Con el objetivo de seguir reconstruyendo el sistema aéreo, el ministro de Transporte, Mario Meoni, recorrió el avance de las obras que la cartera está llevando adelante a través del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos – ORSNA – y junto a Aeropuertos Argentina 2000 para ampliar el Aeroparque Jorge Newbery. De esta manera, el aeropuerto volverá a convertirse en una cabecera internacional apuntando fundamentalmente al turismo receptivo de países limítrofes.
A partir de una inversión aproximada de $ 5 mil millones, se está extendiendo la pista de aterrizaje, ampliando el sector internacional e instalando un nuevo sistema de balizamiento. Las obras complementan la transformación que está viviendo Aeroparque en el contexto de su regionalización. Durante la recorrida, Meoni estuvo acompañado por el presidente del Directorio del ORSNA, Carlos Lugones; su vicepresidente, Fernando Muriel; la primera Vocal, Pilar Becerra; y el gerente de Planificación aeroportuaria del ORSNA, Ignacio Vilanova.
El ministro agradeció a las autoridades de Aeropuertos Argentina 2000 y de ORSNA y se refirió a las obras que se están llevando adelante: “Quiero felicitarlos porque no solamente se ha puesto en marcha una obra muy importante, sino que se hizo en el marco de la pandemia desde la planificación hasta la puesta en ejecución. Este es un logro extraordinario. La ampliación de la pista y de la terminal internacional va a permitir indudablemente que este aeropuerto se transforme en un centro muy importante para toda la región, brindando una capacidad operativa clave desde el punto de vista aeronáutico.”
Además, agregó: “Como ustedes saben, cuando comenzamos la gestión nosotros decidimos que este aeropuerto volviera a tener vuelos regionales. Cuando esté finalizada esta obra, esperemos que sea hacia fines de enero y que el aeropuerto pueda estar nuevamente operativo entre febrero y marzo, podamos tener vuelos regionales con la seguridad y características de un aeropuerto internacional, como merece tener el Aeroparque Jorge Newbery.”
Debido al freno en las operaciones producto de la pandemia por Covid-19, el Gobierno nacional decidió aprovechar la situación para realizar obras de mayor envergadura a las previstas, como era la remodelación de la pista, que se encontraba vencida en su uso y era necesario una urgente renovación, y hubiera demandado el cierre del aeropuerto durante 2 meses. Tal como sucedió en otros países del mundo, se decidió hacer un uso responsable y eficiente del tiempo, impulsando obras con vistas a una mejora de las operaciones a largo plazo.
Con el retorno gradual de los vuelos regulares, las líneas aéreas que operan desde Aeroparque trasladarán sus operaciones al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, que cuenta con capacidad e infraestructura para albergarlas. Los vuelos de cabotaje partirán de la terminal C y los internacionales desde la terminal A de Ezeiza.
En enero de este año, el ministro Meoni había anunciado la regionalización de Aeroparque, que se vio suspendida tras la pandemia por Covid-19. La medida busca promover el turismo hacia el interior de Argentina, al facilitar que los turistas conecten en el mismo aeropuerto con destinos en el interior del país. Además, de esta manera agilizarán los trámites migratorios en el aeropuerto de Ezeiza, que muchas veces sufren demoras por la gran cantidad de demanda.
La regionalización fomentará el turismo receptivo porque un pasajero que llega al país no necesitará cambiar de aeropuerto para conectar con todas las provincias del interior. Hoy los que llegan a Ezeiza sólo pueden viajar desde ahí a algunas provincias y esta medida beneficiará a todas las ciudades del interior.
Las obras, en detalle.
Se instalará un nuevo sistema de balizamiento que fortalecerá la seguridad operacional en los despegues y aterrizajes. Contemplarán un nuevo sistema de balizamiento de alta intensidad en configuración de Categoría Operacional III, rodajes y salidas rápidas, que incluye luces de eje pista, bordes, umbral y fin de pista, y nuevos sistemas de luces de aproximación en ambas cabeceras. También se incorporará un nuevo sistema instrumental para el aterrizaje – ILS CAT. III-. Estas instalaciones mejorarán sustancialmente la seguridad de las operaciones y permitirán operar en condiciones de baja visibilidad.
La pista, que estaba vencida en su uso y era necesario renovarla con urgencia, hoy tiene 2.100 metros sumará 275 metros hacia el sur y 340 metros hacia el norte (615 metros), llegando a un total de 2.715 metros de largo. Además, se ensanchará 20 metros. Esto permitirá optimizar las operaciones regionales y mejorar la seguridad y la conectividad con el exterior. Las obras comenzaron el 2 de octubre de este año y tienen un plazo aproximado de ejecución de entre 4 y 5 meses.
Se ampliará el sector de arribos internacionales hasta los 800 m2 de superficie y se refuncionalizará el sector de partidas internacionales en la terminal de pasajeros, que abarcará una superficie aproximada de 4.630m2. De esta forma se prioriza un diseño fluido y agradable con foco en la seguridad de los usuarios. Adicionalmente, se quintuplicará la superficie de oficinas para Aduana y Migración.
La zona de preembarque internacional se diagramó para poder manejar la operación de 6 vuelos en 1 hora (actualmente se operan de 3,5 a 4 vuelos/hora). Habrá una mayor capacidad de procesamiento de pasajeros a partir de la incorporación de 1 scanner PSA en Partidas, el agregado de 6 box dobles de migraciones (12 posiciones en total) y 5 egates de migraciones. Se reordenarán los flujos de circulación, habrá una mejor distribución de áreas no operativas, se incoporará gate flex compartido entre cabotaje e internacional según requiera la operación, se ampliará el sector de conexiones y se modernizarán las mangas.