Como cada 7 de octubre, día de la advocación mariana, miles de fieles -familias enteras y grupos parroquiales- marcharon hasta el santuario ubicado en la localidad de Río Blanco, a 7 kilómetros de la capital provincial.
Miles de fieles católicos jujeños peregrinaban este sábado al santuario de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, patrona de la provincia, y participaban de las actividades litúrgicas programadas como cada 7 de octubre, día de la advocación mariana.
Apenas asomaba el día cuando familias enteras y grupos parroquiales emprendieron su andar al santuario ubicado en la localidad de Río Blanco, a 7 kilómetros de la capital provincial, y donde una primera misa central tuvo lugar desde las 8.30 de la mañana presidida por el obispo de Jujuy, monseñor Daniel Fernández.
«Que en este día especial, nuestra madre nos dé la fuerza necesaria para estar a la altura de la misión que Dios nos confía, nos dé la gracia de sentirnos bendecidos y llamados a extender esa bendición a todos nuestros hermanos», imploró el obispo jujeño en el marco de la ceremonia religiosa.
«No podemos ser felices mirando de costado la realidad dolorosa que nos toca vivir, por eso comprometámonos con el amor de madre de María a ser agentes de transformación de la sociedad y de nuestras vidas», agregó en un llamado a actuar como «pueblo misionero» a través de «las sólidas bases de la solidaridad y del amor fraterno».
Las honras a la patrona de Jujuy se enmarcan cada año en un programa que moviliza a miles y miles de fieles que peregrinan cada domingo del mes hasta el santuario, además de cada 7 de octubre.
Desde la iglesia catedral, en la ciudad capital, se concreta una de las convocatorias más destacadas, que en esta oportunidad partió rumbo al santuario alrededor de las 5 de la mañana, presidida por imagen de la Virgen y el obispo de Jujuy.
«Bienvenida Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, aquí estos pañuelos levantados por cada uno de tus hijos te dicen: te amamos madre. Hoy renovamos nuestra fe, nuestra esperanza en ti y en tu hijo Jesús», se pudo escuchar en la llegada del cortejo al templo, ante la presencia ya de otros varios grupos de peregrinos y de personas que desde muy temprano fueron colmando el lugar.
Enmarcada en una jornada de temperatura agradable, pero de cielo nublado y algo ventosa, la misa central se vivió, como cada año, entre expresiones de mucha algarabía y fe, y sumando acciones como el encendido de velas en distintos lugares dispuestos.
Entre las postales de la mañana, resaltó también las de distintas advocaciones de la virgen María que son llevadas por los grupos de peregrinos y dispuestas ante el altar donde se brindó el oficio religioso.
Por la tarde, desde las 17, en la catedral de San Salvador de Jujuy habrá otra misa central, seguida de una procesión por las calles de la ciudad.
La celebración de la Virgen del Rosario, junto a la peregrinación al santuario de la Virgen de Punta Corral, a 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, en la zona de la Quebrada de Humahuaca, es de los encuentros de fe más importantes de la provincia.