Los pagos, de unos 324 libras esterlinas, se otorgan a personas que reciben distintos beneficios sociales y se suman a los descuentos en las facturas de energía de todos los hogares y a los bonos para los jubilados.
Millones de británicos comenzaron nuevamente a recibir desde este martes un pago de 324 libras esterlinas (371 dólares), como parte de una ayuda para los más vulnerables, en medio de la crisis del costo de vida.
Los pagos constituyen la segunda parte de un monto de 650 libras esterlinas (744,3 dólares) que se paga a las personas que reciben beneficios como el Crédito Universal, subsidios por búsqueda de empleo, apoyo de ingreso o pensiones, entre otros.
El paquete de apoyo del Gobierno también incluye un descuento de 400 libras (458 dólares) en las facturas de energía de todos los hogares desde ahora hasta marzo.
A su vez, más de ocho millones de jubilados recibirán durante el invierno un suplemento de 300 libras para los gastos de calefacción.
Con la inflación y las facturas del gas y la electricidad subiendo, el Reino Unido experimentó la mayor caída en el salario real desde 1977.
El índice de precios al consumidor en septiembre fue de 10,1% interanual, frente al 9,9% en agosto, por lo que se mantiene en el nivel más alto en 40 años, según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
Mientras que la inflación de los alimentos en octubre alcanzó otro récord y se elevó al 14,7%, según muestran los datos de la consultora especialista en consumo Kantar.
El hogar promedio británico enfrenta un aumento de 643 libras (738 dólares) en los costos anuales de comestibles, según la firma de investigación de mercado Kantar.
Los aumentos de precios más rápidos se observaron en productos como la margarina, la leche y la comida para perros.
Por otro lado, las ventas de productos de marca blancas en general aumentaron un 10,3 % y la de los productos que también son de marcas más baratas aumentaron un 42%.
Mientras que las ventas de productos de marca solo aumentaron un 0,4%.
Por otro lado, las ventas de comestibles navideños disminuyeron año tras año debido a que los consumidores se abstuvieron de comprar golosinas festivas.
Estas cifras se suman a las dificultades que generó el frustrado paquete económico del Gobierno de la ex primera ministra Liz Truss, que inquietó a los mercados y que la obligó a dimitir.
La semana pasada, el Banco de Inglaterra (BoE) elevó la tasa de interés del 2,25% al 3%, el mayor aumento en 33 años, en un intento por controlar la inflación, en un contexto de recesión que podría prolongarse hasta 2024, según advirtió la entidad.
Mientras tanto, el Gobierno de Rishi Sunak espera equilibrar las finanzas cuando presente el próximo presupuesto el 17 de noviembre, que incluirá subas de impuestos y recorte en el gasto público.