Los municipios consideraron «inadmisible» la falta de coordinación con las autoridades locales para llevarlas a cabo.
Los municipios de París y Marsella expresaron este jueves su disconformidad con las nuevas restricciones impuestas ayer por el Gobierno francés, que lidera el presidente Emmanuel Macron, para frenar un repunte de contagios de coronavirus, que incluye el cierre de restaurantes, bares y gimnasios.
La ciudad de Marsella, la segunda más poblada del país y particularmente afectada, calificó de «afrenta» el anuncio de cierre de todos sus bares y restaurantes a partir del sábado y un representante local habló de un «castigo colectivo» decidido de «forma unilateral» por parte del Ejecutivo central.
«Estoy muy enfadada porque no hubo ninguna consulta y eso es simplemente inaceptable», dijo a la radio France Info la alcaldesa Michèle Rubirola, que pidió al Gobierno un plazo de 10 días antes de la aplicación de las medidas.
Por su parte, la alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, también se mostró crítica con la decisión de cerrar los gimnasios e instalaciones deportivas, y de restringir los horarios de los bares de la capital francesa, que deberán bajar las persianas a las 22.00.
Las medidas anunciadas «son difíciles de entender» y fueron tomadas «sin ninguna concertación», evaluó.
«¿Cómo nos ayudará el no poder practicar deporte cuando el deporte forma parte de lo que también nos permite tener una mejor salud y unas defensas inmunológicas más fuertes? Tenemos que discutir de todo esto», insistió la alcaldesa socialista.
Después de un estricto confinamiento de dos meses que ayudó a frenar el brote, los contagios se volvieron a disparar desde hace unas semanas en Francia, donde murieron ya 31.511 personas (52 en el último balance).
Sólo en las últimas 24 horas se registraron 16.096 nuevas infecciones (contra 13.000 de la medición anterior) y la presión en los hospitales, desbordados durante los peores meses de la crisis en la primavera, está nuevamente en aumento.
Con los nuevos positivos, Francia llega a un total de 497.237 casos, según las autoridades sanitarias.
Sin contramedidas rápidas, «corremos el riesgo de alcanzar una situación crítica en unas semanas», advirtió el ministro de Salud, Olivier Véran, quien remarcó que «debe primar el principio de responsabilidad.
El presidente de la principal organización patronal de Francia, Medef, Geoffroy Roux de Bézieux, estimó hoy que el Estado debe «compensar» la totalidad de las pérdidas de explotación de los bares y restaurantes.
«Es urgente porque es una cuestión de supervivencia», señaló, previo a una reunión entre el ministro de Economía, Bruno Le Maire, y representantes del sector.
Además de París, el cierre anticipado de los bares afectará también a otras grandes ciudades como Burdeos y Niza, refirió la agencia de noticias AFP.
En 69 de los 101 departamentos franceses, considerados como en «zonas de alerta», también quedan prohibidas las reuniones de más de 10 personas en el espacio público, las bodas con más de 30 invitados y los grandes eventos deportivos con más de 1.000 participantes.
Esta última medida afectaría especialmente al tradicional torneo de tenis de Roland Garros, que comenzará el domingo, cuatro meses más tarde de lo habitual, y que ya había previsto reducir su afluencia a 5.000 espectadores.
Fuente: Télam