Montevideo es una ciudad que cuenta con una arquitectura riquísima y variada, que es admirada por nacionales y extranjeros, por turistas y visitantes. Al elevar la mirada, uno se puede encontrar con bellezas insospechadas, cúpulas que adornan y enriquecen muchos edificios, dándoles un toque de distinción.

¡Es obligatorio mirar para arriba! Esa es la consigna de @PeatonalTours, que ofrece caminatours por Montevideo, con paseos originales y variados, que resultan muy interesantes por su contenido. Me tocó vivir esa interesante experiencia un sábado de verano, por una gentil invitación de los organizadores.

“Cúpulas de la ciudad” es un paseo por la Av. 18 de Julio, desde la plaza Cagancha hasta la plaza Independencia. Guiados por Sebastián, los peatones convertidos en “caza cúpulas”, van descubriendo tesoros y conociendo más sobre las más emblemáticas del centro capitalino.

El segmento elegido con eje en la principal avenida de Montevideo es el de mayor valor patrimonial edilicio. La plaza Cagancha (popularmente llamada plaza Libertad), es particularmente valiosa.

El Palacio Montero, en la esquina noreste de la plaza, luce una llamativa cúpula peraltada que adorna el edificio representativo del eclectisismo francés. El revestimiento de placas de bronce refleja la luz del sol y esa cúpula es especialmente bella al atardecer. El edificio fue construido en 1925, para vivienda y comercio; es patrimonio de la ciudad. En sus bajos se instaló el mítico Café Sorocabana (1939), lugar bohemio y cultural, de encuentro de hombres y mujeres de la “generación del ‘45”, en tertulias literarias memorables y del pluralismo político que en sus redondas mesitas de mármol y sillas de respaldos curvos, reunía a conocidos personajes. El famoso café cerró sus puertas avanzada la década de 1980.

En la esquina noroeste de la plaza Cagancha, llama la atención el Palacio Chiarino, de estilo ecléctico clasicista. Destaca por la riqueza de sus dos fachadas con mármoles y granitos nacionales. En el primer piso hay una loggia, con mosaicos en sus paredes laterales. Se construyó entre 1925 y 1928, como vivienda familiar del arquitecto Antonio Chiarino, de un apartamento de 375 m2 por planta. Fue de los primeros edificios en contar con un ascensor. El quinto nivel culmina en elegantes mansardas.

Nacido como edificio de la compañía de seguros “Standard Life”, construido entre 1905 y 1908, desde 1914, el “London París” fue referente en la esquina que se convirtió en la más popular de Montevideo: 18 y Río Negro. Allí funcionó hasta 1963, una de las grandes tiendas capitalinas y también conocida por sus muy famosos catálogos. En lo alto, se destaca su cúpula con un reloj y columnas, rematada con un Atlas sosteniendo al mundo.

El edificio Rex también es una maravilla, ubicado en la esquina de la avenida 18 de Julio y Julio Herrera y Obes. Está conectado al Palacio Legislativo por la avenida del Libertador. Luce fajas verticales que marcan los cuerpos de la construcción. Concluye en un templete como mirador de bella factura.

El Palacio Lapido, de estilo expresionista, alojó a los diarios La Tribuna Popular y El Popular, en la esquina de la calle Rio Branco y la principal avenida.

Otro de los lujos de 18 de Julio es el señorial edificio construido por el arquitecto francés José P. Carré, e inaugurado en 1932, que fue por varias décadas la sede del Jockey Club. En 2014 fue comprado por la empresa brasileña Pestana, con la idea de transformar ese clásico en un hotel 5 estrellas. Su fachada muestra cuatro plantas falsas, que equivalen a 15 pisos.

Al arribar a la plaza Independencia, las miradas van hacia el Palacio Salvo, uno de las postales montevideanas. Fue encargado por los hermanos Salvo al famoso arquitecto Mario Palanti y desde 1928 es un ícono del clasicismo. Fue hotel, luego vivienda y cuenta con comercios y una galería comercial. Sobre su amplia base sobre la plaza, la avenida y la calle Andes, se asienta una gran torre que finaliza en cuatro cúpulas. Fue declarado monumento histórico nacional en 1996. Desde su terraza en el piso 10, impacta la torre y sus 4 cúpulas que luego de trepar unos pisos más, es coronada por otra cúpula mayor.

Disfrutar de la interpretación de las cúpulas más emblemáticas del Centro capitalino y conocer las historias de los edificios que las lucen, de la mano de un guía conocedor, es un privilegio para estar más atentos a los detalles de éstos y otros hermosos edificios para seguir descubriendo Montevideo desde una mirada distinta a la habitual.

Cúpulas de la Ciudad Vieja

Ahora el grupo @PeatonalTours -un emprendimiento dedicado a los recorridos temáticos a pie, que busca revalorizar y evidenciar los valores del patrimonio de Montevideo- retoma sus actividades.

Pronto voy a participar en el lanzamiento de los recorridos 2023; en esta oportunidad, por la Ciudad Vieja. O sea, ¡se viene una segunda parte!

Fuente: Cipetur/ Por María Shaw