«Pudimos ordenar la relación con el FMI y el Club de París, reconstruimos la relación con el BID y el Banco Mundial, uno de los pilares para reconstituir reservas», destacó el Ministro al hacer un balance de sus primeros 100 días al frente del Palacio de Hacienda.
El ministro de Economía, Sergio Massa, ratificó este jueves la decisión del Gobierno nacional de cuidar las reservas y destinarlas “al trabajo y la producción, no a la especulación”, al hablar ante empresarios en la 28° Conferencia de la Unión Industrial.
“El proceso de estabilización todavía no terminó. Tenemos que seguir fortaleciendo la acumulación de reservas y avanzar en las medidas de orden fiscal para mostrar que el primer gesto de austeridad lo hacemos desde el Estado”, apuntó Massa ante un auditorio colmado por dirigentes fabriles.
«Nos falta poner más valor agregado a la hora de exportar para que nos permita equilibrar y fortalecer nuestras reservas», remarcó en el encuentro, realizado bajo el lema «Producir transforma: reconfiguración global y oportunidades para las cadenas de valor argentinas».
En este marco de «cuidado de las reservas», consignó que el Gobierno tenía «la responsabilidad de cambiar el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI)».
Esta modificación, con la puesta en marcha del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), se debió a la necesidad de «tener un sistema con trazabilidad» y ante la existencia en la Justicia de un «festival de cautelares contra el sistema».
«Hasta fin de año nos aparecían pendientes pedidos por 39.000 millones de dólares en importaciones» y «todos saben que ese número no es el que necesita la producción para trabajar, tenía que ver con pedidos acumulados, medidas cautelares», dijo Massa ante un auditorio colmado por los principales dirigente industriales del país.
En relación al SIRA, el nuevo sistema implementado el 17 de octubre pasado, el secretario de UIA, Miguel Ángel Rodríguez, dijo a Massa que “la realidad nos está mostrando un retraso en las aprobaciones que ya está afectando a la cadena productiva; por otro lado, cuando son autorizadas tienen una fecha de pago que no son adecuadas para el 99% de las empresas a los valores de mercado que pueden conseguir”.
“Cuando nos damos vuelta para buscar financiación no encontramos a nadie atrás. Los proveedores nos dicen que el plazo de 180 días no existe. Vamos a necesitar plazos de mercado normales para poder conseguir nuestros insumos importados”, agregó Rodríguez. Massa respondió que con el nuevo sistema “quisimos separar la paja del trigo. Ahora queremos que no paguen justos por pecadores, que no termine pasando que un sistema ponga orden lastimando a quienes necesitan. Queremos que sea virtuoso”. En consonancia, el ministro recordó la decisión de bajar el plazo para las pymes desde los 180 a los 60 días y el cambio de régimen de anticipos hasta los US$ 50.000 dólares para cubrir fundamentalmente las necesidades de bienes de capital.
Asimismo, reveló que trabaja con el Banco Nación para habilitar «un mecanismo» para que «todos aquellos sectores y actores que tengan capacidad de crédito en la Argentina pero no tengan acceso a los mercados de crédito internacional» puedan acceder a financiamiento.
«Lo que hacemos es colateralizar garantías para darles financiamiento desde Estados Unidos y desde España (a través de Banco Nación) a los que necesitan importar desde el mercado europeo y desde Estados Unidos», explicó.
Adicionalmente, el titular de Economía adelantó la incorporación del director ejecutivo de la UIA, Diego Coatz, a una mesa de monitoreo para coordinar “con cada una de las cámaras cuáles son las situaciones críticas e ir resolviéndolas”. A lo largo de la jornada, el rol de Argentina en el convulsionado y cambiante contexto global fue el tema que sobrevoló todas las mesas de la 28° Conferencia Industrial. En ese sentido, el presidente del evento, Isaías Drajer, aseguró que «estamos ante un momento de inflexión para el mundo y para la Argentina, atravesado por la pospandemia y sus efectos y una guerra en curso». Drajer postuló que al país se le presentan «oportunidades en minería, energía y alimentos» y postuló que «en el nuevo escenario global, Argentina puede y debe definir su estrategia de largo plazo para poner en valor todos sus activos». En la misma línea, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, señaló que “después de 100 años, la Argentina vuelve a tener lo que el mundo necesita: litio, energía, Vaca Muerta, alimentos, recursos humanos en tecnología». Y sostuvo que «la industria es y será uno de los grandes motores del crecimiento argentino», y consideró que «si (a los empresarios) los liberamos del corset y el laberinto que genera el Estado, podrían producir mucho más». En tanto, el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, afirmó que «en el mundo ven a Argentina como un activo público global por todo lo que tiene para ofrecer». Además, dijo que en su reciente gira por España «todos me hablaban de nuestro potencial en la cadena del hidrógeno, en la industria 4.0, en alimentos y energía». A su turno, el exministro de Economía Miguel Peirano indicó que «Argentina es un país industrial y tiene todas las condiciones para acrecentar su grado de industrialización», y afirmó que «Vaca Muerta permite la generación de divisas para asegurar un equilibrio macro sustentable». «A partir de 2025 el impacto del sector energético será fundamental», aseguró Peirano. En el encuentro también participaron los gobernadores Sergio Uñac (San Juan), Arabela Carreras (Río Negro) y Gerardo Morales (Jujuy); los empresarios Hugo Sigman y Javier Madanes Quintanilla, entre otros. El cierre lo encabezarán la ministra de Trabajo, Raquel Olmos, el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, y el secretario general de la CGT, Héctor Daer.