El entrenador Rodolfo “Toto” Barizza, todavía en actividad, recibió en la pista del CeNARD el reconocimiento de más de 50 atletas de cuatro generaciones. “Nosotros debemos ayudar a la formación, más allá del deporte”, reflexionó emocionado junto a Hilde, su compañera de vida.
El atletismo argentino celebró en el CeNARD el cumpleaños 89 del histórico entrenador Rodolfo “Toto” Barizza, quien todavía sigue ejerciendo su vocación. “La vida debe ser un principio de comunicación. Los atletas y los entrenadores deben ser socios; Nuestra principal función es ayudar a formar hombres y mujeres, acompañar a los deportistas más allá del entrenamiento y la competencia”, dijo “Toto” rodeado de más de 50 atletas de cuatro generaciones.
Junto a su esposa Hilde Kerst -también entrenadora-, Barizza mostró toda su felicidad por el agasajo y sopló la vela de la torta al borde de la pista, ese mismo lugar donde cada día brinda docencia y sueña con marcas, podios y eternas sonrisas. “La alegría más grande es saber que la gran mayoría de ustedes son grandes personas de nuestra patria. Mi deseo es que convenzan al mundo que el deporte rompe con el ocio que hay en el ser humano”.
Y remarcó: “Con el deporte vamos a tener menos drogas, menos confusiones y siempre algo que defender. El deporte nos enseña muchas cosas, sobre todo a perder. Y los que aprenden a perder, saben ganar”.
Olímpicos como Marcelo Pugliese y otros grandes campeones de la talla de Adrián Marzo acompañaron al “Maestro”, nacido el 16 de junio de 1933. Y entre ellos entrenadores, profes, dirigentes y atletas de distintos tiempos.
Gastón Benítez, el más joven de sus pupilos, también estuvo ahí. La joven promesa del salto en alto, integrante del proyecto de Formación Integral de la Secretaría de Deportes de la Nación, reflejó la vigencia de Barizza en esta fiesta que se realizó en la casa del deporte argentino, donde él es uno de sus dueños.