Las autoridades de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) destacan la importancia de plasmar estrategias para retomar de a poco y con protocolos de seguridad las actividades turísticas, de cara a la temporada estival.
“La experiencia de San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro, da un aliento a muchos destinos turísticos que tienen la posibilidades de replicar la medida con aperturas parciales, con aumento de cupos en forma progresiva, planificando de manera segura el retorno del turismo nacional”, expresa Graciela Fresno, presidente de FEHGRA.
Agrega que la hotelería, la gastronomía y el turismo conforman el gran pilar económico de muchas comunidades, por eso, es relevante empezar a proyectar un camino de recuperación para recobrar a futuro estas actividades que están absolutamente diezmadas por la pandemia: “Nuestro sector es el más golpeado y sabemos que será el último en recuperarse. La destrucción de empresas hoteleras y gastronómicas es el doble que en el resto de la economía nacional”.
Claudio Roccatagliata, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica Bariloche, indica: “Nuestra ciudad fue elegida para hacer la primera prueba piloto del Turismo. Casi 100 establecimientos se han inscripto y preparado para recibir a residentes rionegrinos. Nos hemos capacitado para la aplicación de los protocolos para garantizar el éxito de la prueba y poder proyectarnos para el verano como un destino apto para recibir turistas”.
Indica que en este proceso realizaron muchas reuniones con actores del sector público para consensuar tiempos, protocolos, evaluar la situación de la ciudad: “El trabajo mancomunado de Municipios, Provincias y privados permitió el avance de esta primera apertura. Esperamos prontamente la apertura total de rutas y medios de transporte terrestres y aéreos para lograr la normalización de la actividad, generando trabajo, que tanta falta hace”.
El Gobierno nacional exceptuó del cumplimiento del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) a partir del 16 de octubre a actividades que habían sido prohibidas en la ciudad de Bariloche, vinculadas con una «prueba piloto» de cara a una posible reapertura del turismo. Se propone un cupo de admisión de 500 visitantes de localidades del Alto Valle de Río Negro, que podrán permanecer en la ciudad durante siete días y seis noches, en establecimientos hoteleros habilitados y cumpliendo con requisitos de ingreso a la localidad y medidas de seguimiento.