En los primeros cuatro meses del Gobierno de Javier Milei y Luis Caputo, a cargo del Palacio de Hacienda, estuvieron caracterizados por la devaluación de diciembre y la liberalización de los mercados, en donde los salarios registrados experimentaron un recorte del 15,2% en términos reales, mientras que los precios en los sectores más concentrados de la economía aumentaron un 24% por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Esta pérdida de poder adquisitivo salarial actuó como un ancla, disminuyendo el consumo y la actividad económica.
Una de las primeras medidas tomadas por Milei y Caputo fue el aumento del tipo de cambio oficial en un 118%. Esta devaluación provocó un aumento abrupto en los precios en diciembre, lo que elevó el IPC al 25,5%, con incrementos en los precios de los alimentos de casi el 30% mensual y un pico del 11% semanal. Además, esta medida presionó el aumento de la alícuota del impuesto PAIS al 17%, afectando especialmente a los productos importados y contribuyendo al aumento del 54% en los precios mayoristas. Este incremento en los precios se trasladó directamente a los salarios.
No a todos les fue mal
Sin embargo, otras áreas se vieron más favorecidas por estas acciones, según el último informe de coyuntura de CIFRA. El informe sostiene que «los precios de los grupos concentrados aumentaron un 24% por encima del IPC» durante los primeros cuatro meses de gobierno, infomó Ambito.com.
«La aceleración de los precios en el marco de la devaluación de diciembre y la creencia en la desregulación económica como asignador eficaz de los recursos, conllevó una nueva frustración en la que el caso de la medicina prepaga no fue la excepción, sino la regla», advierte el documento.
Y agrega que, «Si observamos el período entre el tercer trimestre de 2023 y el primero de 2024, las ramas altamente concentradas aumentaron sus precios mayoristas en un 14,4% por encima del IPC». «Es un proceso similar a la pérdida de salario en relación con el IPC, tanto durante el gobierno de Milei como en el período general que comenzó en diciembre de 2015. Entre diciembre de 2015 y el primer trimestre de 2024, las ramas oligopólicas aumentaron sus precios en un 40,1% por encima del IPC», afirmó el Centro de la CTA.
Cifra señaló que el caso de la salud «no es una excepción, sino la norma», y destacó que cuando se produce una devaluación o un aumento de precios como el ocurrido después de la pandemia, «los grupos concentrados aceleran el traslado de estos aumentos a los precios, generando una ventaja relativa que buscan mantener cuando comienza la lucha distributiva».
El informe de Cifra también destacó que se ha producido una «profunda recesión económica como resultado de la fuerte devaluación en diciembre, el severo ajuste fiscal y la desregulación de los mercados».
Sin embargo, en comparación con otros precios relativos, los salarios tienen un largo camino por recorrer para recuperar lo perdido en estos meses. Cifra señaló que entre diciembre de 2023 y marzo de 2024, los ingresos reales disminuyeron un 15,2%. Durante ese mismo período, la inflación acumulada fue del 90%, lo que resultó en una reducción del consumo y un colapso de la actividad económica.
En este sentido, el informe afirmó: «La perspectiva oficial de que una rápida recuperación económica puede ir de la mano con una desaceleración de la inflación parece más una necesidad política que un análisis económico certero, ya que la expansión del consumo privado requerirá de una recomposición de los ingresos reales, lo que intensificará la lucha distributiva y dificultará la desaceleración de la inflación».