Entre mil conductores de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, solo el 41,4 pudo dar una respuesta correcta respecto a la profundidad mínima de 1.6 milímetros que deben tener los neumáticos para poder circular en ruta y sobre el tiempo que deben cambiarse las cubiertas.
Casi el 60 por ciento de los conductores del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) tienen un conocimiento incompleto acerca de las condiciones que deben reunir los neumáticos de los vehiculos a la hora de emprender un viaje por ruta, según un relevamiento realizado por especialistas en seguridad vial en el contexto del período de vacaciones.
Según una encuesta telefónica realizada entre mil conductores de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, solo el 41,4 pudo dar una respuesta correcta respecto a la profundidad mínima de 1.6 milímetros que deben tener los neumáticos para poder circular en ruta y sobre el tiempo que deben cambiarse las cubiertas.
El trabajo, realizado por el Observatorio Vial de la Cámara que nuclea a empresas productoras de software vial (Cecaitra), indicó que ante la pregunta «¿Cuándo considera que deben ser cambiados los neumáticos?», un 41,4% contestó de manera correcta , es decir cuando la profundidad mínima de su dibujo es inferior a 1,6 milímetros. Para el resto de los consultados, «deben cambiarse cuando fueron utilizados más de 30.000 kilómetros» (14,2%); un 25,6% dijo «cuando ocurren cualquiera de las dos situaciones anteriores (dibujo o kilometraje)»; y la respuesta «no sabe», fue elegida por el 18,9%.
Según la ley nacional de tránsito 24.449 reglamentada mediante el decreto 775/95: «Los indicadores de desgaste o la profundidad remanente de la zona central de la banda de rodamiento debe observar una magnitud no inferior a 1,6 mm, ya que con menos de esta profundidad «se empiezan a correr riesgos mayores», según la opinión de los expertos.
En tanto, ante la pregunta de si «¿Es necesario verificar siempre la presión de aire de los neumáticos antes de conducir en rutas, autopistas o caminos?», el 87,3% contestó que sí; el 6,8% sostuvo que no es necesario; el 2,5% contestó «le da igual»; y el 3,4% dijo no saber la respuesta.
«Un auto mediano es ideal que cuente con una presión de 32 o 33 libras para soportar el peso de valijas y ocupantes; es decir, entre tres y cinco libras más que lo habitual para conducir por la ciudad», señalaron los especialistas.
Cuando se les pregunto: «En el caso de conducir en rutas, autopistas o caminos, ¿cómo considera debe ser la presión de los neumáticos?», solo el 35,4% contestó de manera correcta que la presión debe ser mayor a la utilizada en las calles urbanas, para el 41,5% debe ser igual que en las calles urbanas, el 15,2% respondió que es indistinto y el 7,9% dijo que la presión debe ser menor que en las calles urbanas.
«No es un capricho el control de los neumáticos ya que una presión insuficiente puede causar su desgaste y aumentar la posibilidad de sufrir un reventón. Además, presiones de aire muy bajas aumentan la distancia de frenado», advirtió Facundo Jaime, vocero del Observatorio Vial.
«Un neumático demasiado inflado -dijo el especialista- tiene menos superficie en contacto con el suelo, por lo que agarran menos en cualquier circunstancia y así, tanto la capacidad de frenada, como la de agarre lateral y como la aceleración se verán reducidas. Es importante tener en cuenta estas cuestiones antes de salir a la ruta», acotó.
Fuente: Telam