Mientras se gestiona su vaciamiento y privatización, Aerolíneas Argentinas canceló el cronograma de vuelos a Paraná. De seis días, se pasó a tres. Los detalles.

La autoridades de Aerolíneas Argentinas, que responden a los lineamientos del presidente Javier Milei, decidieron suspender más del 50% de los vuelos que mensualmente se llevaban adelante desde Aeroparque a Paraná. La determinación fue tomada mientras se debate una Ley Bases que prevé su privatización, pese a que la empresa con mayoría accionaria estatal cerró 2023 con superávit, según informó el portal de noticias AHORA .

De acuerdo a lo que informado por Canal 9 Litoral y AHORA, la aerolínea tenía vuelos desde Buenos Aires a Paraná -y viceversa- seis días a la semana: de domingo a viernes, con doble servicio los viernes y los martes. Tras la victoria de Javier Milei en las Elecciones Presidenciales, se aplicó un drástico plan de ajuste: primero se quitaron esos dos «extras», luego se comenzaron a realizar suspensiones aleatorias y finalmente, desde mayo, se empezó a trabajar en un nuevo cronograma. Ese esquema prevé ahora viajes domingo, lunes, miércoles y viernes, dejando de lado finalmente a los martes y los jueves. No obstante, de acuerdo a fuentes del sector, esta semana en particular tampoco habrá vuelo el miércoles.

Como si fuera poco, hasta diciembre había dos servicios diarios a Santa Fe, que se redujeron a uno. En ese marco, los días que hay chances de viajar a ambas capitales -Santa Fe y Paraná- el pasaje experimenta un incremento considerable.

Las medidas forman parte del plan de ajuste que encara el gobierno nacional, que considera que los vuelos al «interior» son un «gasto» y por ende apunta a dejar a sin servicio a buena parte del país, priorizando la Capital Federal, a la espera de que capitales privados se hagan cargo de la compañía. La última experiencia en ese sentido, con la empresa española Iberia y otras compañías posteriores, duró 18 años -entre 1990 y 2008- y derivó en masivos despidos, el cierre de talleres, la cancelación de decenas de rutas en todo el país y una deuda de más de 3.500 millones de dólares, que dejaron a Aerolíneas al borde de la quiebra.

Como consecuencia de lo que acontece, hay trabajadores en estado de alerta, realizando asambleas y coordinando acciones para visibilizar el temor de una pérdida inminente de su trabajo.