Casi 500 empresarios hoteleros y gastronómicos de todo el país participaron de la Charla dictada por especialistas de Tecnolav Lavandería Sustentable y de Ecolab. La jornada virtual formó parte del Ciclo de Encuentros, organizado por el Departamento de Capacitación y Formación Profesional de FEHGRA, a cargo de la prosecretaria Ana María Miñones.
Bajo el título de “Mejores Prácticas de Limpieza y Desinfección para reanudar las Operaciones”, las empresas Tecnolav Lavandería Sustentable y Ecolab, líderes en higiene y desinfección en el sector, analizaron los protocolos que deben implementar los empresarios, especialmente en el área de lavandería, ya sea interna o tercerizada. La disertación, que se organizó el 12 de agosto, estuvo a cargo de Fernando Argiró Mammato, Ceo y fundador de Tecnolav, primera lavandería industrial en tener certificado de grado sanitario, y el team de Ecolab, Geraldine Castillo, Santiago Attwell, Miguel Pedreira y Sebastián Figueroa. Ecolab está presente en 171 países, tienen 134 plantas, con 47.000 empleados.
Frente a un auditorio integrado por 493 empresarios hoteleros y gastronómicos de todo el país, Fernando Argiró Mammato dijo: “Todos estamos juntos atrás de un bien común, que es levantar nuestra querida actividad, de la que vivimos todos. Estamos trabajando fuertemente para llevar un paso adelante la profesionalización de la limpieza. Hoy la seguridad, darle garantía al cliente, que va a estar más seguro que en su casa, es lo que nos va a sacar adelante”.
Establecimientos
Desde Chile, Geraldine Castillo ofreció guías generales para la prevención de infecciones: “Actualmente debemos subir nuestros estándares”, dijo y, entre otras medidas, aconsejó estar al tanto de las novedades difundidas por el área de Salud de los Gobiernos; implementar buenas prácticas de prevención de infecciones; y capacitar y mantener una comunicación abierta con todo el equipo de trabajo.
Se refirió a las diferencias entre limpieza, sanitización y desinfección, indicando que en la coyuntura sanitaria el empresario del sector no se puede quedar en la instancia de limpieza, que es eliminación de suciedad de una superficie, pero no mata organismo, sino que tiene que elevar el nivel. Explicó que la sanitización reduce significativamente la cantidad de bacterias en el entorno, y la desinfección, un espectro mayor, destruye o inactiva irreversiblemente las bacterias y los virus. Tanto la sanitización como la desinfección actúan correctamente si hay limpieza previa.
Indicó que “para dar la pelea a un virus nuevo, es importante trabajar con productos y desinfectantes que están aprobados para su uso contra el COVID-19 y evaluados por su efectividad. Para asegurarse hay que buscar el registro de la EPA (Agencia de Protección Ambiental) en la etiqueta del producto”.
Recomendó tomar medidas en función de perfil de riesgo de las actividades. Indicó que, hasta febrero pasado, teníamos una prevención estándar, sin brotes en el área geográfica. A partir de marzo, el perfil de riesgo cambió por la posibilidad de un brote en la región. Y desde que comenzó la cuarentena y hasta nuevo aviso, el perfil es de “remediación”, con acciones orientadas a ampliar los procedimientos diseñados para cumplir con la cadena de infección, facilitar la capacitación e intensificar los procedimientos usando productos aprobados.
Geraldine Castillo recomendó trabajar sobre dos focos fundamentales, como son la higiene personal y la higiene ambiental, para ofrecer lo que definió como “higiene mejorada”. Dijo que aproximadamente el 80% de todas las infecciones son transmitidas a través de las manos: “Las Mucamas y HouseKeeping deben tener sus manos en buen estado, con uñas cortas, limpias y sin esmaltes”, e indicó que se debe implementar medidas para que el personal se lave las manos constantemente.
Reactivación
Para el tiempo en que la actividad reanude las operaciones, la especialista recomendó dedicar un turno para la limpieza y desinfección extensiva, con el objetivo de garantizar un regreso seguro tanto para empleados como para los huéspedes y clientes: “Se debe prestar especial atención a las superficies de alto contacto”, y considerar todas las áreas de la zona de comedor, habitaciones, baños y cocina. Y puso especial énfasis en el cuidado y entrenamiento constante de los empleados.
A medida que la operación empiece a aumentar, el empresario va a tener que evaluar la frecuencia de la limpieza y desinfección, que debería aumentar en directa proporción con el incremento de la actividad. Determinó los métodos de aplicación del sanitizante y desinfección aprobados, que son la botella de gatillo aspersor, la aspersión presurizada, y la aspersión electroestática, siempre siguiendo los protocolos locales.
Marcó que la desinfección depende si son superficies donde hay o no alimentos, con procesos de pre limpieza, desinfección, tiempo para dejar actuar a los productos, secado, y en el caso de desinfección de lugares con contacto de alimentos hay que agregar la sanitización.
Dijo que el área de lavado de loza es fundamental, ya sea manual o con lavavajillas, que deben tener una temperatura adecuada, de al menos 82°C. Si el lavado es manual, como la vajilla y los cubiertos son reutilizados por distintas personas, debe realizarse lavado, enjuague y sanitización.
Sebastián Figueroa agregó que, en esta nueva normalidad, el empresario deberá tratar a todas las superficies como si estuvieran infectadas, y explicó los procedimientos para la limpieza efectiva de habitaciones y baños.
Lavandería
Fernando Argiró Mammato agregó: “Como parte de la cadena de valor de la hotelería, estamos parados, esperando poder hacer lo que sabemos hacer, que es lavar ropa. Y aprendimos a desinfectar ropa. Ya sea que el hotel tenga lavandería interna o externa, pasa a ser un centro de desinfección. Hoy más que nunca tenemos que hacer hincapié en un trabajo profesional, en comunicar a nuestros equipos, en profesionalizar y cumplir los procedimientos nuevos que se están marcando”. Indicó que, como empresa, se están reconvirtiendo para levantar el estándar y trabajar en procedimientos de desinfección: “Los establecimientos que tienen lavandería interna tienen que hacer lo mismo”, dijo.
Habló de protocolos para la recolección de ropa, para el transporte de ropa sucia y el transporte de ropa limpia, para los procesos de lavado y la entrega segura: “La lavandería industrial y de un hotel como la conocíamos antes, no existe más”, aseguró.
Y compartió recomendaciones para la lavandería interna: “Hay que definir dos zonas, una de ropa limpia y otra de ropa sucia. Tenemos que elegir un lavador específico, que tenga cubrebotas, camisolín de grado quirúrgico, guantes, barbijo, máscara y cofia. Se deben tener carros diferenciados para ropa sucia y limpia. Después de cada carga, hay que sanitizar y desinfectar toda la zona. Para el lavado, hay que utilizar temperatura correcta y buenos productos químicos”. Aconsejó pensar en la metodología de trabajo cuando la ocupación sea media o alta.
Con respecto a las lavandería externa, Fernando Argiró Mammato recomendó solicitar que se cumplan los nuevos protocolos, y relató su metodología de trabajo: “Vamos a tratar a la ropa como si estuviéramos en un hospital. Swiss Medical nos está ayudando a levantar nuestro estándar”. Dividieron la empresa en dos áreas estrictas para ropa sucia y limpia, no utilizan más lienzo para recolección, dividieron los viajes de acuerdo con el tipo de ropa (limpia o sucia), ofrecen bolsas para recibir ropa de cama y de baño diferenciadas, ofrecen jaulas con bolsones removibles. Todos los elementos utilizados son desinfectados después de cada uso.
Finalizó la disertación con la siguiente frase: “Vamos a tener huésped si le damos seguridad”.