Durante cinco semanas, cerca de 30 profesionales del INTI, el INTA, el INV, la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, la COVIAR y Bodegas de Argentina dictaron un curso del que participaron propietarios y directivos de empresas, además de especialistas técnicos del sector privado y el público, de 19 provincias del país. El Consejo Federal de Inversiones (CFI) aportó el financiamiento.
Debido a la importancia histórica que la actividad vitivinícola tiene en la Argentina, a su crecimiento federal y a la relevancia de la sustentabilidad en la agenda productiva, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) avanzó, junto al Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y con el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI), en la generación de un curso específico destinado a propietarios y mandos intermedios de empresas vinculadas al sector, además de técnicos y profesionales. Los contenidos estuvieron a cargo de expertos de diversas organizaciones: además del INTI y el INV, aportaron especialistas en distintas temáticas el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y Bodegas de Argentina (BDA).
La convocatoria al curso superó las expectativas iniciales: hubo cerca de 500 pre-inscripciones y, luego de un proceso de selección para esta primera experiencia, 221 participantes realizaron la formación. Se dio de forma totalmente virtual y asincrónica, a lo largo de cinco semanas, y resultó gratuito, gracias a los fondos aportados por el CFI.
El departamento de Trabajo y Educación a distancia del INTI (TED) tuvo a su cargo la construcción de la capacitación a partir del procesamiento de los materiales generados por un equipo técnico interinstitucional y multidisciplinario, que reunió especialistas en la temática del INTI, INV, INTA, Bodegas de Argentina, COVIAR y UNCUYO. La capacitación en formato e-learning, contó con recursos interactivos y multimediales y materiales para descargar sobre cada tema desarrollado. La implementación del curso se realizó en la plataforma educativa del INTI a cargo de TED.
La estructura del curso «Producción sustentable – Sector vitivinícola» consistió en cuatro módulos, divididos en seis capítulos cada uno. Cada capítulo incluía una evaluación. El curso finalizó con una evaluación final integradora y la posibilidad de realizar un autodiagnóstico en materia de sustentabilidad.
Los módulos se dividieron de la siguiente forma: I. Gobernanza, público y comunidad; II. Prácticas comunes a finca y bodega; III. Prácticas sustentables en finca; y IV. Prácticas sustentables en bodega.
La coordinación general del proyecto estuvo a cargo de un equipo del INTI de Mendoza, integrado por Natalia Vanin, Luciana Tacaliti y Juan Carlos Najul. “Al principio, lo pensamos como una capacitación presencial en Cuyo. Finalmente, se convirtió en un programa virtual y federal. Siempre que se habla de vino, se piensa en Mendoza, San Juan, Neuquén, y quizás en algunas provincias más del eje cordillerano. Sin embargo, la producción se ha federalizado mucho, y además hay distintos sectores de la cadena. En total, participaron personas de 19 provincias”, indica Tacaliti.
“Desde el primer momento sabíamos que queríamos apuntar los contenidos de este curso enfocado en sustentabilidad al sector productivo: empresas, bodegas, productores primarios”, señala Vanin, del departamento de Producción Sustentable del INTI en la región Cuyo.
Los distritos de quienes realizaron la capacitación son: Catamarca, Chaco, Chubut, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Neuquén, provincia de Buenos Aires, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santa Fe y Tucumán.
Así como destaca la expansión territorial y geográfica de la producción vitivinícola, Vanin también pondera que “la sustentabilidad es un tema de agenda e interés transversal para todas las industrias del país”.
Respecto de la importancia que la producción sustentable tiene no solo en materia ambiental sino también económica y comercial, Vanin considera: “Hay mayores expectativas y exigencias por parte de los consumidores, en todo el mundo. Eso plantea un desafío adicional para los productores que quieren vender sus vinos, tanto en el mercado interno como al momento de exportar. Cada vez hay más interés por conocer cómo se produce, cómo se vincula la empresa en su entorno, saber si se cuida el recurso hídrico, qué se hace con los residuos y con los efluentes, entre otros aspectos”.
“A través del curso, se facilitó un mayor conocimiento y acercamiento del personal clave para la gestión sustentable en un conjunto significativo de bodegas y productores, con la idea de promover una vitivinicultura con mejores herramientas competitivas para el mercado”, resaltó por su parte Najul.
Los contenidos quedan disponibles en la plataforma virtual del INTI y podrán ser utilizados en futuras ediciones de este programa de capacitación.