Foster Gillett fue director del Liverpool y en tres años multiplicó por 10 la deuda del club y tuvo que abandonar el equipo ante la furia de los hinchas.

Daniel Scioli intenta avanzar con las Sociedades anónimas deportivas y, para promocionarlas, se reunió con un millonario estadounidense con pésimos antecedentes en el manejo de clubes de fútbol.

Las SAD aumentaron la tensión entre el Chiqui Tapia y Javier Milei. Días atrás, Mariano Cúneo Libarona le dio un ultimátum al presidente de la AFA para que abra las puertas de la asociación a clubes privados.

Para avanzar con el proyecto, Scioli se mostró junto a Foster Gillett, un multimillonario que se mostró interesado en comprar algún club argentino, aunque no especificó cuál un medio aseguró que se trata de Independiente. Tuvo largas entrevistas en dos de los principales medios argentinos, pero no abundó demasiado en su única experiencia al frente de un club de fútbol, según indicó La Política Online.

Foster es hijo de George Gillett, antiguo dueño del Liverpool, uno de los principales equipos del mundo. Junto a Tom Hicks, ex socio de Raúl Moneta, compraron al tercer club más ganador de Europa y su gestión fue catastrófica.

Foster fue nombrado director del Liverpool que un año antes había obtenido la Champions League. Llegaron con la promesa de un nuevo estadio, pero en 3 años multiplicaron por 10 la deuda del club y la dejaron en casi 500 millones de dólares.

Gillett y Hicks debieron abandonar el equipo ante la furia de los fanáticos cuando estaba al borde de la quiebra. Tras esa experiencia, Foster Gillett se dedicó a explorar otros proyectos.

Intentó comprar el Derby Country, también de Inglaterra. La operación no se concretó, pero los hinchas del Liverpool le advirtieron a sus pares del Derby de los malos antecedentes del empresario.

También trató de comprar el Lyon francés y se quedó con las ganas. Antes había invertido en un equipo de Nascar donde tampoco logró grandes resultados.

Con esos pergaminos, Scioli lo llevó al quincho de Villa La Ñata para un encuentro junto a la diputada Juliana Santillán y Guillermo Tofoni, íntimo de la legisladora y en medio de un litigio con la AFA.

Un ejemplo suele aclararlo todo

El martes por la noche, en el partido que por la Copa Sudamericana, Racing goleó a Huachipato FC de Chile, durante toda la transmisión de DIRECTV el relator y el comentarista chileno, se encargaron de defenestrar a las sociedades anónimas dueñas de los clubes de ese país, y pusieron como ejemplo a ese club que pasó de las mega inversiones a estar a la venta y pelear el descenso.

Hace 12 años, en un esfuerzo por estabilizarse y mejorar su situación financiera y administrativa, Huachipato FC decidió transformarse en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD). La conversión implicó la privatización del club, transformándolo en una entidad empresarial en lugar de un club deportivo tradicional.

Desde entonces, el club ha logrado alcanzar instancias importantes en torneos nacionales e internacionales, pero también ha enfrentado dificultades que han impactado su rendimiento en la cancha: el club que salió campeón en diciembre, y al día siguiente los dueños lo pusieron a la venta para recuperar su inversión, fue vapuleado por Racing que lo eliminó de la Sudamericana. Según La Tercera, de ese país, los dirigentes tiene planeado que la venta sea a cambio de unos 6 millones de dólares. Un precio similar al que se vendió el Audax Italiano, que fue comprado en el 2022 por empresarios mexicanos y argentinos.