Buenos Aires – El comercio internacional, tanto de productos vegetales como de otras mercancías, aumenta el riesgo de dispersión de plagas que pueden afectar a la producción agrícola de un país. Lo mismo ocurre con el traslado de personas, ya sea por recreación o trabajo.
Como ejemplo sirve el caso de dos plagas que se encuentran ausentes en la Argentina y que son muy perjudiciales para la agricultura: las chinches apestosa y pintada. Pueden llegar a través de envíos comerciales (en un pallet de madera o entre medio de la mercadería) o incluso en equipaje o transporte.
Por ello, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recuerda la importancia de prevenir su ingreso y recomienda, al regresar a la Argentina de un viaje al exterior, revisar el vehículo y equipaje y en caso de ver estos insectos, avisar de inmediato al organismo estatal.
Las vías de comunicación son la línea telefónica gratuita:al 0800-999-2386; el WhatsApp +54 9 11 35859810 -seleccionando la opción 9-, el correo electrónico: [email protected] o a través de las redes sociales del Senasa.
Bagrada hilaris, llamada comúnmente como chinche pintada tiene el cuerpo en forma de escudo de color negro, con manchas en el centro, longitudinales amarillas y rojas. Mide aproximadamente entre 5 y 7 mm de largo. En tanto, Halyomorpha halys, es conocida como chinche apestosa ya que cuando se encuentra amenazada expele un fuerte olor. Mide aproximadamente 17 mm de largo, es de color marrón y tiene bandas blancas y negras alrededor del abdomen.
Ambas chinches causan daños sobre una amplia variedad de cultivos frutícolas, hortícolas y ornamentales y en nuestro país existe el antecedente de la detección de la llamada chinche apestosa, ocurrido en 2021 en un envío de madera proveniente de Italia. En aquella oportunidad, como resultado de las inspecciones fitosanitarias que realiza el Senasa a los productos de origen vegetal, se comprobó la presencia de la plaga y la mercadería fue reembarcada a origen, sin ingresar al país.
Se ha demostrado que es mucho más beneficioso actuar en la prevención de ingreso y dispersión de plagas de las plantas, que aplicar medidas para su control o erradicación, una vez que las plagas se establecen. La detección de plagas en sitios nuevos, obliga a implementar programas de emergencia fitosanitaria que suelen ser muy costosos y de larga duración.
La prevención es primordial para evitar las devastadoras consecuencias de las plagas en la agricultura así como en el ecosistema.