedó afuera de veranear en esa playa top y se perdieron las selfies de este año para hacer «ostentación» y aparentar lo que no son en sus redes sociales, la temporada va a estar a tope en ese lugar del mundo, y se estima que unos 80.000 argentinos (muchos de ellos propietarios de inmuebles) de alto poder adquisitivo seguirán disfrutando del Este uruguayo en verano.