Ante los hechos de público conocimiento, en la cual una turista y el instructor, realizando parapente, terminaron enredados entre los cables de media y baja tensión, de una avenida de la zona del Teleférico Cerro Otto, dejando a mas de 3.000 vecinos sin luz de Bariloche. la Fundación Sara María Furman considera oportuno recordar que no está de acuerdo con el proyecto aprobado por el Consejo Deliberante local que autoriza a parapentistas a aterrizar en terrenos linderos al Teleférico Cerro Otto. Dicho proyecto propone la apertura de una calle ubicada en cercanías a la estación inferior del Complejo, el cual es parte de la Fundación.
Desde la institución, se repudia absolutamente esta aprobación ya que se trató de una acción totalmente inconsulta. Hoy los hechos demuestran y reafirman la postura.
El gerente general, Oscar Borrelli dijo en su momento que no se trata solamente de la apertura de una calle por la que además «circulan personas y vehículos ya que es pública. Es serio y peligroso”. «Es un tema muy delicado. En varias ocasiones nuestro personal ha recibido malos tratos por quienes llegan con sus parapentes. A su vez, hay un historial que da cuenta de varios y graves accidentes de los cuales hemos tenido que participar con rescates: aterrizajes en cables de media y alta tensión, en techos de vecinos e incluso en los conteiners que tenemos dentro de nuestro predio. Sin ir más lejos, hace no muchos años falleció una persona realizando la actividad«, agregó al tiempo que reflexionó acerca de una práctica que en la ciudad no está regulada por el Estado.
Borrelli insistió en aclarar que la Fundación no tienen nada en contra de la actividad sino que su práctica afecta al complejo por lo que pueda llegar a ocurrir en los aterrizajes. En esta ocasión, fue una trabajadora del Teleférico quien brindó la primera atención a la turista accidentada, ya que afortunadamente el plantel se encuentra integrado por varios bomberos voluntarios.
Hoy los hechos demuestran que esta actividad debe realizarse en lugares habilitados y no en un lugar como km 5, rodeado de viviendas y tendido eléctrico.
En esta ocasión, celebramos no estar frente a una tragedia pero si no se revee la situación es probable que vuelvan a ocurrir secuencias como las vividas el pasado fin de semana. Es más, puede volver a ocurrir un deceso como sucedió años atrás. Estamos frente a una actividad que requiere atenciones especiales.
